sábado, 31 de julio de 2021

EMBAJADORES EN EL INFIERNO

 


Cuando el día veintitrés de Junio de 1941, a propuesta del entonces ministro de exteriores Ramón Serrano Suñer, el Consejo de Ministros aprueba en El Pardo enviar una división a Rusia para combatir el bolchevismo, se acogió con entusiasmo por los partidarios del Bando Nacional y, muy en particular, por los miembros de Falange. La película narra la peripecia de una parte de aquellos  hombres (los que cayeron prisioneros de las tropas soviéticas), que lucharon en el frente ruso junto a los alemanes, durante la II Guerra Mundial y vivieron un auténtico infierno en diversos campos de concentración.


La película dirigida por José Mª Forqué e interpretada por el actor portugués Antonio Vilar, Rubén Rojo y Luis Peña, está basada en la novela histórica Embajador en el infierno. Memorias del capitán Palacios (once años de cautiverio en Rusia), de Torcuato Luca de Tena que relata, de forma novelada, pero casi como reportaje periodístico con entrevistas a algunos de quienes estuvieron prisioneros, el encarcelamiento de más de once años, desde su detención en el sitio de Leningrado el diez de Febrero de 1943 hasta Abril de 1954, en los campos de concentración de Cherepovéts, Moscú, Súzdal, Oranque, Potma, Jarcof, Borovichi, Reída, Cherbacof y Vorochilgrado, de Teodoro Palacios Cueto, que marchó como voluntario falangista a la División Azul, a combatir el comunismo en Rusia, como capitán de Infantería, quedando encuadrado en la 5ª Compañía del 2º Batallón del Regimiento número 262, y que fue hecho prisionero, junto con treinta y cinco hombres más, cerca de Krasny Bor, cuando se libraba la batalla que en adelante llevaría el nombre de esta localidad rusa.


Es cierto que el film tiene un marcado tono de exaltación patriótica conforme se entendía el patriotismo en aquellos años, pero no lo es menos que tiene algunas cosas llamativas, por ejemplo la ambientación que consigue transmitir al espectador la sensación de desprotección, miseria y dureza a que se vieron sometidos durante los largos años de cautiverio. También deja constancia, aunque sea para menospreciar su conducta, del hecho de que algunos de los cautivos se quedaron en tierras soviéticas tras renunciar a su nacionalidad española y acogerse al amparo de sus captores y es que, por más que se diga, hoy sabemos que además de falangistas o afines, alistados por ideales y, en cierto modo, engañados por las soflamas de Serrano Suñer, cuando dijo aquello de "Rusia es culpable" (pero él se quedó aquí tan a gusto), en la División Azul había muchos soldados que fueron en busca de lavar sus pecados o los de sus familias, además de aventureros como los hay en todas las guerras. Lo de los pecados es un decir, claro, había gente que, para poder vivir tranquila, necesitaba pasar por afecta al régimen, algo complicado con un pasado de rojos, ellos mismos o sus familiares y nada mejor para obtener el pasaporte de adictos a la nueva España que darse una vueltecita por tan lejanas tierras, de las que algunos jamás regresaron. 
Una página olvidada de nuestra historia reciente en la que un puñado de españoles (equivocados o no), fueron dejados a su suerte, sin que nadie hiciera o pudiera hacer nada hasta que la muerte de Iósif Stalin, propició un cambio de rumbo en el hermético régimen soviético y la Cruz Roja francesa pudo fletar el buque Semiramis en el que 229 veteranos de la División Azul, 19 desertores del Ejército Rojo, 4 niños, 19 marinos mercantes y 15 alumnos de la aviación republicana, embarcaron en el puerto ucraniano de Odessa rumbo a Barcelona, ciudad en la que fueron recibidos con gran aparato propagandístico de un régimen al que, quizá, aquella mercancia humana le resultaba algo molesta como representación de una situación que tal vez hubiera deseado borrar. Imágenes documentales de esta llegada, se mezclan con las propias del film en las últimas escenas de la película.




viernes, 30 de julio de 2021

THE MAURITANIAN

 


Capturado por el gobierno de los Estados Unidos, el musulmán Mohamedou Ould Slahi (Tahar Rahim) sobrevive en la prisión de Guantánamo donde lleva más de una década sin cargos ni juicio, sospechoso de haber reclutado en Alemania a miembros de Al Qaeda que participaron en el 11S. Tras haber perdido toda esperanza, Slahi encuentra aliadas en la abogada defensora Nancy Hollander (Jodie Foster) y su asociada Teri Duncan (Shailene Woodley). Juntos se enfrentarán a innumerables obstáculos en una búsqueda desesperada de justicia.


