sábado, 6 de marzo de 2021

ZOMBI CHILD

 


Haití, 1962. Un hombre vuelve de entre los muertos para trabajar en las infernales plantaciones de azúcar. 55 años después, Mélissa (Wislanda Louimat) una joven haitiana les revela a sus compañeras de clase parisina que es huérfana, ya que sus padres fallecieron en el terremoto y ella vive con su tía, una especie de hechicera vudú (no es exactamente eso, pero por definirlo de un modo que se acerque a nuestra comprensión, es algo similar), sin saber que esto llevará a una de ellas, Fanny (Louise Labeque), a cometer un error irreparable, llevada por su errónea visión del vudú y las tradiciones que rodean el mito del zombi.


Todo comienza con la historia de Clairvius Narcisse (Mackenson Bijou), personaje real que intrigó a la comunidad científica a partir de su supuesto regreso de entre los muertos al ser enterrado vivo y posteriormente convertido en zombi esclavo en las plantaciones de azúcar. Mélissa sería la nieta ficticia de aquel hombre.


La película presenta dos tramas paralelas, una se desarrolla en los años 60 del pasado siglo y otra en la actualidad. En la primera, se narra la historia de Clairvius Narcisse y la segunda la protagonizan su nieta Mélissa y su compañera Fanny, ambas alumnas del Lycée de Saint-Denis, como otros centro similares, creados para que pudieran asistir a ellos alumnos cuyos padres, abuelos o bisabuelos, hubieran recibido la Legión de Honor. Además de otras cosas, podemos observar a grandes rasgos cómo es el funcionamiento de estos centros, al tiempo que asistimos al comportamiento diario de sus alumnas, como cualquier adolescente de hoy en día en países de nuestro ámbito, siempre pegadas al móvil, cotilleando y preocupadas por sus amoríos juveniles. 
La película trata de bucear en esa paradoja que se produce entre el mundo occidental y sus antiguas colonias, con culturas diferentes que, a la hora de la verdad, nos resultan totalmente desconocidas y reducidas a una serie de estereotipos que poco o nada tienen que ver con la realidad. Va dando una serie de claves, en este caso referidas a Haití, su pasado y su actualidad, con referencias a la Revolución Francesa que, por un lado abolió la esclavitud, pero por otro, Napoleón, el hombre que la llevó a su cima y, al tiempo acabó con ella (como dice el profesor de Historia de las niñas en una de sus clases), la restableció en 1802 ante la presión de los aristócratas antillanos. Estas cosas las plantea el film de una manera un tanto peculiar y en él veremos zombis, pero no los de hollywood, sino los que tienen que ver con la tradición haitiana y la religión vudú. Hay momentos de la película que se convierten de algún modo en una especie de documental etnográfico que convive con el resto del relato.




10 comentarios:

  1. Hola

    Qué original. Me gusta que sean dos tramas paralelas y el tema zombies de la religión vudú siempre me ha intrigado.
    Feliz tarde.

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  2. Es una película curiosa aunque las tramas paralelas la hacen un poco dispersa.

    Saludos.

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  3. Que tal Trecce!
    Al leer tu reseña no he podido evitar pensar en la película de Wes Craven, "La serpiente y el arco iris" (1988). Me apunto el titulo, la desconocía por completo.
    Saludos!

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  4. Los relatos de los zombies haitianos es algo que simpre me ha intrigado por lo incomprensible e increíble. Y de verdad, la hechicería es algo muy hondo en la cultura de ese país...Eso explica muchas cosas acerca del desarrollo de haití cuando se le compara con sus vecinos...Jamaica, por ejemplo.

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  5. El peor castigo: Que te mueras y tengas que seguir trabajando.

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