lunes, 31 de marzo de 2025

EL SOPLO AL CORAZÓN

 


Laurent Chevalier (Benoît Ferreux) es un chico de catorce años que comienza a descubrir la vida. Su padre lo ignora, su madre lo venera y sus hermanos, bastante mal educados, por cierto, combinan gestos de cariño con el abuso propio de los mayores. En poco tiempo, Laurent pasa de ser virgen a tener una experiencia frustrada con una prostituta. Cuando se le detecta un soplo al corazón, Laurent, acompañado de su madre, irá a un balneario, en el que hay una intensa vida social.


Con una banda sonora que se apoya principalmente en temas de Charlie Parker, está ambientada en la década de los 50 de siglo pasado, está considerada como una de las mejores películas sobre la transición de la infancia a la edad adulta. El título, que hace referencia a la enfermedad que contrae el protagonista, puede ser considerado como una metáfora sobre la muerte de la inocencia.


El film puede ser considerado también como una crítica a las convenciones burguesas, pero en el fondo, lo que hace es simplemente retratar esa existencia de gente acomodada sin mayores complicaciones en la vida que las que ellos mismos se procuran. Al tiempo que gira alrededor del joven Laurent, reflexiona también sobre la figura de la madre, una espléndida Lea Massari.


Louis Malle retrata con certeza la evolución en este periodo tan crucial de la vida como es la adolescencia y nos va conduciendo hacia los momentos más llamativos y controvertidos del film con una maestría, naturalidad y una delicadeza que hacen que las escenas más polémicas, resulten de tal sutileza que apenas molestan al espectador, si es que lo llegan a hacer.




viernes, 28 de marzo de 2025

LACOMBE LUCIEN

 


Lucien (Pierre Blaise), un joven campesino cuyo padre está prisionero en Alemania y cuya madre se acuesta con su jefe, intenta ingresar en la Resistencia. Rechazado por el cabecilla local, ingresa por azar en la policía alemana. Con una capacidad asombrosa para amoldarse a lo que su nuevo puesto le exige, su vida cambia cuando se enamora de France Horn (Aurore Clément), hija de un rico sastre judío.


Recibida con polémica en Francia por la visión que ofrece de la sociedad civil durante la ocupación. De hecho, ante las críticas que le llovieron de todos los sectores, su realizador decidió marcharse de Francia y se fue a los EE.UU. 
Los franceses se esforzaron por borrar la realidad de una población dispuesta a colaborar con tal de salvar la vida (recibimos 200 cartas de denuncia cada día, dice una colaboradora de los alemanes), la excusa de unos enemigos (los judíos y los comunistas), les era suficiente para tranquilizar sus conciencias. Un tema tabú, el del colaboracionismo de una población que se amoldó a las circunstancias, y que Louis Malle aborda de una manera que Francia prefiere obviar. 
El guion va firmado por el propio realizador y por Patrick Modiano entonces un joven de apenas 27 años que, cuarenta años después, en 2014, recibiría el Premio Nobel de Literatura, en parte como reconocimiento a sus numerosas obras que retratan la Francia bajo la ocupación nazi.
Con una magnífica ambientación, el maestro francés toma cierta distancia y se limita a narrar hechos, sin tomar partido y sin buscar juicios de valor.


La película aborda no tanto un estudio sobre la colaboración o no con los ocupantes, sino un acercamiento a personas, como el protagonista, que representan a un grupo moralmente inculto, que no se cuestiona lo que está haciendo o dejando de hacer y si esto puede causar daño a otras personas, sencillamente cumplen con el trabajo que alguien les encomienda, situaciones que se acercan a lo que Hannah Arendt definió como banalidad del mal.
Una vez rechazado por el maquis, el protagonista se deja llevar por un grupo de franceses que forman parte de la policía alemana, lo hace sin detenerse a pensar, sencillamente porque allí le hacen caso, le dan una pistola, le compran un buen traje y se encuentra con cierto poder, respetado por sus compinches. Sabe perfectamente lo que está haciendo, pero no piensa en ello, cuando su madre le dice que huya a España, porque lo van a matar cuando llegue la liberación, contesta sencillamente: Estoy a gusto aquí.
Solamente en el último tramo de película, cuando está en el monte con France y su madre, poniendo trampas y lazos para cazar conejos y palomas (algo que se le da de maravilla), sin normas ni horarios, sin autoridades a las que obedecer u obligaciones que cumplir, vemos al verdadero Lucien, feliz, sin pensar en ese mañana que sabe de sobra, será fatídico para él.




jueves, 27 de marzo de 2025

LAS MEJORES INTENCIONES

 


Henrik Bergman (Samuel Fröler), un estudiante de teología pobre e idealista, se enamora de Anna Åkerbloom (Pernilla August), la inteligente y culta hija de una familia adinerada de Uppsala. Tras su boda, Henrik se convierte en sacerdote en el norte de Suecia. Tras unos años, Anna no soporta vivir en el campo con la gente rústica. Regresa a Uppsala, mientras que Henrik se queda en el norte.


