viernes, 29 de abril de 2022

EL FUEGO FATUO

 


Alain Leroy (Maurice Ronet), un escritor francés alcohólico, casado con una americana, está a punto de terminar un tratamiento de desintoxicación en una clínica privada. Antes de enfrentarse de nuevo a la vida cotidiana decide visitar a las personas a las que estuvo vinculado en el pasado.


El guión adapta una novela del escritor francés Pierre Drieu La Rochelle, en la que también se basa otra película más reciente (2011), del noruego Joachim Trier, titulada "Oslo, 31 de agosto".


La película tiene un arranque bastante pausado, lento incluso, para ir cogiendo un ritmo más vivo a lo largo de su desarrollo, creo que es un efecto buscado por Louis Malle para contraponer el ritmo de la clínica donde está internado el protagonista, con el del exterior en el que transcurre buena parte del film, en las calles y plazas de un París bullicioso, con sus alegres cafetines y el ritmo frenético de la vida cotidiana de una gran ciudad. 
Seguimos de cerca dos días de la vida del protagonista, un hombre atormentado, en algunos aspectos débil, empujado a una adicción como es la del alcohol que no es sino un refugio de algo que le ocurre y que no ha sido bien tratado médicamente, porque estas patologías, o se ataca el origen del mal, o es difícil que se curen. 
Malle plantea situaciones, sin buscar culpables o conclusiones morales, ni siquiera profundiza en el origen exacto de la enfermedad, sino que expone circunstancias y lo hace muy bien, presentándonos a un hombre derrotado y sin demasiado ánimo para salir del laberinto en que se halla. Las interpretaciones pueden ser variadas, una de ellas, es que esa sensación que tiene Alain de haber perdido el tiempo de su vida, es en realidad un afán por aferrarse a una juventud que, inevitablemente, se nos escapa a todos. Por eso ve como gente acomodaticia, aburguesada a sus antiguos amigos a los que, en realidad, lo que les ha ocurrido es que el paso de los años les ha hecho eso que llamamos sentar la cabeza, muchas veces por una simple razón fisiológica: los años de alcohol, diversión y largas noches, suelen tener fecha de caducidad y Alain parece que no ha asimilado el inexorable paso del tiempo. 
Magnífica interpretación de Maurice Ronet que nos hace sentir todo el vacío interior de su personaje.




jueves, 28 de abril de 2022

Y DIOS CREÓ A LA MUJER

 


En St. Tropez, Juliette Hardy (Brigitte Bardot) es una chica huérfana de dieciocho años, sexualmente muy precoz y activa. Eric Carradine (Curd Jürgens), un hombre rico y maduro, se siente muy atraído por ella. Pero está enamorada de Antoine Tardieu (Christian Marquand), un joven que trabaja en Toulon y es el hijo mayor de una familia humilde que posee un pequeño astillero. El problema es que Antoine sólo quiere tener una breve aventura con ella. Cuando los padres adoptivos de Juliette deciden, en vista de la mala reputación de la chica, que vuelva al orfanato, el hermano de Antoine, Michel Tardieu (Jean-Louis Trintignant), le propone casarse, y ella acepta y comienza a amarlo. Pero cuando la familia Tardieu decide vender el astillero a Eric, Antoine vuelve a Saint-Tropez y renace la pasión de Juliette por él.


Aunque ya había intervenido anteriormente en varias películas, este fue el film que lanzó al estrellato internacional a Brigitte Bardot e hizo de ella un auténtico icono erótico.
En su momento supuso un pequeño gran escándalo en ciertos círculos, yo pienso que más que por los desnudos de BB, que cuando son explícitos, siempre son de espaldas, por la actitud de la protagonista que choca con abiertamente con la concepción moral más conservadora.