Basada en una historia real, el guión se fundamenta en el libro "Diario de Guantánamo", escrito por Mohamedou Ould Slahi, en el que cuenta su experiencia en Guantánamo, que se convirtió en un éxito de ventas en varios idiomas en 2016 tras haber sido censurado por el ejército estadounidense, para luego ser publicado en su totalidad.


No es una película sobre juicios (apenas ocupan minutos las comparecencias ante la corte), ni siquiera sobre investigación para prepararlo (que sí ocupa algún minuto más), se trata principalmente de un film que denuncia una situación determinada que afectó a decenas de personas: La prisión de Guantánamo. Se sabe que había prisioneros llevados allí de cualquier manera, sin cargos concretos y bajo sospecha de vínculos con el terrorismo, muchos de los cuales no podían probarse y, algunas veces, consiguiendo confesiones bajo tortura, un método aprobado por el entonces Secretario de Defensa Donald Rumsfeld. En España, por desgracia, sabemos mucho de estas cosas, primero con ETA, más tarde con el terrorismo islamista, hemos sufrido, algunos siguen sufriendo aún, las consecuencias de los actos de estos descerebrados y muchas veces se alzaron voces para pedir medidas drásticas, muerte al asesino, dureza contra el colaborador y mano dura sin concesiones. Pero el estado de derecho no puede caer en esa trampa. El terrorismo se aprovecha de las garantías que le ofrece el sistema, es cierto y muchas veces da rabia cuando les ves protestar por el alejamiento de presos, por supuestas torturas (alguna hubo en tiempos oscuros), por presuntas privaciones de derechos o cuando presentan actitudes chulescas en los juicio porque saben que nada les va a ocurrir y, sin embargo, cuando ellos actúan, ni juicio, ni nada, tiro en la nuca, explosivos en lugares concurridos, etc.: Muerte y dolor, cuanto más mejor, esa es su justicia. Pero, repito, el estado, la sociedad civilizada, no puede caer en provocaciones, hay que mantener el imperio de la ley, no por ellos (que también, aunque no lo merezcan), sino por todos nosotros, como garantía de que no nos veremos sometidos a abusos algún día. La película plantea un caso concreto, el de Slahi, del que nunca queda claro si tuvo algo que ver con los atentados del 11-S o no, sí que colaboró en su día con Al-Qaeda o que recibió una llamada de un primo suyo desde el teléfono de Osama Bin Laden y dinero (5.000 $), según él para pagar los gastos de tratamiento de la madre del primo. Esos fueron los motivos que le llevaron a Guantánamo, pero nunca pudieron probar nada delictivo y la confesión que firmó le fue extraída bajo fuertes torturas que llegaron a simular su ejecución y a amenazarle con que detendrían a su madre, la llevarían a Guantánamo y la violarían. 
Su abogada no defiende a Slahi (que también), defiende que se le aplique la ley, ni más, ni menos. Magnífica la interpretación de Tahar Rahim y una Jodie Foster de la que lo único que se me ocurre decir es que resulta una pena que no se prodigue más, inmensa, como siempre. 
Las autoridades norteamericanas crearon Guantánamo para tratar de apaciguar a los acojonados norteamericanos (razones tenían para estarlo) y poner cara a los culpables, sin importarles mucho si lo eran de verdad o solo sospechosos, había que llevar aquello adelante para que el votante viera que hacían algo y lo grave del asunto no es solo que durante la presidencia de George W. Bush, aquello se crease y estuviese funcionando, lo peor es que llegó un presidente al que se le concedió de buenas a primera el Nobel de la Paz y aquello siguió funcionando y si no que se lo digan a Slahi que permaneció cinco años más encarcelado tras ganar su juicio, por una apelación presentada contra la sentencia por la administración Obama
Una película bastante bien hecha, que no se regodea en exprimir los sentimientos del espectador, aunque no oculta nada y que nunca se hace pesada a pesar de sus más de dos horas de duración. Un film de denuncia, como queda dicho, en el que también recibimos un mensaje de esperanza: En medio de todo, quedan personas con principios dispuestas a exponerse a la crítica del público o a poner en peligro su estabilidad y la de sus familias por defender esas convicciones pudiendo mirar para otro lado o dejándose llevar por la corriente.




jueves, 29 de julio de 2021

¡A MÍ LA LEGIÓN!

 


En el Norte de África, en un destacamento de la legión, El Grajo (Alfredo Mayo), un veterano de reconocido valor, y Mauro (Luis Peña), un joven recién llegado, se hacen amigos. Un día, durante una pelea, muere un hombre y todos los indicios apuntan a que Mauro es el culpable. Convencido de su inocencia, El Grajo investiga por su cuenta y logra que su amigo quede en libertad, pero una misteriosa carta lo hace regresar al lugar del que procede. Años más tarde, liberado de sus obligaciones militares, El Grajo está en un país extranjero y descubre un complot contra el nuevo rey que resulta ser Mauro.