Dirigida por Bille August, el guion es de Ingmar Bergman, que relata la historia de sus propios padres y cómo para llevar adelante su amor, hubieron de superar la oposición de a familia de ella y el rígido sistema de clases que imperaba allá a principios del siglo pasado.
Se rodó como una miniserie de seis horas para la televisión, pero fue reducida a tres y presentada como una película convencional en el Festival de Cannes, donde obtuvo la Palma de Oro y Pernilla August, el premio a la mejor actriz.


Bergman nos ofrece una disección sin concesiones de la vida de sus padres, justo hasta el momento en que él estaba a punto de nacer. Pasados los primeros años de enamoramiento y romanticismo en que la pareja lucha contra las circunstancias que les impiden estar juntos, llega la parte de los sinsabores, con un padre con una personalidad que ya intuímos gracias a la escena de apertura del film y que parece que tiene problemas para ser feliz, entregado a su ministerio por encima de cualquier otra cosa, pero, en ocasiones, de una manera muy peculiar. Una madre cuyo sentido de la independencia y su mente cultivada, dificultan que su esposo pueda imponer siempre su criterio por las buenas. Periodos de calma relativa; discusiones, algunas subidas de tono; arrepentimiento y propósitos de enmienda. Al fin, si lo pensamos bien, lo que cualquier matrimonio vive cuando consigue perdurar en el tiempo, pero contado en un guion magníficamente escrito y con una atractiva puesta en escena. 
Diálogos profundos y silencios que también lo son en una película para ver con calma, pues la prolongada duración invita a que busquemos el momento propicio para sentarnos ante la pantalla sin premuras de ningún tipo a fin de conseguir disfrutarla.




miércoles, 26 de marzo de 2025

COMER, BEBER, AMAR

 


Chu (Sihung Lung), un viejo chef, considerado el mejor de Taipei, viudo y con tres hijas, muy distintas entre si. Jia-Jen (Kuei-Mei Yang) es profesora de química, Jia-Chien (Chien-Lien Wu), ejecutiva de una aerolínea, y Jia-Ning (Wang Yu-wen), trabaja en un restaurante de comida rápida. Cada domingo prepara para ellas una suntuosa cena, una tradición familiar que les permite hablar de sus respectivas vidas. Las jóvenes parecen no apreciar estas comidas, preocupadas por sus propios problemas existenciales y sus vidas sentimentales.


El taiwanés Ang Lee nos acerca a la existencia de esta familia, como tantas otras, con sus frustraciones, disputas y puntos de encuentro y desencuentro. Tras haber criado a sus hijas prácticamente solo, Sihung ve cómo llega el momento en que cada miembro de la familia, por lógica, comienza a tomar su propio camino y es esta etapa en la que se centra la narración.


Magnífico retrato de los personajes y sus relaciones, entre ellos y con otros que les rodean en su vida diaria, con la comida como nexo de unión y como parte importante de la película. Un final original y algo inesperado en un film donde el placer de cocinar y el gusto por la buena mesa, siempre está presente.


La escena de apertura, que se puede ver en el siguiente vídeo, nos sumerge en la cocina del chef, preparando magistralmente la cocina tradicional, con magníficos primeros planos de sus gestos, que revelan todo el saber hacer de un gran maestro de cocina. Todo un ballet cautivador que nos provoca envidia por la soltura y el arte con se maneja y nos deja fascinados.




martes, 25 de marzo de 2025

TRES NOCHES

 