Un film cuyos valores cinematográficos son más bien escasos, bastante normalita y con un guión poco o nada brillante. Sin embargo, el paso de los años le ha dado un cierto valor de testimonio de época, el más evidente es el de retratar un Saint Tropez aún alejado del lugar turístico masificado que hoy conocemos, en el que la llegada de veraneantes era poco más que anecdótica, reservada a cierta élite adinerada, con el paisaje natural prácticamente virgen y el urbano en el que aún enseñorean las barcas de pescadores y con los establecimientos hosteleros conservando un aire de taberna portuaria, ciertamente remozadas y con algunos signos de modernidad, pero todavía bastante primitivos. 
Seguro que la actitud de Juliette debió suponer cierto revuelo, lo mismo que su presencia, con esa melena aparentemente salvaje, tan diferente de los cabellos cardados y perfectamente peinados de las heroínas de Hollywood. El personaje está aún lejos de la mujer moderna y liberada que aparecería pocos años más tarde, se nos presenta como una joven algo infantiloide, inmadura y perezosa y, desde luego, la película tiene un aire absolutamente misógino. Sus ansias por divertirse, ir al baile, caminar descalza o vestir con ropas livianas y no ser recatada en sus poses o actitudes, son presentados como defectos o, al menos, como signos de mujer casquivana. La mayoría de los personajes cercanos a la protagonista la culpa de sus deslices y le dedica calificativos tan explícitos e inequívocos como puta o zorra, liberando de toda responsabilidad en su infidelidad al cuñado. Así que el mensaje es claro, el macho hace lo que tiene que hacer y es la mujer la que lo lleva por el camino del pecado.




miércoles, 27 de abril de 2022

EL INGENUO SALVAJE

 


En un pueblo minero del norte de Inglaterra, Frank Machin (Richard Harris) triunfa como estrella de rugby en el equipo local. De carácter violento y arrogante, disfruta de la gloria y de la fama. Sin embargo, la relación con su casera, una viuda de mediana edad con dos hijos, le descubre una nueva forma de ser y de ver las cosas.


Basada en una novela de David Storey, que se encarga de adaptar su propia obra a la pantalla.
El argumento del film gira en torno a un joven minero que encuentra en el rugby la forma de escapar de su duro trabajo. y de la relación que mantiene con su casera, una viuda que le tiene obsesionado aunque ella, mujer curtida por la vida, no está demasiado interesada en mantener ninguna aventura amorosa y menos con Frank a quien considera como lo que es, un verdadero patán de modales bruscos, hoy en día daría el perfil de un maltratador, de esos que primero pegan y después se arrepienten y juran amor eterno para volver a recaer en lo mismo una y otra vez. De fondo, el mundo del rugby y las connotaciones particulares que tenía en esos momentos en Inglaterra, en que los dueños de las minas o de otros negocios lucrativos, lo eran también de los clubs deportivos, porque eran los que tenían el dinero para sostenerlos, que consideran a los jugadores como de su propiedad.


Hay una frase de la señora Hammond (Rachel Roberts), la viuda, que define perfectamente lo que eran estos deportistas que se creían los dueños del mundo porque tenían un salario por encima de lo que se podía ganar trabajando: "Eres un gran mono corriendo por un campo de rugby". 
Frank no es que sea demasiado inteligente, mejor dicho, no tiene modales, ni cultura y no se preocupa por cambiar y para salir de ese mundo casi mugriento, como el paisaje maltratado por el humo de las fábricas, sin demasiadas posibilidades de promoción personal, hay que ser algo más que un buen jugador, al menos saber aprovechar esa circunstancia y Frank no parece que sea ese tipo de persona, como no lo son otros muchos que en cuanto se ven con unas cuantas libras en el bolsillo, se dedican a gastar en cosas superfluas que solo sirven para dar apariencia, pero no saben o no tienen suficiente cabeza para invertir en su futuro. Ese mundo poblado por gente de poca cultura, porque han trabajado desde muy jóvenes, que se sienten alienados por la sociedad que les ha tocado vivir, bailando al son que les tocan los poderosos que son quienes les pagan, lo que conduce a un profundo sentimiento de frustración, es el que pretende retratar el film protagonizado por un Richard Harris que desarrolla un gran papel, un personaje al que comprendemos en parte, pero que también nos crea cierta repulsa por sus modales y su manera de comportarse.




martes, 26 de abril de 2022

SÁBADO NOCHE, DOMINGO MAÑANA

 


Arthur Seaton (Albert Finney) es un joven inglés de carácter agrio y rebelde, irresistiblemente guapo y rebosante de vitalidad animal, Arthur está en contra de la autoridad y es descaradamente amoral. Trata de huir de su rutinaria y aburrida vida como trabajador de una fábrica en Nottingham, bebiendo y divirtiéndose cuanto puede los fines de semana. Ésa es la única meta de su vida: pasarlo lo mejor posible. Al mismo tiempo, mantiene una relación con la mujer de un compañero, y todo se complica cuando se queda embarazada. Mientras tanto, se enamora de una joven de estrictos principios morales que le exige un compromiso serio.