Con guión de Luis Lucia, entre otros y dirigida por Juan de Orduña, dos hombres que sabían de cine, pero que en este, tienen uno de sus peores trabajos, a mi juicio.


Guión muy pobre, situaciones que, de no ser patéticas, a veces parecen verdaderas humoradas, pretende ser una película para exaltar el valor, el coraje y el desprecio por la propia vida, supuestamente, algunos de que los promueve el credo legionario. Lo cierto es que yo no se si les diría algo a los propios legionarios o les parecería también un producto que deja bastante que desear, del que pocas consecuencias positivas se pueden sacar ni siquiera situándose en el momento histórico en que fue rodada la película.




miércoles, 28 de julio de 2021

SIERRA DE TERUEL


Película realizada entre 1938 y 1939 que insiste mucho en las pésimas condiciones en las que se encontraban las fuerzas republicanas contra el bando del caudillo. Relata un episodio de la batalla de Teruel, que tuvo lugar entre el 15 de diciembre de 1937 y el 22 de febrero de 1938, en plena Guerra Civil española.


El guión adapta una parte de la novela L’espoir, del propio realizador de film, André Malraux, que relata la acción de una escuadrilla de las Brigadas Internacionales que luchaba en la Guerra Civil y también la ayuda de un pueblo de Teruel para rescatar de la sierra a los brigadistas que se encontraban malheridos o muertos. 


Es indudablemente una película propagandística, pero con matices, pues la situación que relata se ajusta bastante a la realidad de las milicias republicanas, carentes de medios a las alturas del conflicto en que estaban, en que el llamado Ejército Nacional, contaba con más medios y más ayudas. Eso es lo que quiere resaltar el film que busca el apoyo de otras naciones para que la situación de la República no se hunda irremisiblemnte. Es un film hecho con cierta premura y con pocos medios, fruto de esas prisas, supongo, son algunas de las carencias, con diálogos no muy destacables y actuaciones que tampoco destacan, si bien eso redunda en la impresión de una mayor verosimilitud. De hecho, tan apurada era la situación que antes de que acabara el rodaje, la guerra llegó a su fin y buena parte de las escenas hubieron de rodarse en Francia. A esto, añadir las muchas peripecias posteriores que hicieron que el film no se estrenase en Francia hasta concluída la Guerra Mundial y, en España, hasta después de la muerte del dictador y todo ello, gracias a que cuando la película se daba por perdida, encontraron unas latas etiquetadas con otro título en las que se conservaba una copia de ella. A destacar las escenas finales con la larga procesión de lugareños por la falda de la montaña, que quizá es lo más llamativo plásticamente del film.


 


martes, 27 de julio de 2021

NUEVO ORDEN

 


En México D.F. se celebra una fastuosa boda entre miembros de la alta sociedad, mientras en las calles cercanas se viven violentas protestas con el foco en la lucha de clases, derivando la tensa situación en un cruento golpe de estado. Vista a través de los ojos de la joven novia del enlace y de los sirvientes que trabajan para su pudiente familia.


El multipremiado realizador y guionista mexicano Michel Franco, nos acerca a un mundo que algunos han calificado de distópico, pero que yo pienso que ya está aquí, sin el extremismo a que nos lleva esta historia, pero acontecimientos como el 15-M, los chalecos amarillos, la toma del Capitolio en Washington, las protestas en Hong Kong o en algunos países latinos, se asemejan, aunque sea de lejos, a lo que aquí se plantea, unas clases medias y bajas hartas de promesas incumplidas y de ser siempre las paganas cuando la situación económica entra en declive.


Pero la cosa no acaba aquí, sino que una vez lanzada la masa a las calles, cuando el caos se ha apoderado de ellas, entran en juego otros poderes, los de siempre, los que parece que están en peligro y que, incluso, puede que hayan tenido que hacer alguna ofrenda de sangre entre sus miembros (los mártires siempre les vienen bien a algunos), para embridar la situación, aprovecharse del tumulto y la inseguridad y entrar a sangre y fuego con el apoyo incondicional de las clases pudientes y una buena parte de quienes lo son menos, atemorizadas por la inseguridad, para hacer retroceder las libertades con la disculpa de que hay que tomar medidas drásticas de momento, un momento que puede durar indefinidamente a conveniencia. 
Básicamente, la película narra el desmoronamiento de un sistema político y la llegada de un desgarrador nuevo poder en el que, los de siempre, seguirán en la cúspide. Con bastantes críticas en México debido, seguramente, a la situación que pinta y que no ha gustado nada, la película es dura y violenta y eso que muchas de las cosas que suceden lo hacen fuera de plano, a pesar de lo cual, hay escenas explícitas de cierta dureza y un mensaje bastante pesimista sobre el mundo que recrea.




