miércoles, 16 de julio de 2025

OTELO

 


Otelo (Orson Welles), es un héroe militar, enamorado de Desdémona (Suzanne Cloutier), hija de una aristócrata veneciano. Ante la oposición de su padre al matrimonio, ella se fuga para casarse en secreto. Pero Yago (Micheál MacLiammóir), lugarteniente de Otelo, corroído por la envidia y sabedor de las debilidades de su superior, comienza a intrigar en su contra.


Adaptación del inmortal texto de William Shakespeare sobre los celos según la particular visión de Orson Welles que omite gran parte de los diálogos pero, a cambio, hace un magnífico traslado de la historia al lenguaje visual. 
Para llevarla a cabo el realizador norteamericano hubo de superar numerosas dificultades, con al menos un par de prolongadas interrupciones por falta de fondos, lo que hizo que el rodaje se alargara más de tres años. De hecho, hay una anécdota que cuenta que el asesinato de Rodrigo (Robert Coote) en un baño turco, se planificó así por falta de vestuario, incautado por falta de pago.


A pesar de los contratiempos, Welles persiguió con tenacidad su idea de llevar a la pantalla su apasionada visión de la obra shakespiriana, aportando su ingenioso enfoque visual a esta imperecedera tragedia de celos, intolerancia e ira, y además, con su rostro embetunado, ofrece una actuación imponente como el Moro de Venecia
Desde sus primeros planos, donde la cámara observa desde arriba una solemne procesión fúnebre, el film exhibe el talento de Welles para las composiciones dramáticas. En lugar de las anodinas imágenes de muchas películas sobre creaciones de Shakespeare, en que la cámara se contenta con seguir a grandes actores declamando majestuosos diálogos, Welles abordó Otelo como una obra pensada, al menos igualmente, para la vista.




martes, 15 de julio de 2025

MENUDAS HISTORIAS DE LA HISTORIA

 

Si no el que más, el hombre es seguramente uno de los animales más peculiares que pueblan el orbe y unas veces para bien, otras para mal y otras para peor, sus andanzas a lo largo de los años, sin duda dan mucho juego para anecdotarios como este que Nieves Concostrina (Madrid 1961), nos acerca para goce y disfrute de los amantes de la Historia (sobre todo de la historia menuda) en particular y de cualquier lector en general, pues al ser capítulos breves, de apenas página y media, resulta sencillo de leer y como quiera que trata asuntos de lo más variado, en ello lleva el entretenimiento asegurado.
La autora sigue fiel a un estilo que quienes hemos seguido su trayectoria y algunos de sus programas radiofónicos y otras publicaciones, identificamos enseguida, presidido por un gran sentido del humor y con historias muy atractivas a las que sabe dotar de dinamismo en la narración.
Concostrina es una magnífica narradora y aquí hace gala, una vez más, de su habilidad para sacar lo mejor de las historias que nosotros mismos y nuestros antecesores han ido protagonizando a lo largo de tantos años.
Un libro repleto de curiosidades y anécdotas, algunas de sobra conocidas, otras no tanto, pero que seguro despertarán el interés del lector, con esa manera de desmontar mitos o de buscar la parte divertida incluso en hechos que no lo fueron tanto para sus protagonistas.
Quien piense que vivimos malos tiempos, que tenemos a los dirigentes más tontos o más sinvergüenzas y ladrones de la historia, que se de una vuelta por estas páginas para constatar que la cosa viene de lejos. Menos mal que, de cuando en cuando aparece algún congénere que pone contrapeso de brillantez o bondad en la balanza.



lunes, 14 de julio de 2025

EL EXTRAÑO (THE STRANGER)

 


Wilson (Edward G. Robinson), es un agente de la Comisión de Crímenes de Guerra aliada creada tras la Segunda Guerra Mundial. Busca a Franz Kindler, uno de los cerebros de los campos de exterminio nazis, quien ha borrado su identidad, ahora es Charles Rankin (Orson Welles), un profesor que reside en un tranquilo pueblo de Nueva Inglaterra con su nueva esposa norteamericana. Wilson libera a Konrad Meinike (Konstantin Shayne), excompañero de Kindler, y lo sigue hasta Harper, Connecticut, donde es asesinado antes de que pueda identificar a Kindler. Ahora, la única pista de Wilson es la fascinación de Kindler por los relojes antiguos.


El film adapta una obra del guionista y director de cine ruso de origen judío Victor Trivas, que estuvo nominado al Oscar en el apartado de Mejor Historia por esta película.


Estamos ante una película comercial, en el sentido de que está realizada apenas terminada la II Guerra Mundial y estos temas tenían mucho atractivo para el público de la época. Es probablemente la primera película que muestra imágenes reales de los campos de concentración nazis.
El guion es tenido por endeble y de hecho, el propio Welles no la consideraba una de sus mejores obras, y se realizó solo como una concesión del estudio.
A pesar de todos los pesares, asistimos a otra magnífica interpretación de Orson Welles, en uno de esos papeles de villano que tanto le atraían y, en cuanto a la realización, el maestro norteamericano nos deleita con algunos planos realmente llamativos, los contrapicados en el campanario o el uso atinado de las sombras y un ambiente de tensión y cierta intriga bastante conseguidos aún cuando intuimos desde el comienzo en qué va a terminar todo aquello.




viernes, 11 de julio de 2025

EL CUARTO MANDAMIENTO

 


A finales del siglo XIX, la mansión Amberson es la más fastuosa de Indianápolis. Cuando su dueña, la bellísima Isabel (Dolores Costello), es humillada públicamente, aunque de forma involuntaria por su pretendiente Eugene Morgan (Joseph Cotten), lo abandona y se casa con Wilbur Minafer (Don Dillaway). Su único hijo, el consentido George (Tim Holt), crece lleno de arrogancia y prepotencia. Años más tarde, Eugene regresa a la ciudad con su hija Lucy (Anne Baxter), y George se enamora de ella.