Basada en la novela, en gran parte autobiográfica, de Alan Sillitoe, autor también del guión del film, cuenta con actuaciones poderosas, buenos diálogos y una soberbia partitura de jazz de Johnny Dankworth. Película mítica del llamado Free Cinema británico, tuvo un gran éxito de taquilla. 
La novela de Sillitoe es un retrato generacional excepcional, precursora de esa corriente que retrata generaciones de jóvenes descontentos bajo alguna etiqueta impuesta. En este caso es la de los “Jóvenes Airados” británicos (Angry Young Men).


La película se convierte en muchos momentos en un documento de época, un retrato de la situación de un colectivo que trabaja (no siempre a cambio de buenos salarios) durante toda la semana en aras de conseguir la mayor productividad posible y dedica el fin de semana a escapar de esta tediosa y aburrida existencia refugiándose en el alcohol y el sexo, entrando en un círculo de mayor alienación, ya que la válvula de escape es pura trampa para seguir encerrado en esa existencia sin porvenir. 
Un film con un desarrollo dinámico que quiere ser socialmente comprometido, con personajes absolutamente creíbles y muy bien interpretados a los que el espectador siente cercanos, lo mismo que la historia de sus frustrantes vidas en un entorno urbano propicio para ello.




lunes, 25 de abril de 2022

GENOVEVA (GENEVIEVE)

 


Alan McKim (John Gregson), un joven abogado, participa cada año en el Rally Anual de coches antiguos de Londres a Brighton con su Darraq de 1904 llamado Genoveva. Wendy (Dinah Sheridan), su esposa, que le acompañará en el viaje, opina que la carrera es una tontería y un símbolo de inmadurez. Ambrose Claverhouse (Kenneth More), amigo del joven matrimonio, que también participa cada año en el rally acompañado de una novia diferente, aparece junto a su última conquista, Rosalind Peters (Kay Kendall), que será su acompañante. Aunque Ambrose llega sin inconveniente a Brighton, Genevieve tendrá algunos problemas que no le permiten llegar a la hora para el desfile por las calles de Brighton. Alan y Ambrose deciden hacer una apuesta de 100 libras, que se llevará el primero que llegue al puente de Westminster en su viaje de regreso a Londres. Comienza un viaje lleno de situaciones inesperadas y desagradables al tiempo que graciosas.


La película, que alcanzó gran popularidad en Gran Bretaña, obtuvo el Globo de Oro a la mejor película extranjera y dos nominaciones a los Oscar en 1954.
Sorprendentemente para su época, Genevieve se filmó principalmente en escenarios reales, evitando los platós de estudio (excepto para escenas que transcurren en interiores) y prescindiendo por completo de la retroproyección para las escenas de conducción. En cambio, los actores se sentaron en réplicas de automóviles que se colocaron en camiones de plataforma baja y luego se condujeron durante la filmación, independientemente de las condiciones climáticas variables. En este sentido, la fotografía en color de Christopher Challis es particularmente notable, especialmente si se considera lo voluminosas y poco manejables que eran las cámaras Technicolor en aquellos años.


El viaje de regreso de Brighton a Londres, se convierte en una disparatada peripecia, en la que los dos amigos hacen gala de un infantil sentido de la competición, por contra, las dos partenaires femeninas, se muestran mucho más sensatas y maduras. 
El argumento del film que, en cierto sentido, se asemeja a la fábula de la liebre y la tortuga, es sencillo, como lo es su humor, de los que no provocan la carcajada, pero te mantienen con la sonrisa en la boca a lo largo de toda la película, situaciones algunas veces más previsibles y otras dotadas de cierto ingenio, haciendo una crítica, al tiempo sarcástica y amable, sobre ciertas actitudes de la clase media británica de aquellos años.




viernes, 22 de abril de 2022

TEMPESTAD SOBRE WASHINGTON

 


Robert Leffingwell (Henry Fonda) es el candidato del Presidente de los Estados Unidos para ocupar la secretaría de Estado, pero antes debe someterse a una investigación del Senado, que decidirá si es la persona idónea para un cargo de tanta responsabilidad. Al frente del comité de investigación está el idealista senador Brig Anderson (Don Murray), que descubre que en su juventud Leffingwell estuvo vinculado a una organización comunista. Cuando Leffingwell testifica sobre sus inclinaciones políticas, demuestra su inocencia. 
Más tarde, sin embargo, Anderson se entera de que mintió bajo juramento y le pide al presidente que retire a Leffingwell su confianza.