lunes, 26 de julio de 2021

ISPANSI (ESPAÑOLES)

 


Poco después de estallar la Guerra Civil española, la República envió a 3.000 niños a Rusia para protegerlos de los bombardeos de los nacionales. Los primeros en salir fueron los niños de los orfanatos. Beatriz (Esther Regina), hija de una acaudalada familia de derechas, con un hermano falangista, se quedó embarazada de un hombre que se negó a casarse con ella y decidió ocultar a su hijo en un orfanato de Madrid. Al enterarse del inminente viaje del niño a Rusia, roba los documentos de identidad de una republicana muerta (llamada Paula) y se ofrece como voluntaria para cuidar a los niños. Emprenderá así un viaje terrible, rodeada de enemigos, y a miles de kilómetros de su país y de su mundo. En junio del 41, Hitler invadió Rusia. La continua llegada de tropas de refresco para la defensa de Moscú entorpece una y otra vez el viaje de los españoles. En una de estas paradas se les une Álvaro (Carlos Iglesias), un comisario político del Partido Comunista de España.


No se trata, ni mucho menos, de un film bélico; sino que toma un determinado marco histórico para narrar un drama humano y emocional, a la vez que reivindica a unos cuantos españoles que no pudieron regresar jamás a su país.


Es de agradecer el esfuerzo de Carlos Iglesias en su faceta de productor, tratando de encontrar nuevos temas, como en esta ocasión o en su anterior y exitoso Un franco, 14 pesetas, situaciones poco conocidas de la vida española relativamente recientes y que han quedado medio ocultas para nuestro cine. Proyectos arriesgados que no siempre han tenido el mismo resultado, de hecho, yo pienso que desde su debut, su cine ha ido en descenso. Aparte de eso, creo que la película tiene mejores intenciones que resultados. Bastante bien fotografiada, no sé muy bien por qué su realizador y guionista (el mismo Iglesias), opta por relatarnos pasajes de la vida pasada de los protagonistas mediante flashbacks, de los que quizá abusa un poco, cuando podría haberlo hecho con diálogos entre los personajes. ¿Será quizá para alargar la película o tal vez solamente cuestión de planteamiento?, el caso es que a mí no me han parecido muy conseguidos, igual que el también (para mí, repito) uso excesivo de la voz en off del protagonista como narrador de los hechos. Bueno, esto no dejan de ser opiniones muy particulares. El caso es que la crítica y los aficionados se muestran decepcionados por las actuaciones, salvando solo a Carlos Iglesias, que dicho sea de paso, a mí tampoco me ha parecido nada del otro mundo, será que en el país de los ciegos... 
Con un claro mensaje de reconciliación y un denotado esfuerzo por ser ecuánime y encontrar equilibrio, sin buscar culpables, pero sin renunciar a mostrar los hechos de manera rigurosa, ya digo que la película está cargada de buenas intenciones, pero...




domingo, 25 de julio de 2021

PA NEGRE (PAN NEGRO)

 


Durante los duros años de la postguerra, en una zona rural de Cataluña, un niño llamado Andreu (Francesc Colomer), cuya familia pertenece al bando de los perdedores, encuentra un día en el bosque los cadáveres de un hombre y su hijo. Las autoridades sospechan de su padre, pero Andreu intentará encontrar al culpable. En estas circunstancias, se produce en Andreu el despertar de una conciencia moral que se opone a la mentira como instrumento del mundo de los adultos. Para sobrevivir, traiciona sus propias raíces y acaba descubriendo al monstruo que habita en su interior.


Adaptación al cine de las novelas "Pa negre" y "Retrat d'un assassí d'ocells" del escritor, pedagogo y periodista catalán Emili Teixidor, publicadas en 2003 y 1988 respectivamente.


