viernes, 26 de julio de 2024

DESPUÉS DE LA TORMENTA

 


A pesar de haber empezado una prometedora carrera de escritor, Ryôta (Hiroshi Abe) va de desilusión en desilusión. Se ha divorciado de Kyoko (Yôko Maki) y gasta todo el dinero que gana como detective privado apostando en las carreras, por lo que finalmente no puede pagar la pensión alimentaria de su hijo de 11 años, Shingo (Taiyô Yoshizawa). Ahora Ryota intenta ganarse nuevamente la confianza de sus seres queridos y formar parte de la vida de su hijo, frente a los recelos de ellos. La situación no parece fácil, pero un día un tifón obliga a toda la familia a pasar una noche juntos y aclarar de una vez por todas sus nuevas situaciones.

                             

Ryôta ganó un premio literario en su juventud y editaron su libro, pero no ha vuelto a publicar nada, ni siquiera nos consta que haya sido capaz de terminar su nueva novela de la que habla de vez en cuando. No se siente realizado en su trabajo, en el que además trapichea rompiendo la ética profesional chantajeando a algunos clientes para conseguir dinero fácil, un situación que acabará complicándose cuando su jefe descubre sus manejos. Entre su ludopatía y su inmadurez, su vida es un desastre, como lo fue la de su padre recientemente fallecido ("Lo único que tenía bueno era la caligrafía", dice la madre de Ryôta hablando de su difunto marido, cuya muerte ha sido una liberación para ella). 
Las mujeres del film son fuertes y se las apañan bien, dentro de lo que cabe, pese a sus frustraciones. Todo lo contrario que los personajes masculinos.


Es una de las películas menos valoradas de Hirokazu Koreeda, lenta y en la que nada ocurre, dicen algunos, cuando lo que ocurre es, nada menos, que la vida misma, lo que pasa es que aquí no hay personajes llamativos, ni en el buen, ni en el mal sentido, son gente corriente, personas anodinas, del montón, como lo somos la mayoría. 
Esta historia de argumento sencillo queda envuelta en los encuadres y movimientos de cámara tan característicos del maestro japonés y en esas gotas de humor que nos va dejando de vez en cuando ("Deberías salir más y hacer amigas", le dice Ryôta a su madre. "A mi edad, hacer nuevas amigas, significa tener que asistir a más funerales", responde ella).




jueves, 25 de julio de 2024

PETITE MAMAN

 


Nelly (Joséphine Sanz) tiene 8 años y acaba de perder a su abuela. Mientras ayuda a sus padres a vaciar la casa en la que su madre creció, explora intrigada el bosque que la rodea, donde su mamá solía jugar de pequeña. Allí Nelly conoce a otra niña de su edad y la inmediata conexión entre ambas da paso a una preciosa amistad. Juntas construyen una cabaña en el bosque y, entre juegos y confidencias, desvelarán un fascinante secreto.


Céline Sciamma nos acerca al sufrimiento de una mujer a través de una especie de cuento con connotaciones oníricas, en el que la niña, preocupada por la situación de su mamá, quiere ayudarla y acaba comportándose como su mejor amiga para ayudarla a pasar el mal trago que atraviesa.


Es una película modesta en su concepción, reparto, ambientación e, incluso, en su duración, que no llega a hora y media. Lo que ocurre en ese bosque que tiene algo de mágico y cómo va revelando al espectador el misterio, logra captar nuestra atención. 
Al estar dotada de realismo, la historia fantástica hace que el relato se nos antoje cercano y, sin estridencias ni subrayados, nos vemos sumergidos en esta historia de relación materno-filial, conmovedora y sencilla.




miércoles, 24 de julio de 2024

TOMBOY

 


Laure (Zoé Héran) es una niña de 10 años de voz dulce y suave que acaba de mudarse a un apartamento en las afueras de París junto con su hermana de 6 años y sus padres. Sin que su familia lo sepa, inmediatamente intenta hacerse pasar por un niño ante todos los demás niños del vecindario. La artimaña comienza con la primera amiga que hace, una niña de aproximadamente la misma edad llamada Lisa (Jeanne Disson). Después de que Lisa se presente, Laure duda en corresponder. “¿No me dirás tu nombre?” pregunta Lisa. Laure responde: “Mikäel, mi nombre es Mikäel”. Es una mentira que instantáneamente crece como una bola de nieve cuando, un momento después, Lisa presenta a Laure como Mikäel a un grupo de chicos del vecindario. Para complicar la situación está el creciente afecto que Lisa siente por Laure.