El guión adapta una novela de Allen Drury, corresponsal en el Congreso de The New York Times durante la década de 1950, mientras escribía el libro, con el que ganó el Premio Pulitzer.


Fiel a su estilo de denuncia, presente en muchos de sus films, Otto Preminger nos acerca una reflexión sobre la hipocresía de la política y los políticos y lo difícil que resulta, en ocasiones, anteponer los ideales a las presiones que surgen a su alrededor a la hora de abordar determinados asuntos en que se pide a estas personas que sean leales al partido al que pertenecen o a las personas que detentan el poder en el mismo, en aras de un supuesto beneficio para el estado que, algunas veces, encubre intereses particulares o modos de hacer política no siempre claros y diáfanos. 
Es una película de personajes y diálogos y para sacarla adelante, además de su talento y de un guión que recoge lo que ya estaba plasmado en la novela, Preminger deja desenvolverse con soltura al magnífico elenco de actores con que contó, encabezados por figuras de renombre como Charles Laughton y Henry Fonda, estupendos ambos en sus papeles y rodeados de una completa lista de secundarios, nombres también muy conocidos (Walter Pidgeon, Don Murray, Franchot Tone, Peter Lawford, Burgess Meredith o Gene Tierney, entre otros) que nos ofrecen interpretaciones de altísimo nivel para un film, quizá un poco largo, es cierto, pero con un profundo e inteligente mensaje.




jueves, 21 de abril de 2022

UMBERTO D

 


Umberto Domenico Ferrari (Carlo Battisti) jubilado de un empleo de funcionario, intenta sobrevivir con su miserable pensión. Sumido en la pobreza, vive en una pensión, cuya dueña lo maltrata porque no consigue reunir el dinero necesario para pagar el alquiler de su habitación. Domenico es demasiado orgulloso para mendigar y decide vender su reloj y sus libros para poder hacer frente al pago, aunque una dolencia de garganta le lleva al hospital y retrasa sus gestiones financieras, además cuando recibe el alta, descubre que la casera está a punto de echarle y ha desaparecido su perro Flicke, el único amigo que tiene junto con María (Maria Pia Casilio), la joven criada de la pensión, embarazada de uno de los dos soldados con quienes estuvo, ninguno de los cuales admite ser el padre de la criatura.


De Sica presenta la historia de este jubilado que intenta sobrevivir en una Italia inmersa en plena recuperación económica tras la guerra. Mantener su dignidad resulta complicado en una ciudad en la que la amabilidad y la solidaridad entre personas parece haber sido engullida por el empuje de la modernidad y llegar a fin de mes con las necesidades básicas cubiertas se torna en tarea titánica y prácticamente imposible.


Última entrega del ciclo neorrealista del actor y realizador italiano, quizá la menos conocida de ellas y, probablemente la menos lograda, en ella se notan algunas situaciones un tanto artificiales y una mayor propensión de De Sica al melodrama. Sin embargo, aunque en opinión de algunos la película haya envejecido, yo pienso que conserva intactos gran parte de sus valores, mostrando el desvalimiento de un colectivo que ya no tiene fuerza para presionar (al menos no la misma que los trabajadores en activo) y hacer valer sus derechos y que debe confiar en la buena voluntad de los demás, algo que, como sabemos, es demasiado confiar. 
La congoja que siente Umberto, un hombre digno, íntegro, cuando se ve en la calle, abandonado, sin nadie a quien recurrir y resistiéndose a vivir de la caridad, traspasa la pantalla y consigue llegar al espectador que siente su abandono y la desesperanza de un anciano que, pese a estar en plenitud de fuerzas mentales y en un relativo buen estado físico, tira la toalla porque no ve salida para su situación desesperada. 
Digo que sigue vigente porque, aunque nos parezca que en nuestro llamado estado del bienestar, estas situaciones son impensables, sigue habiendo ancianos poco menos que abandonados, seguro que sin llegar al extremo que narra la película, pero, sobre todo en las grandes urbes, donde todo está más deshumanizado, hay gente mayor que lo está pasando francamente mal. 
Con un argumento sencillo y transparente, sin artificios, contemplamos todo un drama social y humano emocionante y conmovedor, un film repudiado por el que posteriormente fuera Primer Ministro, el democratacristiano Giulio Andreotti, a la sazón subsecretario de estado, a cuyo cargo estaba, entre otras instituciones, la Oficina Central de Cine. Para recibir un préstamo, un comité dependiente de dicha Oficina, tenía que aprobar el guión, favoreciendo así las películas apolíticas, mientras que las licencias de exportación se negaban a las películas que podían dar mala imagen de Italia. El comité la consideró una película peligrosa debido a la escena de apertura que muestra a la policía disolviendo una protesta de jubilados y la escena final que muestra el intento de suicidio abortado de Umberto. En una carta pública a De Sica, Andreotti criticó al director por su "miserable servicio a la patria" y su falta de "optimismo saludable y constructivo que realmente ayude a la humanidad a avanzar y tener esperanza".