Los vencedores no tienen por qué ser los buenos y los perdedores no tienen por qué ser los malos. Este planteamiento lo hemos visto unas cuantas veces en nuestro cine a partir de finales de los setenta. Pero es que tampoco tiene por qué ser al revés, en esta vida no siempre el que pierde es un alma pura, sino todo lo contrario. Lejos de los planteamientos que, en algunos tramos del film se dejan ver sobre las repercusiones que el hecho de haber estado en el bando de los derrotados ha tenido sobre el devenir de la familia protagonista, yo lo que he visto han sido los recuerdos de un niño sobre su infancia y las mentiras y medias verdades que socavaron su fe en los demás cuando fue descubriendo las realidades, eso sí, en tiempos sumamente difíciles. Quizá el guión peca de cierta dispersión que hace que uno no acabe de empatizar con alguno de los personajes, resultando interesante la introducción de las reflexiones sobre la problemática de las mujeres, una vez más expuestas a los caprichos o las convicciones (erradas o no) de los hombres, que marcan sus vidas, sin que ellas hayan tenido posibilidad de trazarlas. Muy bien fotografiada y con una ambientación impecable, resulta un film interesante, con momentos de gran cine mezclados con otros en que la cosa baja bastante y en el que sobresalen las buenas interpretaciones de los actores.




sábado, 24 de julio de 2021

LA EXCAVACIÓN

 


Crónica de la relación entre la terrateniente Edith Pretty (Carey Mulligan) y Basil Brown (Ralph Fiennes), el arqueólogo aficionado (un excavador, como él se define) que impulsó la excavación de Sutton Hoo, cerca de Woodbridge, en Suffolk, Inglaterra, en 1939, cuando el mundo se preparaba para la guerra.


El guión adapta el libro del mismo título, escrito por John Preston y publicado en 2007, sobre la excavación de un barco anglosajón enterrado en Sutton Hoo, la excavación más famosa de las realizadas en Inglaterra en época moderna. Aunque se trata de hechos reales, el propio autor de la novela advierte que se han realizado cambios para lograr un mayor efecto dramático, con lo que quien busque un reflejo de cómo fue realmente la historia de esta excavación, debe tomárselo con la debida cautela y acudir a otras fuentes para tener un retrato más fidedigno del asunto.


Película en la que la forma se impone al fondo, pues es la narración de una historia sencilla que tiene más de curiosidad que otra cosa, con una historia paralela que tampoco viene a desmerecer el conjunto, pero sin aportar apenas nada nuevo si no es servir un poco de contrapeso. Con una fotografía que sabe sacar todo el partido a los parajes que retrata, en un film que resulta atractivo visualmente y con unas notables interpretaciones con Fiennes (del que no vamos a descubrir ahora lo gran actor que es) y Mulligan a la cabeza, dando empaque a un guión que no da para mucho más, muy bien acompañados por el resto del reparto y correctamente dirigidos.




viernes, 23 de julio de 2021

EL HOMBRE OCULTO


Un hombre contra el que hay una orden de detención, intentará huír por todos los medios posibles de quienes pretenden capturarle. Sin escapatoria, decide refugiarse en una parte oculta de su casa para evitar ser atrapado. En ese lugar permanecerá muchos meses, incluso años. 
La película supuso el debut como realizador de Alfonso Ungría y se basa en la historia real del también director de cine valenciano Ricardo Muñoz Suay, muy amigo de Luis García Berlanga y Juan Antonio Bardem y miembro destacado del Partido Comunista de España  antes y durante la guerra quien, para escapar de la represión franquista, permaneció oculto en un zulo durante cinco años, desde 1940 hasta 1945, en que abandonó su escondrijo para ser detenido y encarcelado hasta 1949.


De esas películas que, para sacarle todo su valor, lo primero es enmarcarla en su época y su momento, en este caso, la España de 1971. 
Película vanguardista para el momento, argumento esquemático, narración confusa (según Ungría algo casposa) y escasos diálogos, para centrarse en lo visual, en la búsqueda de planos llamativos desde ángulos poco usuales (hay una escena completa en que únicamente observamos los píes de los dos intérpretes que intervienen en él, mientras ambos deambulan). La parábola sobre el momento político-social de España es obvia, pero no evidente, para quien la viera sin conocer el año de realización podría ser considerada incluso como uno de tantos films que se proyectaban en los cines de arte y ensayo para disfrute, no tanto de amantes del cine sino de cinéfilos curiosos. 
Aparte de la presencia de Luis Ciges, resulta curioso ver en ella a unas jovencísimas y atractivas Julieta Serrano y Carmen Maura que hacía su debut en pantalla grande.
Para aficionados al cine de autor y marginal.


 


jueves, 22 de julio de 2021

CAUDILLO

 


Trabajo de montaje imaginativo en forma de collage sobre el dictador español Francisco Franco realizado en el más estricto secreto. Con este objetivo, el cineasta y su equipo iniciaron una búsqueda de imágenes y sonidos de archivo que recrean, en orden cronológico, la proclamación de la segunda república, el golpe militar y la guerra civil española.