Una mujer llamada Susan Morrow se sorprende e inquieta cuando recibe un paquete que contiene el manuscrito del primer libro de su exmarido, Animales nocturnos. Junto a las páginas mecanografiadas, una nota en la que Edward la invitaba a leerlo y a que le envíe una nota con lo primero que se le venga a la cabeza, pues siempre la había considerado como su mejor crítico. 
El libro que recibe Susan es una historia que tiene algo de desagradable y violenta: Tony Hastings, un profesor de matemáticas, conduce a su familia hasta su casa de verano en Maine. Todo es agradable hasta que, en mitad de la noche, los Hastings son abordados por tres hombres que conducen otro automóvil por la misma carretera que ellos y, tras haberlos acosado, les han obligado a detenerse. Dos de los hombres suben al coche con la mujer de Tony, Laura, y su hija, Helen, y se marchan; el otro conduce a Tony hasta un claro del bosque y lo abandona. Lo que sucede a continuación resulta espantoso. 
Al tiempo que lee el libro de su exmarido, Susan no puede dejar de recordar su época de matrimonio con Edward y repasar cómo es su actual matrimonio con un cirujano mujeriego llamado Arnold. 
Resulta curiosa la historia de esta novela que no obtuvo demasiado éxito cuando fue publicada por primera vez en EE.UU. en 1993, a pesar de haber sido elogiada por el Premio Nobel Saul Bellow. Seis años después de que un entusiasta editor la reeditara en el Reino Unido, fue llevada al cine en un film titulado Animales nocturnos, dirigido por Tom Ford y protagonizado por Amy Adams. 
El libro del norteamericano Austin Wright es sencillo en cuanto a trama y narración, pero complicado a un tiempo. A primera vista, la venganza es su tema principal, pero en el fondo hay algo más y ese algo es el poder que tienen las historias, las palabras impresas, para dejar poso sobre nosotros, lectores de libros e incluso influír en nuestras propias vidas, jugando con nuestras mentes.



lunes, 24 de marzo de 2025

ADIÓS, MUCHACHOS (AU REVOIR LES ENFANTS)

 


Durante la ocupación alemana de Francia, en un internado católico para chicos regido por padres carmelitas, Julien Quentin (Gaspard Manesse), un muchacho de trece años, queda impresionado por la personalidad de Jean Bonnet (Raphael Fejtö), un nuevo compañero que ingresa en el colegio después de iniciado el curso. Jean es judío y los sacerdotes lo están ocultando de los nazis. Cuando el Padre Jean (Philippe Morier-Genoud) descubre que el sirviente Joseph (François Négret) está robando provisiones para venderlas en el mercado negro, despide al joven. Pronto la Gestapo llega a la escuela para investigar a los estudiantes y a los sacerdotes que dirigen y trabajan en el internado.


Basada en un episodio que el propio Louis Malle, realizador y guionista del film, presenció de niño, cuando a la edad de 11 años asistía a un internado católico cerca de Fontainebleau. Un día, fue testigo de una redada de la Gestapo en la que tres estudiantes y un profesor judíos fueron detenidos y deportados a Auschwitz. El director de la escuela, Père Jacques, fue arrestado por albergarlos y enviado al campo de concentración de Mauthausen. Murió poco después de que el ejército estadounidense liberara el campo, tras negarse a abandonarlo hasta que se repatriara al último prisionero francés. Cuarenta años después, Yad Vashem, la institución oficial de Israel constituída en memoria de las víctimas del Holocausto, concedió al Padre Jacques el título de Justo entre las Naciones
El protagonista, es el alter ego de Malle, de hecho, el realizador francés, contaba que cuando le ofreció a la actriz franco-canadiense Francine Racette el papel de Mme. Quentin y ella rehusó con el argumento de que ya no hacía cine, Louis Malle le dijo: "No puedes negarte a interpretar a mi madre".
Se dice que Louis Malle, al contrario de lo que ocurre en el film, no entabló amistad con Hans Helmunt Michel (el chico en que se basa el personaje de Bonnet) y que en ningún momento sintió simpatía por él, algo que quizá supuso, por el devenir posterior de los acontecimientos, una especie de trauma para Malle que en el film plasma una amistad que quizá pudo haber sido y no fue. Tal vez esa sea la razón de que la película que él consideraba el comienzo de todo su cine, solo fuera capaz de hacerla treinta años después de haber estrenado su primera película y cuando ya tenía 55 años y un más que contrastado prestigio en el ámbito cinematográfico. El caso es que aquel triste, tremendo y horrendo episodio dejaría en él como un sentimiento de culpa y como dice el narrador al comienzo del film: “Han pasado más de 40 años, pero hasta el día de mi muerte, yo recordaré cada segundo de esa mañana de enero” .