miércoles, 20 de abril de 2022

EL LIMPIABOTAS

 


En la Roma de la postguerra, dominada por la miseria y el desempleo, dos jóvenes limpiabotas sueñan con comprarse un caballo. La única forma de conseguir el dinero necesario es trapichear en el mercado negro, intentando en todo momento no ser detenidos por la policía.


Los dos niños son Pasquale Maggi (Franco Interlenghi) y su amigo más joven Giuseppe Filippucci (Rinaldo Smordoni), a los que Attilio, el hermano mucho mayor de Giuseppe, y su turbio amigo, ofrecen una comisión para que los chicos entreguen productos del mercado negro a una adivina. Una vez que la mujer ha pagado, la pandilla de Attilio llega de repente, haciéndose pasar por policías, para robar a la mujer. Con el dinero que les da Attilio por su "trabajo", los niños pueden hacer el pago final para la compra del caballo que tanto ansían. Pero la mujer a la que engañaron, identifica a Pasquale y Giuseppe, que acaban en una superpoblada prisión para niños y son separados. Giuseppe caerá bajo la influencia de un muchacho mayor, Arcangeli (Bruno Ortensi). Durante el interrogatorio, engañan a Pasquale para que delate al hermano de Giuseppe a la policía. El rencor anidará en lo que antes era una relación de amistad incondicional.


Apenas unos meses después de terminada la II Guerra Mundial, Vittorio de Sica rueda este desgarrador drama con el que, lejos del mundo irreal que mostraba el cine de Hollywood, pone al espectador con los pies en la tierra enseñando toda la destrucción que deja la guerra, no solo material, a través de las imágenes reales de una Roma empobrecida, sino moral y humana, centrándose en los niños, víctimas inocentes del conflicto, muchos de ellos sin padres, malviviendo en ambientes hostiles y obligados a madurar y tomar decisiones para las que no están preparados y que les ocasionarán, algunas veces, amargas consecuencias. 
A pesar de la limitación de medios, es una película muy moderna en su concepción y realización, con un complicado travelling inicial y algunos planos realmente meritorios. Argumento y puesta en escena, valieron al film un Oscar honorífico, precursor de lo que más adelante sería el Oscar a la mejor película extranjera.




martes, 19 de abril de 2022

POSTGUERRA. UNA HISTORIA DE EUROPA DESDE 1945

 

Casi novecientas páginas en formato grande para repasar la historia del viejo continente desde el final de la II Guerra Mundial hasta el año 2005. No es demasiado para abarcar el sin número de acontecimientos que ha vivido Europa en este tiempo, desde el desmoronamiento definitivo del Imperio Británico y los restos del Francés, hasta la caída de los regímenes socialistas del Este de Europa, pasando por la Guerra Fría y el nacimiento y titubeante construcción de la Unión Europea, todos ellos. aspectos y circunstancias que, en cierto modo, han cambiado, si no la faz, sí el pensamiento y la forma de vida de muchos de los ciudadanos que pueblan nuestra Europa.
Tony Judd, todo un referente en la historiografía contemporánea, lleva a cabo un amplio análisis crítico de todas esas circunstancias, muchas veces apoyado en comentarios o ideas de políticos y personajes de la cultura que vivieron en primera persona las turbulencias, avances y retrocesos de todos esos años, con continuas referencias a noticias periodísticas, libros, películas y otros acontecimientos culturales o sociales que también forman parte de la historia.
Antonio Muñoz Molina, al hablar del libro, dice: La ambición a la vez narrativa y reflexiva de Tolstói en 'Guerra y paz' no tiene, que yo sepa, equivalencia en las novelas de las últimas décadas. En cierto sentido, el único libro contemporáneo que se mide con esos modelos no es una novela, sino un libro de historia, 'Postguerra', de Tony Judt. 
De la clarividencia en los juicios y opiniones del autor, fallecido en 2010 a causa de una enfermedad degenerativa, podría citar unos cuantos párrafos del libro, voy ha traer a colación sólo uno de ellos, muestra de esa visión, más teniendo en cuenta que el libro fue publicado por primera vez en 2005: El deseo de recuperar algún tipo de 'respeto' internacional ha orientado gran parte de la política exterior de Moscú después del comunismo y explica tanto la naturaleza de la presidencia de Vladimir Putin como el amplio apoyo con el que éste podía contar, pese al creciente autoritarismo de su política interna (y también a causa de él).
Ilustrado con 77 fotografías representativas y muy bien escogidas, se trata de un libro muy recomendable para los aficionados a la historia, pero también para quienes estén interesados en asistir a un repaso serio, riguroso y ameno sobre el devenir de Europa en la segunda mitad de pasado siglo y el arranque del presente.