¿Es Laure un niño en un cuerpo de niña o es que su mentalidad preadolescente le hace iniciar un juego en el que aprovechando su manera de vestir y su pelo corto se hace pasar por niño simplemente para que otros niños la acepten en las actividades que a ella le atraen y en las que quizá no le dejaría participar por ser niña?
Céline Sciamma juega con la confusión y la forma de actuar de Laure nos resulta algo ambigua, no tenemos claro qué es lo que exactamente pasa por su cabeza. Claro que la realizadora y guionista francesa ya dijo que ella quería que tanto personas transgénero, como aquellas otras que en algún momento de su infancia o adolescencia han sentido confusiones por el género, aunque fueran hetero o bi-sexuales, pudieran sentirse reconocidas y pensar: Eso que le ocurre a Laure, me ocurrió a mí.


Porque esta niña inicia todo aquello como una especie de juego, hasta que los adultos y el entorno social que tanto influye en los niños, la hacen toparse de bruces con la ingrata realidad. Tanto si es por juguetear, como si es por confusión en su género, Laure sufrirá consecuencias y nos hace sufrir a nosotros con ella, porque la película transmite muy bien ese estado de zozobra a que se ve abocada la joven, con la que inevitablemente empatizamos, con ella y con su sufrimiento. 
Se trata de un film que, sin pretender dar lecciones, resulta muy aleccionador, con una trama sencilla y unos niños que actúan como tales, despreocupados, incluso compasivos y solidarios en ocasiones y algo crueles y mezquinos en otras, como suelen ser en la realidad. Al final, en lo que incide especialmente la historia es una crítica hacia los roles de género establecidos (las niñas de rosa, los niños de azul y todo eso) que ocasionan que personas que se sienten inclinadas a romper esos esquemas pasen por momentos muy complicados en medio de críticas ácidas y feroces por salirse del estereotipo y más cuando son niños, sin referencias y sin herramientas para gestionar la situación, que solo se adquieren con una experiencia de la vida de la que ellos carecen.




martes, 23 de julio de 2024

RETRATO DE UNA MUJER EN LLAMAS

 


Marianne (Noémie Merlant), una pintora, recibe un encargo de una condesa que consiste en realizar el retrato que enviará al hombre con el que pretende casar a su hija Héloïse (Adèle Haenel), una joven que acaba de dejar el convento y que tiene serias dudas respecto a su próximo matrimonio. El retrato debe hacerse sin que Héloïse lo sepa, por lo que Marianne debe observar a su modelo durante el día, para pintar en momentos en que esté sola. Las dos mujeres se vuelven más cercanas mientras comparten los últimos momentos de libertad de Héloïse antes de la inminente boda.


Escrita y dirigida por la francesa Céline Sciamma, la película se ambienta en la Francia de 1770 y trata de reivindicar el papel de la mujer en el mundo del arte (y por extensión en la sociedad en general), borrado u ocultado bajo seudónimos masculinos o presentando sus obras con el nombre de sus esposos o padres. Pero no solo la presencia de las propias artistas, sino también la de sus modelos que, según Sciamma, no se limitaban a un papel estático, sino que aconsejaban o sugerían a pintores y escultores sobre la realización de sus obras.


La realizadora francesa ha querido presentar otra cara del amor lésbico, en esta ocasión protagonizada por mujeres cultas e inteligentes, pero totalmente normales, por así decirlo, y si algo consigue es capturar la esencia de enamoramiento, algo tan etéreo como difícil de conseguir, todo ello en un film realmente bello, con muchas escenas que semejan obras pictóricas en que la composición, el entorno o la luz, cobran absoluto protagonismo. Una historia de mujeres y sobre mujeres, realizada con delicadeza y encanto, con una estética que transmite belleza y sentimiento.




lunes, 22 de julio de 2024

DIÊN BIÊN PHÙ

 


Un periodista americano se encuentra en Vietnam cuando comienza la batalla de Diên Biên Phù entre el ejército francés y las guerrillas del Vietminh, la cual acaba con una derrota de las fuerzas francesas y la retirada de Francia de Indochina.


Muy bien ambientada, la película nos traslada al Hanoi de 1954, por un lado y a la primera línea de batalla alrededor de la fortaleza de Diên Biên Phù. Ambos escenarios, como digo, bastante bien recreados, con los soldados franceses sufriendo los tremendos aguaceros y soportando el embarrado terreno en que se desarrolla el combate.