A pesar de que el film retrata a unos muchachos que, en ocasiones, no comprenden bien las decisiones que los adultos les imponen y que asistimos al proceso de maduración de los chicos, Louis Malle no los trata como seres cándidos e inocentes, dejando a un lado el ideal infantil de seres ingenuos que algunas películas construyen; por contra, sí que les vemos actuar con espontaneidad algo pueril. 
Una sutil historia de camaradería en la que se contraponen el coraje y la cobardía que conducen al trágico despertar de estos niños en su transición a la vida adulta.




viernes, 21 de marzo de 2025

PELLE EL CONQUISTADOR

 


Un barco llega entre la niebla matinal. Entre los esperanzados inmigrantes suecos que buscan trabajo, se encuentran Lasse Karlsson (Max von Sydow) y su hijo, Pelle (Pelle Hvenegaard). Lasse es un hombre triste, abatido por la vida; luchando contra lo que le ha supuesto la pérdida de su esposa; deseando defender a su hijo pero temeroso de la autoridad; y encontrando alivio en la botella.


Ambientada en Dinamarca a principio del pasado siglo, el film está basado en el primero de los cuatro volúmenes de la novela del mismo título del escritor danés Martin Andersen Nexø. Es cierto que llama la atención la interpretación de Von Sydow, pero el talentoso director danés Bille August se centra en Pelle cuando él y Lasse encuentran trabajo en Stone Farm. Después de ser humillado por el joven ayudante del capataz de la granja, Pelle se desilusiona cuando su padre no lo defiende. El muchacho admira a Eric (Björn Granath), un inmigrante mayor que él que no se deja intimidar por el capataz y que sueña con ir a Estados Unidos. 
El film obtuvo el Oscar a la Mejor película en habla no inglesa y la Palma de Oro en Cannes. 


Veremos como el protagonista va madurando y creciendo a base de soportar la dura realidad que le rodea, el trabajo casi esclavo de la granja, los desprecios que sufre por su condición de inmigrante y la abrumadora sumisión de su padre, un hombre ya mayor (Pelle fue un hijo tardío), en su afán por mantener lo poco que tienen. 
El chico observa cómo se desarrollan las relaciones entre los adultos y le vemos evolucionar mientras reacciona, aprende y, luego, sigue adelante solo. 
Una bella película que es toda una lección de dignidad a pesar de la pobreza y al afán por la búsqueda de la libertad sin renunciar a los sueños a pesar de las contrariedades.




jueves, 20 de marzo de 2025

EL FESTÍN DE BABETTE

 


En un remoto pueblo danés en el siglo XIX, dos hermanas llevan una vida rígida centrada en su padre, el ministro local, y su iglesia. Ambas tuvieron oportunidades de abandonar el pueblo: una podría haberse casado con un joven oficial del ejército y la otra, con un cantante de ópera francés. En ambos casos ellas renunciaron para pasar toda su vida cuidando a su padre. Muchos años después, cuando su padre ya ha fallecido, acogen a una refugiada francesa, Babette Hersant (Stéphane Audran), que huye de la guerra en su país y acepta trabajar como su sirvienta aunque ellas no tengan dinero para pagarle un salario. Después de ganar un premio de la lotería, Babette quiere recompensar a las hermanas por su amabilidad y se ofrece a cocinar para ellas y los ya ancianos discípulos de su difunto padre, una comida con los mejores platos y vinos franceses, en el centenario del nacimiento de su padre. Resulta ser una experiencia reveladora para todos.


El guion adapta el cuento del mismo título que la película, incluído en el libro Skæbne-Anekdoter, de la escritora danesa Karen Blixen (bajo el seudónimo de Isak Dinesen), cuya obra más conocida es Memorias de África, llevada al cine en 1985.
La película fue galardonada con el Oscar a la mejor película en habla no inglesa.
El vestuario de Stéphane Audran, fue creado por el diseñador germano Karl Lagerfeld.


Con una exquisita ambientación, el film es toda una reflexión moral, religiosa y filosófica sobre la renuncia y sobre la aceptación de los pequeños (o grandes) placeres que la vida nos ofrece. 
Babette llega a una comunidad en que impera el puritanismo, hay que vivir la vida con sacrificio, renunciando a los placeres, que no son sino tentaciones del maligno, para así ganar las delicias del paraíso. Babette es una papista, en el lenguaje de los luteranos, de religión católica y viene del sur, donde dicen que vemos la vida de otra manera, más alegre y luminosa. Ella no busca esos placeres a que renuncian quienes la han acogido, pero si se presentan, pues bienvenidos sean. Al final nos preguntamos, quién tiene más mérito, si las hermanas con su vida ascética, entregadas a cuidar de los más desfavorecidos en los que invierten sus modestos ingresos, o Babette que, en su infortunio, se ve favorecida por la suerte de la lotería con un importante premio y se gasta hasta el último franco en un banquete por todo lo alto. Cada cual sacará sus conclusiones. 
El danés Gabriel Axel, no busca comparaciones, ni mucho menos tomar posición por una manera u otra de entender la religión y su película nos viene a decir que en ambos casos pueden encontrar la felicidad, cada cual a su manera. Las hermanas, porque su vida de renuncia parece que las llena plenamente y Babette, porque para ella, mostrarse espléndida y ejercer su arte en la cocina, es una manera de hacer felices a los demás y, a través de ello, sentirse a gusto consigo misma. 
Un film que se toma su tiempo para presentar a los personajes y sus circunstancias, con cierto tono intimista, pero que en su sencillez y delicadeza alcanza su grandiosidad y belleza.