lunes, 18 de abril de 2022

LADRÓN DE BICICLETAS

 


En la deprimida Roma de posguerra, Antonio Ricci (Lamberto Maggiorani), un obrero en paro, consigue un sencillo trabajo municipal pegando carteles a condición de que posea una bicicleta. A duras penas, tras empeñar la lencería de las camas, consigue rescatar la bici que tiempo atrás había empeñado también,  pero en su primer día de trabajo se la roban. Junto a su hijo Bruno (Enzo Staiola), Antonio comienza toda una aventura para recuperar su bicicleta mientras su esposa María (Lianella Carell) espera en casa junto con su otro hijo, apenas un bebé.


El reparto está compuesto de actores no profesionales (como en otros films del realizador) y está ambientada en escenarios reales, aunque la apariencia documental de algunas escenas, es solo eso, porque todo (o casi todo), estaba absolutamente planificado por De Sica
La película obtuvo un Oscar honorífico por su conmovedor poder y los valores que transmite.


El guión, de Cesare Zavattini, el propio De Sica y un grupo de colaboradores, se basa en la novela "Ladrones de bicicletas", de Luigi Bartolini, publicada en 1946.  


Hablar de esta película es hacerlo de uno de los grandes títulos del cine mundial de todos los tiempos, de esos que consiguen aunar el parecer de crítica y público y emblema del neorrealismo italiano. Un argumento sencillo perfectamente desarrollado, midiendo el tempo y sublimando las formas hasta alcanzar la perfección, de manera que este relato de unos tiempos material y moralmente miserables en un país devastado por la guerra y sus inmediatas consecuencias, se transforma en una parábola de la miseria y la desgracia humana, en una película que sabe encontrar belleza en el desastre, la inmoralidad, y la pobreza. 
El otro argumento de la película, el más entrañable, es el conocimiento mutuo al que llegan padre e hijo "gracias" al infortunio, que nos regala algunos de los momentos más bellos y evocadores vistos en una pantalla, hasta llegar a esa escena final, todo un homenaje al cine chaplinesco, que encoge el corazón y nos deja perturbados y convencidos de que hemos asistido a la proyección de toda una obra de arte.




viernes, 15 de abril de 2022

PAISÀ (CAMARADA)

 


Ambientados en la campaña italiana durante la liberación de Italia desde julio de 1943 hasta finales de 1944, se desarrollan seis episodios distintos en los que el personal militar estadounidense interactúa con los lugareños italianos, algunos simpatizantes, otros hostiles, mientras los alemanes se ven obligados a retirarse de Sicilia al delta del río Po. Comenzando en Sicilia, una joven lugareña, Carmela (Carmela Sazio), conduce a un grupo de soldados estadounidenses a través de un campo minado con resultados trágicos; luego, en Nápoles, Pasquale (Alfonsino Pasca), un niño huérfano de la guerra, roba las botas de un soldado afroamericano ebrio y luego se reencuentra con él en medio de la ciudad azotada por la guerra. En la Roma liberada, la joven prostituta Francesca (Maria Michi), malvive como puede, mientras espera al soldado estadounidense que se enamoró de ella seis meses antes; en Florencia, durante una batalla en el Ponte Vecchio, Harriet (Harriet Medin), enfermera de un hospital militar estadounidense, arriesga su vida para reunirse con su amante. Luego, tres capellanes del ejército son acogidos en un monasterio católico en las montañas de los Apeninos, aunque solo uno de ellos es católico. Finalmente, en la zona pantanosa del delta del Po, los oficiales de la inteligencia estadounidenses y los partisanos italianos luchan contra los nazis, después de salvar a dos pilotos ingleses derribados.