El guion de Orson Welles, que también dirigió el film, adapta la novela The Magnificent Ambersons, del estadounidense Booth Tarkington, ganadora en 1919 del Pulitzer en la categoría de ficción.


Melodrama familiar que contrapone las rancias costumbres frente a la modernidad, con dos amores que no tienen futuro. 
Al parecer masacrada por un montaje ajeno a Welles que suprimió, nada menos que 50 minutos de película y optó por un final del gusto de los productores en busca de la complacencia del público. 
A pesar de todo, una buena película.




jueves, 10 de julio de 2025

LA EMPERATRIZ YANG KWEI-FEI

 


La familia Yang pretende proporcionar al emperador una consorte para poder consolidar su influencia sobre él tras la muerte de su esposa. Para ello, a instancias del general An Lushan (Sô Yamamura), deciden preparar a una pariente  que trabajaba en la cocina. El emperador se enamora de ella y la convierte en princesa: la Princesa Yang Kwei-fei (Machiko Kyô). Los Yang consolidan su influencia, pero An Lushan no queda conforme con la posición en la que ha quedado, lo que le motivará a tomar acciones contra los Yang.


Dirigida por Kenji Mizoguchi y ambientada en la China del siglo VIII, narra la historia de amor entre el emperador Hsuan Tsung (Masayuki Mori), viudo desde hace algunos años, y una joven plebeya que se parece mucho a su mujer fallecida.


Con un delicado uso del color, por momentos el film se transforma en una sucesión de cuadros vivientes, con Mizoguchi desplegando toda su maestría a la hora de planificar y plasmar sus composiciones. La calidad visual de la película y las maravillosas elipsis son otros de los alicientes de un trabajo en el que, una vez más, queda patente la alienación de la mujer en este drama romántico que refleja la pasión, el dolor y el conflicto entre el amor y el poder.




miércoles, 9 de julio de 2025

LA SEÑORITA OYU

 


A Shinnosuke (Yûji Hori) le presentan a Shizu (Nobuko Otowa) como posible esposa, pero se enamora de su hermana viuda, Oyu (Kinuyo Tanaka). Sin embargo la costumbre prohíbe que Oyu se case porque su deber es educar a su hijo para que llegue a ser el jefe de la familia de su difunto marido. Oyu convence a Shinnosuke y a Shizu de casarse para poder seguir cerca de su hermana.


El guion adapta la novela El cortador de cañas, de Junichirô Tanizaki, considerado uno de los maestros de la literatura moderna japonesa, publicada en 1932.


La película de Kenji Mizoguchi elimina gran parte de esa especie de perversidad característica de una parte de la obra de Tanizaki, para centrarse en esa fascinación del director por la relación entre los asuntos del corazón y las costumbres sociales que los moldean y a veces los destruyen. 
Quizá esta historia en manos de otro realizador hubiera resultado un culebrón con tintes de drama romántico, pero la forma de narrar del maestro japonés le da un nivel que va mucho más allá de la propia historia que, por momentos, contiene algunos malos entendidos, ya que no acabamos de tener claro si la protagonista principal acaba de estar enamorada del esposo de su hermana o no.
Mizoguchi nos lleva a un mundo de etiquetas y formas de comportarse muy particular entre estas personas de clase acomodada, relaciones en que la apariencia, desde la vestimenta, hasta el más mínimo gesto, está marcado por las convenciones. Lo hace a través de planos generales, composiciones que semejan cuadros vivientes, en las que todo está pensado de manera artística, con delicados movimientos de cámara que nos conducen por una historia conmovedora, cuya contemplación es una verdadera delicia para quien aprecie el arte de la narración visual.




martes, 8 de julio de 2025

LIBRO DEL DESASOSIEGO

 

Considerado el libro de la vida de Fernando Pessoa, el Libro del Desasosiego se escribió a lo largo de más de veinte años y se publicó 47 años después de su muerte. Por ello, es una obra conjunta de Pessoa y sus organizadores, por tanto, el libro no es obra propia de Pessoa; es el resultado de un monumental esfuerzo crítico y filológico, que conlleva inevitables variaciones entre ediciones. Compuesta por más de quinientos fragmentos, la obra fue escrita por Bernardo Soares, un personaje ficticio que conoció a Fernando Pessoa en un bar y le regaló el Libro del Desasosiego . A diferencia de otros heterónimos de Pessoa, cuyas personalidades y biografías son distintas a las del escritor, Bernardo Soares se considera un semiheterónimo, ya que guarda una gran similitud con el escritor portugués. 
El profesor Caio Gagliardi indica que puede resumirse como «el triste desconcierto» de sus «emociones confusas», según las propias palabras de Bernardo Soares (el supuesto autor/narrador del libro), se destacan el absurdo de la existencia, la incapacidad de adaptarse a la realidad y la relativización de las verdades, incluyendo la idea de Dios y del propio sujeto, que se siente disperso por la fuerza de tanto pensar. La desintegración es efecto de su autoconciencia aniquiladora, del hábito de mirar hacia atrás. El tono melancólico con el que el narrador expone la miseria de su condición es de un desánimo inconfundible. 
Una lectura que debe hacerse con calma y sin necesidad de un orden específico, según el gusto del lector, y que invita a hacer pausas para la reflexión y para percibir las inquietudes que su autor refleja en esta especie de pensamientos e ideas puestos por escrito.