miércoles, 19 de marzo de 2025

LOS FALSIFICADORES

 


Salomon "Sally" Sorowitsch (Karl Markovics) es el rey de los falsificadores. Vive una vida descontrolada de naipes, alcohol y mujeres en Berlín durante la época nazi. De repente, su suerte se acaba cuando es arrestado por el superintendente Friedrich Herzog (Devid Striesow). Inmediatamente llevado al campo de concentración de Mauthausen, Salomon demuestra allí habilidades excepcionales y pronto es transferido al campo de Sachsenhausen. A su llegada, una vez más se encuentra cara a cara con Herzog, que está allí en una misión secreta. Seleccionados por su habilidad única, Salomon y un grupo de profesionales se ven obligados a producir moneda extranjera falsa (libras esterlinas y dólares americanos), además de pasaportes y otros documentos. El equipo, en el que también se encuentra el detenido Adolf Burger (August Diehl), recibe un trato preferente por su obligada ayuda, pero mientras Salomon sigue las instrucciones que le han dado, contribuyendo a debilitar la economía de los enemigos de Alemania, Adolf se niega a utilizar sus habilidades para beneficio alemán y le gustaría hacer algo para detener la ayuda a los nazis y contribuír al esfuerzo bélico. Enfrentado a un dilema moral, Salomon debe decidir si sus acciones, que podrían prolongar la guerra y poner en riesgo las vidas de sus compañeros prisioneros, son en última instancia las correctas.


En 1942, los nazis pusieron en marcha la denominada Operación Bernhard (Aktion Bernhard), sucesora de otra anterior llamada Operación Andrés (Unternehmen Andreas), cuyo objetivo era falsificar billetes de libra británicos. Al final de la operación, estaban trabajando en falsificar dólares americanos, pero no llegaron a terminar esta fase. 
Los alemanes habían logrado reproducir el papel, los dibujos, las marcas de agua y habían descubierto el algoritmo empleado para crear el código de serie alfanumérico en cada billete. Para los trabajos de falsificación fueron empleados prisioneros de los campos de concentración nazis. 
En 1983, el judío eslovaco Adolf Burger, que había participado en esos trabajos forzados, publicó sus memorias que, con cambios, son la base del guion de esta coproducción austro-alemana dirigida por Stefan Ruzowitzky, que fue galardonada con el Oscar al mejor film extranjero en 2008.


El instinto de supervivencia de estos presos, les les lleva a participar en una operación que de sobra saben va contra los intereses de quienes pueden devolverles la libertad y esta colaboración forzada la llevan a cabo rodeados de los lamentos de sus hermanos de cautiverio, sometidos a toda clase de abusos y vejaciones, sadismo puro, hasta que la muerte, que les va a llegar sí o sí, les libere del sufrimiento. Este es el dilema que plantea la historia: ¿sobrevivir un día más o negarse a colaborar, con lo que ello conlleva? 
Por cierto, aunque el film nos muestra cómo uno de los presos dilata hasta el límite la posible falsificación de dólares, en realidad eso, que realmente sucedió, lo hicieron un poco entre todos, no tanto por una valentía que difícilmente se le puede exigir a alguien en sus circunstancias, sino porque tenía la certeza de que una vez conseguida la falsificación perfecta de la moneda norteamericana, sus captores les iban a matar.
La película en sí está bien, con una atractiva banda sonora a base de música de tango y cortes de música clásica, pero quizá le falta algo de emoción a la hora de conectar con el espectador.




martes, 18 de marzo de 2025

EL NEGRO SENDERO DEL MIEDO

 