Mientras que en Canciones para después de una guerra Martín Patino pudo utilizar abiertamente los archivos y los recursos necesarios sin ningún tipo de problemas, al afrontar su nueva película no le era posible servirse de ese tipo de materiales, ya que procedía desde la clandestinidad. "Canciones...", que había superado la censura y recibido ayudas oficiales, fue motivo de una campaña en contra que acabó en el despacho de Luis Carrero Blanco que ordenó destruír la película (afortunadamente Basilio había guardado el original, aunque la película no fue estrenada hasta octubre de 1976). Así que el realizador salmantino decidió que la censura no existía y trabajó de forma clandestina en sus dos siguientes proyectos ("Queridísimos verdugos" y esta que hoy comentamos).
Martín Patino siempre ha dicho que sus trabajos no son documentales, sino que él alteraba lo que tenía entre manos en la moviola mediante el montaje, a veces dándole otro sentido diferente para hacer lo que él quería hacer y transmitir la realidad que él se imaginaba. "Me lo he pasado bien haciendo mis cosas, haciéndolas a mi aire”, dijo en alguna ocasión.


Y así nació esta película, como un gesto de rebeldía contra la dictadura, con una visión diferente de la figura de Franco a la que había fabricado el régimen, pero sin caer en el panfleto, algo que no deseaba, no quería "hacer un No-Do al revés", señaló, sino una propuesta que llevara a la gente a pensar en libertad sobre la figura del Caudillo y que cada cual sacara sus conclusiones. También desde algunos sectores, motivó ciertos reproches en el sentido de que se había limitado la presencia de Franco a la guerra civil, sin dar paso a los desmanes practicados durante la posguerra. Y, en realidad, esa etapa iba a ser el contenido de la segunda parte de la película, en la que Basilio ya había comenzado a trabajar. Pero cuando se hallaba en esa tarea, Franco murió, y el realizador se levantó de la mesa de montaje: “Muerto Franco, se acabó la rabia”, comentaba con sorna, porque a ese verso libre que siempre fue Martín Patino, ya no le interesaba aquel personaje muerto, sino seguir haciendo su cine lejos de motivaciones oportunistas y mucho menos, comerciales.




miércoles, 21 de julio de 2021

UNA NOCHE EN MIAMI

 

Ambientada en la noche del 25 de febrero de 1964, la película nos presenta a un joven e impetuoso Cassius Clay (Eli Goree) en el Centro de Convenciones de Miami Beach, donde, contra todo pronóstico, acaba de derrotar a Sonny Liston (Aaron D. Alexander), conmocinando al mundo del deporte y proclamándose nuevo Campeón Mundial de Boxeo de los pesos pesados. 
Mientras multitudes de personas pululan por Miami Beach para celebrar el triunfo, Clay, pasa la noche en el Hampton House Motel en el vecindario afroamericano de Overtown, en Miami, celebrando con tres de sus amigos más cercanos: Malcolm X (Kingsley Ben-Adir), Sam Cooke (Leslie Odom Jr.) y Jim Brown (Aldis Hodge). 
Durante esta noche histórica, estos iconos, cada uno de los cuales era la representación del aún balbuciente movimiento en pro del poder negro, sintieron la presión social que trajo su celebridad, compartieron sus pensamientos sobre sus responsabilidades como personas influyentes, poniéndose en pie, defendiendo sus derechos y haciendo que el país avance hacia la igualdad y el empoderamiento de todas las personas negras. 
A la mañana siguiente, los cuatro hombres emergen decididos a definir un nuevo mundo para ellos y su comunidad.


Escrita en principio para el teatro en 2013 y estrenada de manera exitosa, su autor, Kemp Powers, la convirtió luego en el guión de esta película, una ficción que mezcla las historias reales de los participantes en aquella reunión con las ideas del propio Powers
Dirigida por Regina King en su debut como realizadora en la gran pantalla, esta afroamericana tiene tras sí un amplio bagaje como intérprete (ganadora de un Oscar a la mejor secundaria en 2018), es muy conocida sobre todo por sus trabajos en televisión. Sin embargo, el verdadero impulsor de la película es su creador, Kemp Powers.


La película se apoya principalmente en los diálogos, una forma de hacer cine como otra cualquiera a pesar de las críticas que a veces se achacan a estas películas, ya saben, que si adolecen de formato teatral, etc. Buena parte del comienzo del film se dedica a la presentación de los personajes y en ella, concretamente en una de las primeras escenas del film, esté quizá, el momento más logrado de la película, cuando Jim Brown visita en su domicilio a una persona influyente de su misma localidad. 
El asunto de los Derechos Civiles en EE.UU., ha sido tratado ya en otras películas, lo novedoso de esta son los personajes a los que retrata, todos ellos muy significativos dentro del movimiento negro y creo que los perfiles que traza, están bastante logrados, así como el planteamiento en el que no oculta las contradicciones, incluso los enfrentamientos, que se producen entre ellos a la hora de enfocar el mejor camino para avanzar en sus reivindicaciones. Un film muy interesante, no apto para espectadores que busquen algo de acción en las películas ya que el principal valor del film son los diálogos y las interpretaciones de sus cuatro protagonistas de los que sabe sacar partido la realizadora en uno de esos films complicados para lograr mantener el interés del espectador, con cuatro personas encerradas en una habitación durante muchos minutos de la película, algo muy difícil de conseguir.




