sábado, 20 de marzo de 2021

LA LLORONA

 


Enrique Monteverde (Julio Diaz), un anciano general, criminal de guerra y paranoico, protegido por su fiel esposa, se enfrenta a la muerte mientras es perseguido por los fantasmas de su pasado. El juicio en el que fue condenado por crímenes de lesa humanidad, es declarado nulo por supuestos errores y él resulta absuelto. Entonces, el espíritu de "La Llorona" se libera para vagar por el mundo como un alma perdida entre los vivos. Por las noches, el ex-militar comienza a escucharla llorar, y su mujer y su hija creen que está sufriendo accesos de demencia senil.


El film repasa uno de los momentos más atroces y dolorosos de la historia reciente de Guatemala, ocurrido entre 1982 y 1983, durante la guerra civil de Guatemala (que duró 36 años, desde 1960 a 1996), cuando el gobierno militar llevó a cabo una serie de masacres de campesinos mayas, acusados de colaborar con la guerrilla marxista financiada por la Unión Soviética y Cuba: Decenas de miles de indígenas -hombres, mujeres y niños-, fueron asesinados de forma atroz y sus aldeas fueron arrasadas, fue el llamado Genocidio Maya o Guatemalteco. 
La protagonista es Alma (María Mercedes Coroy), una indígena víctima de las masacres, cuyos hijos fueron ahogados frente a ella por militares que amenazaron con matarla si lloraba. Para narrar este hecho histórico, recrea un famoso mito hispanoamericano, la leyenda de la mujer que ahogó a sus hijos y cuya alma, arrepentida y maldecida, los busca llorando por las noches. 
El personaje del general, puede ser considerado un trasunto del ex-presidente Efraín Ríos Montt, condenado a ochenta años de prisión por el genocidio cometido contra el pueblo Ixil. En la sentencia se consideró probado que los militares a su mando habían asesinado a 1771 ixiles, además de haber violado sistemáticamente a las mujeres y niñas, muchas de ellas convertidas en esclavas sexuales de sus soldados ―algunas de ellas murieron por esta causa―, y haber cometido todo tipo de atrocidades, como abrir el vientre a una embarazada para sacarle el feto, y de vejaciones, como obligar a un padre a ver cómo torturaban y violaban a su esposa y a sus hijos. Sin embargo, la sentencia del juicio fue anulada por la Corte de Constitucionalidad, por tres votos contra dos de los magistrados que componían la Corte, al considerar que el tribunal no resolvió en su día una recusación planteada en contra de dos de sus miembros.


La película se mueve entre el terror (tranquilos, que no da miedo) y la intriga con ese fondo histórico y de denuncia social presente en todo el film. Además del recuerdo de algo que quedó impune, pese al protagonismo de la figura del general Monteverde, es una película sobre todo de mujeres. Las tres generaciones de la familia, sufren en cierto modo, las consecuencias de unos hechos de los que no fueron ni protagonistas ni culpables, si bien es cierto que parte de su estatus social, viene del prestigio de quien hoy es su marido, padre y abuelo, también deben hoy sufrir el estigma que esto supone al caer aquel en desgracia y, además, toda su vida, cada cual en diferente medida han sufrido también la cercanía de esta especie de monstruo y lo han hecho en carne propia. Mujeres son también las otras dos habitantes de la casa y ambas representan la vida desdichada de la población indígena de Guatemala y de Iberoamérica en general, despojada de derechos y sirviente de los criollos que siguen detentando el poder.
Le mezcla entre memoria histórica y leyenda, queda muy conseguida.


Con los títulos de crédito finales, escuchamos la popular canción que lleva el mismo nombre que el film, una versión de la cantautora guatemalteca Gaby Moreno, interpretada por ella misma.




2 comentarios:

  1. Conocía la canción, de la película no había oído nada, pero para eso leemos blog, para informarnos.

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