Por pura casualidad, un tipo que está sin trabajo, lo encuentra como chófer del dueño de una serie de cabarets de Miami que, además se dedica al contrabando. Conocerá a la esposa de su jefe y se enamora de ella, huyendo ambos a La Habana, pero no sin ser detectados. En la capital cubana, ella es asesinada en extrañas circunstancias, todas las pruebas apuntan a Scott, que compró el arma homicida horas antes en un bazar chino. La policía le detiene y cuando salen de interrogar al dueño del bazar, el presunto asesino escapa, encontrando ayuda y refugio junto a Midnight, una misteriosa mujer que le esconde en el cuartucho en que vive. Ambos emprenderán una frenética carrera para aclarar las circunstancias del crimen. 
El libro tiene un desarrollo en que se deja mucho a la casualidad, algo que, por otra parte, era típico de su autor, aún así, es capaz de retratar con cierta maestría una atmósfera de fatalidad también marca de la casa. Alguien definió a Cornell Woolrich (William Irish es uno de sus seudónimos, con el que firma este libro), como el poeta de la novela negra y aquí hay algunas cosas que cuadran con ello, como el dolor que desprenden los personajes principales, víctimas de ausencias que les han dejado devastados, un asunto que no suele estar presente en este tipo de relatos. Para estos personajes, el día en que empiezan a amar a alguien es el día en que empiezan a perderlo, y la herida permanece abierta toda la vida. 
Gran parte de la acción se desarrolla en el Barrio Chino de La Habana, lo que permite múltiples capas de exotismo, un lugar en el que Scotty se siente extranjero, ya que ni habla ni entiende el español, él no es el típico héroe de novela y será su eventual compañera de fatigas, Midnight, quien vaya desarrollando el plan que logre sacar a Scott de su papel de culpable. 
Es una novela más bien corta, con un ritmo de narración rápido y una soberbia descripción de los lugares en que se desarrolla: tugurios, calles estrechas y oscuras, casas medio ruinosas, y su autor consigue que el misterio de cómo se va a resolver cada una de las peligrosas situaciones en que se halla envuelto el protagonista, te haga interesarte para saber cómo acaba todo aquello. 
Fue llevada al cine por Arthur Ripley en una película de 1946 que aquí se tituló Acosados.



lunes, 17 de marzo de 2025

IN DARKNESS

 


En 1943, la ciudad polaca de Lvov vive sumida en la miseria debido a la ocupación nazi. Un día, Leopold Socha (Robert Wieckiewicz), un trabajador del alcantarillado de la localidad, se encuentra con un grupo de refugiados judíos y los oculta, a cambio de dinero, en el laberinto de las alcantarillas de la ciudad. Sin embargo, Socha va cambiando poco a poco y lo que en principio era una forma de negocio aprovechándose del infortunio ajeno, se transforma en una especie de misión en la que Leopold se siente responsable de la supervivencia de aquellas personas.


Dirigida por Agnieszka Holland, el guion se basa en el libro In the Sewers of Lvov, de Robert Marshall, una conmovedora historia real basada en testimonios orales y escritos, en la que el autor relata cómo un pequeño grupo de judíos logró sobrevivir durante más de un año dentro del laberinto del alcantarillado de la ciudad de Lvov entre ratas, suciedad y el constante discurrir del agua pestilente, enfrentándose a la disentería y a la comida en mal estado. Un relato aderezado con escalofriantes pasajes, como el del comandante nazi haciendo que los niños sean lanzados al aire mientras él apunta y les dispara o las madres arrojándose en silencio desde los tejados después de que se hayan llevado a sus hijos.
El 12 de mayo de 1945, el verdadero Leopold murió salvando a su hija del atropello de un vehículo del ejército soviético fuera de control. En su funeral, alguien dijo: "Es el castigo de Dios por haber ayudado a los judíos". Como si necesitáramos a Dios para castigarnos unos a otros.
Krystyna Chiguer, entonces una niña, fue una de las supervivientes de este dramático episodio, escribió sus memorias en un libro publicado en 2008 titulado La chica de suéter verde (The Girl in the Green Sweater: A Life in Holocaust's Shadow), en el que también narra esta trágica aventura.
Desde 1978, Leopold y su esposa Wanda, ambos católicos practicantes, están entre los más 6.000 polacos honrados por Israel como "Justos entre las naciones".