Con guión del propio realizador, de Federico Fellini y Sergio Amidei y música de Renzo Rossellini, Roberto Rossellini dirige esta historia dividida en seis episodios que estuvo nominada al Oscar a la mejor historia y guión en 1949. 
En el film se intercalan imágenes documentales que incluyen los bombardeos de los barcos aliados sobre las costas de Sicilia, las tropas alemanas que se retiran por las calles de Roma y la entrada triunfal de las tropas estadounidenses en la ciudad cuando son recibidos por una gran multitud de italianos.


El lado feo, horrible de la guerra (¿tiene acaso otro?) es lo que retrata Rossellini en sus historias protagonizadas por quienes de veras sufren la barbarie y las consecuencias de los conflictos. No busquéis grandes generales, héroes arrojados o hazañas deslumbrantes, no los hay. Soldados, partisanos y civiles son los protagonistas, los del escalón de abajo a los que les cae encima toda la basura y la miseria. 
En los relatos con más acción bélica, quienes demuestran algo de alocada valentía, son precisamente quienes menos deberían: la enfermera, y lo hace por encontrar a su novio y el amigo que la acompaña, porque quiere reunirse con su familia. También los partisanos, que se enfrentan a las balas para rescatar el cadáver de un camarada que va a la deriva por el río. Pero los soldados lo que quieren, y así lo expresan en algún momento de forma explícita, es volver a casa y exponerse lo menos posible, no desean ser héroes. 
De uno u otro modo, los episodios van sobre esto, quizá el que se sale un poco de la norma es el del convento, para algunos el mejor, al menos el más llamativo, en el que lo que se plasma realmente, es la ingenuidad de algunos a la hora de resolver conflictos, en el caso de los monjes, aislados del mundo en su vida de retiro y oración, la aparición en el convento de un capellán judío y otro protestante, algo que para su mentalidad es como si en su casa hubiera entrado el maligno, pero no porque teman por sí mismos, sino porque se consideran en la obligación de rescatar aquellas dos almas perdidas hacia la verdadera fé, porque son hombres expuestos a la muerte en cualquier momento y ellos no desean que sus almas se pierdan en el infierno. Un planteamiento de las diferencias religiosas, en lugar de desde el enfrentamiento, como digo, desde la ingenuidad, porque la solución que encuentran estos cándidos seres es hacer ayuno en espera de un milagro. 
Toda la barbarie, el sinsentido y lo execrable de los conflictos bélicos y sus tristes y penosas consecuencias es lo que Rosellini nos acerca con sencillez y realismo en esta producción que no deja de ser relativamente humilde y, quizá por ello, más cercana, impactante y realmente triste, porque la guerra, por desgracia, lo es para quienes la padecen.




jueves, 14 de abril de 2022

LA NOCHE DE LOS GENERALES

 


En la Varsovia de 1942, durante los días de la ocupación alemana, una prostituta es salvajemente asesinada. Un testigo sostiene que el asesino es un general alemán cuyo rostro no ha podido ver, pero sí el uniforme. El mayor Grau (Omar Sharif), encargado del caso, pues la mujer era una agente que trabajaba para los alemanes, debe investigar a tres generales que carecen de coartada, sin embargo, en plena investigación, es ascendido y trasladado a París, donde en 1944, se reunirán él y los tres generales sospechosos y Grau retomará la investigación mientras uno de ellos está involucrado en la trama que prepara un atentado para acabar con Adolf Hitler. La historia se trasladará a Hamburgo en 1965, donde se produce otro crimen similar.


Inusual thriller criminal ambientado en la Segunda Guerra Mundial, con grandes nombres en el cartel y un resultado bastante decepcionante en taquilla, más teniendo en cuenta que su presupuesto es el que corresponde a una gran superproducción. 
Además de conocidos actores (Peter O'Toole, Omar Sharif, Tom Courtenay, Donald PleasencePhilippe Noiret, Christopher Plummer y una breve aparición de la cantante francesa Juliette Greco...), encontramos también a Maurice Jarre, autor de la partitura musical o Sam Spiegel al frente de la producción.
El guión se basa en el best seller del mismo título del alemán Hans Helmut Kirst. La novela es una critica a la moralidad y el comportamiento de la élite nazi bajo la apariencia de una novela policíaca psicológica.