martes, 20 de julio de 2021

DICCIONARIO PARA UN MACUTO

 

Rafael García Serrano, escritor, periodista y falangista navarro, recopila en este libro una colección de palabras y expresiones que se utilizaron en el argot militar de la Guerra Civil, muchas de ellas, también en la vida ordinaria y algunas, aún presentes en nuestras expresiones cotidianas.
Algo menos de quinientas expresiones que no siguen orden alguno y que ocupan alrededor de mil páginas que se leen bastante bien.
García Serrano, hoy un autor casi olvidado, escribió algunos libros de éxito en su momento, quizá los más conocidos "La fiel infanterìa" (con versión cinematográfica dirigida por Pedro Lazaga en 1960, con guión del propio autor del libro) y, posiblemente su mejor novela, "Plaza del castillo". 
El autor pamplonés sabe acercarse al lector con un lenguaje pulcro y dinámico, aunque no exento de cierta violencia y de formas que no ocultan las conocidas como expresiones fuertes, algo característico en él y que ya le trajo problemas con la censura franquista en sus novelas, sobre todo por parte de la autoridad eclesiástica que toleraba mal o, directamente, no las toleraba.
Es un libro curioso porque alrededor de las propias palabras que menciona, cita historias, anécdotas y hechos relacionados con ellas, con el nacimiento de tales expresiones y el uso que se les daba, así como de la vida en las trincheras, en la retaguardia u otras situaciones que nos llevan a aquella España los años 30 y anteriores.
Lo que ocurre es que está escrito desde el punto de vista de un hombre acérrimo defensor de las ideas de los vencedores en la Guerra y si no se puede o sabe hacer abstracción de esto, puede resultar incluso ofensivo para determinadas personas que tengan formas de pensar alejadas, sobre todo políticamente, de estos planteamientos.


lunes, 19 de julio de 2021

FRANCO, ESE HOMBRE

 


Documental que realiza un amplio repaso de la vida del autodenominado “Caudillo”, lo que supone un repaso a la historia del siglo XX hasta ese momento. Así, los principales acontecimientos del siglo son analizados a través de la vivencia de Franco, que fue protagonista de algunos de ellos y coetáneo de muchos más.
Hagiografía de la figura de Franco realizada por José Luis Sáenz de Heredia que, si bien era un director competente, muy amigo de Buñuel (aunque sus películas no son comparables), nos muestra que esto del documental no era lo suyo.
Con una introducción que se pierde en los preparativos de un desfile conmemorativo, pasa a relatarnos la vida del generalísimo desde su nacimiento, haciendo hincapié en su etapa militar y sus ascensos fulgurantes. Bueno, para quien esté interesado, no está mal, porque además, aunque sea de aquella manera, se hace un repaso de la convulsa situación española desde la pérdida de las últimas colonias hasta el levantamiento militar del 36.
Lo peor, además de esa introducción afectadamente lírico-heróica, son las entrevistas que nos va colando, la primera al médico que le atendió en África tras sufrir su primera herida de guerra; más adelante, cuando se detiene en el comienzo de la guerra, se va, sin ton ni son, a la Exposición Universal de Nueva York, para realizar allí una entrevista al embajador español ante la ONU, Manuel Aznar y, de paso, decirnos que el pabellón español es la repera y que la revista Life pone por las nubes a España. Pero el remate, es la entrevista que cierra el film, hecha por el realizador al propio Franco en dependencias de El Pardo. Sáenz de Heredia parece que va a sufrir en cualquier momento un esguince cervical por la postura de su cabeza exageradamente devota, rayana en la sumisión, mientras Franco, en respuestas previamente memorizadas va respondiendo a sus preguntas a cual más sonrojante y demostrando que no sabe manejarse ante la cámara y con aquella voz de tono aflautado y entonación monocorde tan reconocible.
Hay quien encuentra cierto interés en este trabajo por presentarnos al dictador aún vivo, para mi, no tiene el más mínimo, ni siquiera como documento histórico, me ha parecido mal hecho, no  solo porque no sea objetivo, que eso, cuando se tiene un mínimo de cultura histórica, es sencillo de obviar, sino porque resulta jabonoso hasta el esperpento y las razones que desde determinados puntos de vista, para mí legítimos, pudieran tener quienes aún consideran que la situación de España era tan caótica que había que cortar por lo sano, quedan desvirtuadas por las tergiversaciones y medias verdades que se nos plantean alrededor de la figura del Caudillo y quien de verdad tenga formación histórica, no digo de manera académica, sino como simple degustador de la historia, lo que ve es una prueba más de que aquel señor se lo montó muy bien, que supo jugar sus cartas haciendo creer a algunos que era un protegido de la providencia y que su impostura le valió, entre otras cosas, para que se hicieran cosas como este tipo de documentos gráficos. 