Magníficamente ambientado y con un buen nivel técnico, el film resulta muy emotivo, trágico, incluso cruel, dadas las situaciones que narra, en ocasiones muy duras por su realismo, pero lo que hace diferente a este film de otros sobre temas parecidos, es el tratamiento que da a los propios judíos implicados en la aventura bien a su pesar. Lejos de sentimentalismos, se muestran momentos en que ellos mismos se tornan en sus peores enemigos, peor que las patrullas alemanas o los policías auxiliares ucranianos, debido a su falta de colaboración con Leopold al que llegan a poner en claro peligro y del que alguno de ellos reniega y se enfrenta con él cuando ya la actitud del polaco había cambiado y les estaba ayudando desinteresadamente, viniéndole con exigencias que harían desistir a cualquiera. Estas situaciones son las que contribuyen a mantener la tensión narrativa. En cualquier caso, situaciones horribles que llevan a los personajes al límite de lo que cualquier ser humano puede soportar. En ese aspecto, la película no ofrece tregua.




viernes, 14 de marzo de 2025

EUROPA, EUROPA

 


Mientras la Segunda Guerra Mundial divide Europa, Solomon (Marco Hofschneider), un judío alemán de dieciséis años, se separa de su familia tras huir con ellos a Polonia y se ve obligado a asumir, a regañadientes, diversas identidades ideológicas para ocultar el mortal secreto de su judaísmo. Es enviado de un orfanato soviético, donde interpreta a un estalinista obediente, al frente ruso, donde se esconde a plena vista como intérprete del ejército alemán, y de vuelta a su país natal, donde asume su papel más peligroso: miembro de las Juventudes Hitlerianas.


Basada en la historia real de un joven judío alemán que sobrevivió al Holocausto al unirse a los nazis. Solomon Perel es el hijo de un vendedor de zapatos judío que llega a la mayoría de edad en Alemania durante el ascenso de Adolf Hitler. En 1938, un grupo de nazis ataca la casa familiar de Solomon en la tristemente conocida como Noche de los Cristales Rotos; su hermana es asesinada y Solomon, junto a su hermano, huye a la parte polaca ocupada por los soviéticos. Solomon termina en un orfanato dirigido por estalinistas; cuando las fuerzas alemanas invaden Polonia, el alemán fluido de Solomon le permite unirse a los nazis como traductor, haciéndose pasar por Josef Peters, un alemán étnico. Con el tiempo, Peters se convierte en miembro de la élite de las Juventudes Hitlerianas, pero como está circuncidado, si se descubre esta circunstancia, pueden deducir fácilmente que es judío y vive con el temor constante de que su secreto sea descubierto.


El guion de la propia realizadora del film, la polaca (también tiene la nacionalidad francesa) Agnieszka Holland, tiene en cuenta el libro escrito por Solomon Perel Hitlerjunge Salomon, en el que cuenta su hazaña, publicado en España con el título Tú tienes que vivir.


En la historia real, el padre de Solomon, era un zapatero polaco que en su juventud emigró a la localidad alemana de Peine, en la Baja Sajonia, donde se casó y tuvo cuatro hijos. En 1933, ante la situación política en Alemania, se trasladaron a Polonia, a la localidad de Lodz, donde había nacido el padre que, durante seis años, administraría una tienda de revistas. En 1939, tras la invasión nazi de Polonia, el segundo de los hermanos de Solomon, se unió a la resistencia polaca, posiblemente hallando la muerte, pues nunca más supieron de él. Solomon y el primogénito, Isaak, intentaron escapar a la zona ocupada por los soviéticos, viéndose separados en un tumulto y mientras Solomon fue rescatado por los soviéticos e ingresando en el orfanato del Komsomol (la organización juvenil del Partido Comunista) en Goradnia, Isaak fue capturado por los alemanes y llevado a un campo de concentración, donde estuvo hasta el fin de la guerra, aunque afortunadamente logró sobrevivir.


En 1941, los alemanes llevan a cabo la Operación Barbarroja e invaden la URSS y los territorios ocupados por esta. Solomon fue capturado, y, aprovechando que conocía el alemán a la perfección, pues era su lengua materna, convenció a los soldados de que él era un alemán étnico (Volksdeutscher), llamado Josef Peters (“Jupp”)  que había sido secuestrado por los soviéticos y le habían robado sus papeles. Los alemanes creyeron está historia. Además, aprovechando que conocía el ruso a la perfección, lo emplearon como intérprete para la Wehrmacht. Su ayuda fue clave en la captura de varios oficiales rusos, entre ellos Yákov Dzhugashvili, hijo de Iósif Stalin. También fue testigo de La Batalla de Smolensk, en julio de 1941. Con esto, se ganó el respeto de la unidad que lo había recogido.