No he quedado nada convencido al ponerle la etiqueta de cine bélico, porque me chirría un poco, pero bueno, así figura en muchas de las páginas que hablan de este film. 
Con un reparto de tanto renombre, una de las cosas que destacan, sin duda, son las interpretaciones, con ese duelo de altura protagonizado por O'Toole y Sharif, magníficamente acompañados del resto de actores y actrices, que resuelven su trabajo con absoluta solvencia. 
En el film se entremezclan elementos policiacos, bélicos y psicológicos, con un protagonista (Peter O'Toole), que es un peligroso psicópata, un degenerado que no tiene reparo en poner en juego la vida de quien se cruce en su camino como vemos ya en las escenas que tienen lugar durante la ocupación de Varsovia. No se si la película consigue trasladar toda la crítica que subyace en la novela hacia la actitud de los alemanes en la guerra y en la inmediata postguerra, para mí, le falta algo, aunque queda clara su hipocresía, la falta de arrepentimiento sincero y el convencimiento de que ellos, en el fondo, tenían una razón para luchar, como se pone de relieve en las escenas finales, que quizá pasen desapercibidas para el espectador medio, más pendiente de la resolución del caso policiaco, pero en ellas vemos a los antiguos combatientes de la División «Nibelungen» celebrando su aniversario, con algunas palabras que demuestran que están convencidos de que hicieron lo que tenían que hacer. 
La película resulta entretenida, quizá un poco larga, aunque no se hace pesada y, ya digo, es un lujo ver cómo se desenvuelven en pantalla estos actores. Atención a algunos de los diálogos, cargados de intención y con frases brillantes.




miércoles, 13 de abril de 2022

ACCIÓN EJECUTIVA

 


Tomando como base datos y hechos que son verídicos, la película imagina cómo pudo haberse preparado y llevado a cabo el famoso atentado que acabó con la vida del presidente John Fitzgerald Kennedy. Una dramatización, como decimos imaginaria, en la que un grupo encubierto de agentes de inteligencia sin escrúpulos, políticos ultraconservadores, intereses comerciales codiciosos y asesinos independientes se alarman cada vez más por las políticas del presidente y deciden librarse de él mediante una "acción ejecutiva" que utiliza tres equipos de francotiradores bien entrenados durante la visita de JFK a Dallas, culpando al supuesto agente de la CIA Lee Harvey Oswald como el único asesino.


La figura del presidente Kennedy, el primer católico en acceder al cargo, ha sido idealizada y mitificada, en buena parte merced a su trágico final, pero esa imagen de político querido y amado por su pueblo que muchos tienen ahora de él, no se corresponde exactamente con la realidad, al menos no con toda la realidad. Una parte, en absoluto despreciable, de sus compatriotas, entre ellos integrantes de ciertas élites, opinaban que Kennedy era en exceso tolerante con el comunismo y que protegía demasiado a los negros; que su proyecto de Ley Anti-Trust perjudicaba gravemente a grupos económicos muy poderosos y que la revisión de la Tasa sobre el consumo de petróleo provocaba inseguridad. Tampoco resultaba satisfactorio para algunos el veto a la C.I.A. que le prohibía colaborar con las multinacionales en la colonización de otros países. A partir de todo lo anterior se aventura una hipótesis sobre la conspiración y el atentado que le costó la vida que constituye la base del guión del film, obra de Dalton Trumbo sobre una historia de Donald Freed y Mark Lane.


Intercalando algunas imágenes reales, sobre todo de fragmentos de discursos de Kennedy y de Martin Luther King, esta modesta producción abrió camino a otros films que abordaron el tema de la teoría de la conspiración alrededor del asesinato del mandatario norteamericano. La película nos advierte desde el inicio de que se trata de una historia que no es real aunque tome hechos de la realidad misma, que es una ficción, pero que las cosas pudieron haber sido así. La mayoría de la narración discurre entre diálogos de los conspiradores, muy interesantes en ocasiones, con un guión bastante bien trabajado. Contemplamos también los supuestos entrenamientos de quienes van a ejecutar el magnicidio y nos vemos envueltos por una historia que resulta atractiva para el espectador, con interpretaciones convincentes, buen planteamiento y adecuadamente desarrollada.
De cualquier modo, como sabrán quienes conozcan la historia de aquellos años y aquellos acontecimientos, hubiera resultado bastante improductivo, hablando en términos egoístas para quienes lo hubieran patrocinado, el asesinato de Kennedy, pues buena parta de sus proyectos pendientes fueron llevados a término por su sucesor y entonces vicepresidente, Lyndon B. Johnson