domingo, 18 de julio de 2021

BLOQUEO

 

Norma (Madeleine Carroll), sufre un accidente cuando circula con su vehículo por una carretera. Auxiliada por Marco (Henry Fonda) y su amigo Luis (Leo Carrillo), ambos remolcan el automóvil hasta la cercana localidad de Castelmar, a donde se dirige la mujer para reunirse con su padre, un marchante de arte que está atrapado, por compromisos que no se revelan, por un buscavidas que juega a dos barajas en el conflicto bélico que sufre el país.
Cuando las tropas enemigas avanzan, los vecinos de Castelmar y alrededores, huyen con todos sus enseres a cuestas, pero Marco se rebela ante la idea de abandonar la tierra que tanto ama y les convence para que hagan frente al invasor, con lo que logra detener el avance del ejército y salva a todo el valle de caer en manos de los nuevos conquistadores. El puerto de la localidad se convierte así en la única vía de comunicación de la provincia, que ha quedado aislada del resto de territorios leales al mismo bando. Las autoridades reconocen el esfuerzo y los logros de Marco y le nombran oficial provisional.
En su primera misión, se propone detener al padre de Norma sin saber quién es, pero del que se sospecha que trabaja como espía para el enemigo. Cuando entra en la habitación de la fonda en que se aloja, el hombre le planta cara y esgrime una pistola, Marco reacciona y dispara matándole.


La película tuvo serios problemas para ser estrenada, tanto en España, donde por la lógica de los tiempos estuvo prohibida, como en los propios EE.UU. Para poder ser exhibida allí, hubo de renunciar a cualquier cita explícita a cualquiera de los bandos contendientes (no se citan ni una sola vez, ni rojos, ni fascistas, ni nada de nada) y los uniformes no fueron replicados, algo que he leído en alguna crítica como un síntoma de falta de rigor, cuando en realidad fue algo obligado y únicamente sabemos que estamos en España porque sobre los primeros fotogramas aparece sobreimpresionado un letrero que dice: "España 1938" y por alguna referencia colateral, como el viaje que dicen van a realizar a Granada. Salvo por estos detalles, el espectador nada puede deducir y la trama podría estar localizada en cualquier otro país occidental, pues la ambientación es bastante deficiente, con los clichés de siempre: Taberna, guitarra, sombrero cordobés y la gente poniendo velas a los santos o deteniéndose en plena carretera al sonido del Ángelus. En el libro de Gregory D. Black "Hollywood censurado" (Ed. Akal), en el que se habla de cómo el llamado Código Hays llevó a la mutilación de cientos de films, se habla algo del asunto de esta película.
 

La película es muy pobre, con una interpretación de Henry Fonda que nos deja algún destello, para tonarse incluso bobalicona y sosa en otros momentos. Por esta circunstancia, la que se erige en verdadera protagonista, al menos a nivel interpretativo, es Madeleine Carroll, muy guapa y con una actuación que transmite seguridad y carisma. El guión se nos antoja simplón y, en muchos momentos, poco menos que inverosímil. Todo parece dirigido a focalizarse en el mensaje final que lanza Fonda dirigiéndose al espectador, una llamada desesperada pidiendo ayuda a la causa de la República española (sin mencionarla, claro), un llamamiento que de puro desesperado se hace un tanto patético por las formas. Así que el valor del film, repito que cinematográficamente menos que mediocre, hay que buscarlo en otra parte. Fue una película rodada en plena Guerra Civil y viene a ser testimonio de la preocupación y el compromiso de una parte de la intelectualidad norteamericana que apoyó iniciativas como esta, incluso poniendo su propio dinero, cuando en su país aún había mucha gente que veía con cierta simpatía el ascenso de los totalitarismos en Europa. Así que ese el verdadero prisma bajo el que debe verse el film, obviando el argumento confuso y disparatado si se quiere sacar un mensaje positivo de una película impulsada por personas que se movieron por razones al margen de objetivos comerciales en un mundo, el de Hollywood, donde el negocio tiene tanta importancia.