Debido a que era menor de edad fue enviado a una escuela de las Juventudes Hitlerianas en Brunswick, donde continuó ocultando su verdadera identidad. Allí comenzó a sentirse atraído por una alemana llamada Leni, que era una ferviente partidaria del nacionalsocialismo y admiradora del Führer, a la que nunca le revelaría sus orígenes por temor de ser denunciado ante las autoridades alemanas. La madre de Leni descubriría su secreto pero nunca lo denunció. A finales del conflicto bélico, Solomón fue capturado por una unidad militar estadounidense. Al ser tan joven no fue tratado como un prisionero de guerra. Se le permitió viajar y así reencontrarse con su hermano. Posteriormente, Solomón se enteró de que su padre había muerto de hambre en el gueto de Lodz, su madre gaseada en un camión y su hermana ejecutada durante una de las marchas de la muerte.


En 1948, el auténtico Perel se estableció en la recién creada nación independiente de Israel, donde se alistó en el ejército, y combatió en la guerra árabe-israelí de ese mismo año.


El film es una coproducción franco-alemana que no gustó en el país germano donde fue acogida con bastante tibieza, incluso el comité de selección de los Oscar alemanes evitó incluírla como candidata al Oscar a la mejor película en lengua extranjera de ese año, aunque se convirtió en una de las películas alemanas de mayor éxito jamás estrenadas en los EE. UU., ganando un Globo de Oro y una nominación al Oscar al mejor guion adaptado.


Para muchos la obra maestra de su realizadora, un film sobre la supervivencia y la locura de los totalitarismos, en un discurso con ciertos toques de ironía y que deja al descubierto la ampulosidad de estos regímenes y sus métodos para conseguir sus aberrantes objetivos.
Un relato increíble que demuestra una vez más aquello de que la realidad supera la ficción.




jueves, 13 de marzo de 2025

LA TIENDA EN LA CALLE MAYOR

 


Anton "Tono" Brtko (Jozef Króner), es un carpintero que vive humildemente, pero las autoridades le ofrecen ser el controlador "ario" de la pequeña mercería de la viuda judía Lautman (Ida Kaminska). Ella es mayor, algo sorda, con dificultades de visión y está confundida; piensa que Tono es simplemente su nuevo dependiente, aunque Anton intenta que la Sra. Lautmann comprenda que tiene que renunciar a su negocio por ser judía. La extraña pareja comienza a simpatizar. Pero algún tiempo después las autoridades deciden que los judíos deben abandonar la ciudad.


La idea sobre la que se escribió el guion es del escritor y periodista eslovaco Ladilsav Grossman, que había trabajado en Praga como corresponsal y editor del periódico eslovaco Pravda, aprendió checo y en este idioma publicó una especie de guion literario titulado Obchod na korze, pero no era un guion al uso, al menos tal como lo entendemos habitualmente, así que junto a Ján Kadár Elmar Klos, los dos realizadores de la película, lo reelaboró con diálogos en eslovaco. 
Tras la invasión de Checoslovaquia por el Pacto de Varsovia en 1968, Grossman se trasladó a Israel, donde murió en 1981.
La película fue galardonada con el Oscar en 1965, como mejor film extranjero.
 

La película comienza como una especie de comedia y se muestra de forma humorística la vida del protagonista y la relación, nada sencilla, con su esposa, al tiempo que vemos situaciones y comportamientos que ridiculizan a las autoridades fascistas del pequeño pueblo donde se desarrolla la acción y lo absurdo de algunas de las medidas que toman, pero, poco a poco, sin que apenas seamos conscientes de ello, se torna en un drama que deviene en tragedia.
El argumento de la persecución a los judíos ha sido más que retratado en el cine, sin embargo estamos ante una forma diferente de hacerlo. Si los judíos son el colectivo perseguido, la gran mayoría de la gente que vive en la ciudad, son gente normal y corriente, parece que la convivencia es absolutamente normal y somos testigos de la perplejidad con que unos y otros asisten a la evolución absurda, sino fuera trágica, de los acontecimientos que nadie comprende, con lo que la tragedia en que deviene todo aquello resulta aún más emotiva e incomprensible, produciendo en el espectador, además de rabia, una sensación de desasosiego y tristeza.
Una historia de lealtad, traición, cobardía y heroísmo, una exploración mordaz de cómo los pequeños actos (o las pequeñas omisiones) pueden llevar a la complicidad con los horrores de un régimen totalitario y a que, por tratarse de personas como cualquiera de nosotros, nos hagamos la pregunta de siempre: ¿Qué hubiéramos hecho en tales circunstancias?. Desde la distancia todos somos muy valientes, pero había que estar allí en el momento.