Quienes conocemos la historia, quizá echamos de menos que hubiera algún mínimo indicio de cómo se vio aquello desde el lado vietnamita, pues toda la acción transcurre desde la perspectiva francesa y para quienes no tengan demasiada idea de aquel acontecimientos histórico, es posible que el desarrollo de los hechos resulte un tanto confuso y no aprecien, porque la película no lo señala con precisión, que Diên Biên Phù era un enclave considerado poco menos que inexpugnable y que buena parte del éxito del Vietminh, se debió a la estrategia del general Giap y a saber aprovechar su potencia de fuego artillero, llevando las piezas a puro brazo a través de la selva y planteando una situación inesperada para los franceses. Aunque por confuso que resulte, al final la cosa se reduce al Vietminh avanzando y a los franceses replegándose y dejando centenares de muertos enterrados en fosas comunes. 
Lo que sí plantea la película es una visión crítica, pues como en tantas otras guerras, queda patente el sinsentido de la misma y el afán de las autoridades coloniales para aferrarse a unas posesiones que muchos no sentían como propias y no es lo mismo luchar por defender tu casa que un lugar que no deja de resultarte extraño. "Los políticos nos han enviado a una cruzada", señala un oficial, queriendo significar que están en un lugar lejano que no sienten como propio y que las probabilidades de éxito son prácticamente nulas. 
El principal interés del film es, seguramente, que narra unos hechos poco conocidos para nosotros (no para los franceses) y, como he señalado, que están bien recreados los escenarios.




viernes, 19 de julio de 2024

CONTRATÉ A UN ASESINO A SUELDO

 


Tras quince años de servicio, Henri Boulanger (Jean-Pierre Léaud), un emigrante francés en Gran Bretaña, es despedido de su puesto de trabajo como empleado de la empresa de abastecimiento de agua de la ciudad. Sorprendido y desesperanzado, intenta suicidarse, pero no puede hacerlo, por lo que contrata a un asesino a sueldo en un bar de mala muerte para que lo asesine en algún momento no especificado en el futuro. Pero casi de inmediato conoce y se enamora de Margaret (Margi Clarke), una vendedora de flores, lo que hace que Henri se dé cuenta de que, después de todo, su vida tiene algún significado. Pero cuando regresa al bar para cancelar el contrato, descubre que ha sido demolido y no hay forma de ponerse en contacto con el asesino.


Aki Kaurismäki abandona aquí los escenarios habituales de su Finlandia natal para situarnos en un Londres decadente y mugriento, alejado de los distritos financieros y turísticos de la ciudad. 
Los interiores en que se desarrolla la acción no son menos decrépitos: La oficina en que trabaja, con su aspecto casi dickensiano; los hoteles con paredes desconchadas, humedades y armarios cuyas puertas no cierran o la destartalada buhardilla en que vive en el ahora elegante Portobello Road. Muestra el realizador una ciudad que se degrada, pero que se transforma para renacer con más ímpetu, pues de fondo a los barrios marginales, vemos los nuevos edificios que van ampliando el contorno más moderno de la ciudad y que avanzan sobre las ruinas de lo antiguo, pero siempre fuera del alcance de las clases humildes, como si fuera el decorado de sus míseras vidas, que ven a lo lejos, pero que les está vedado.


Una comedia oscura, casi absurda, en la que su realizador ofrece una sonrisa a quien quiera y sepa aceptarla, sin artificios, con esa sencillez tan característica del autor y yendo directamente al meollo de la cuestión. Kaurismäki sabe lo que quiere contar y lo hace, pero sabiendo trasladar al espectador esa sensación de esperar lo imprevisible tan difícil de encontrar en otras historias que quizá sean más canónicas, pero carecen del magnetismo de ésta, quizá por lo surrealista de algunas de sus situaciones.




jueves, 18 de julio de 2024

SOMBRAS EN EL PARAÍSO

 


Nikander (Matti Pellonpää) conduce un camión de basuras en Helsinki. Su vida, hasta entonces más o menos feliz, sufre un duro contratiempo tras perder a su compañero de trabajo por un repentino ataque al corazón. Pero su situación cambia cuando conoce a Ilona Rajamäki (Kati Outinen), una mujer que trabaja en un supermercado como cajera.


El film no deja de ser una historia romántica, eso sí, contada bajo el particular punto de vista de su realizador y guionista Aki Kaurismäki.


Con la economía de medios que en él resulta habitual, el director finlandés nos sumerge en un mundo en las antípodas del glamur, con personajes casi hieráticos y esos diálogos escuetos que, en ocasiones, nos hacen sonreír por la aparente simplicidad de quienes los protagonizan. 
Una historia vacía en apariencia, pero llena de vida y de cercanía, con personajes que se nos antojan reales, cargados de los miedos e inseguridades que a todos nos rodean.




miércoles, 17 de julio de 2024

ARIEL

 


Taisto Kasurinen (Turo Pajala) es un minero del carbón cuyo padre acaba de suicidarse y al que se le acusa de un crimen que no cometió. En la cárcel, empieza a soñar con salir del país y comenzar una nueva vida. Se escapa de la prisión pero las cosas no salen según lo planeado.


Con homenajes explícitos a Bresson (Un condenado a muerte se ha escapado) o a los clásicos del cine negro (El último refugio) y una banda sonora con músicas dispares, Aki Kaurismäki nos acerca esta peculiar historia con toques surrealistas y de humor negro y una latente crítica social en la que ya empezamos a ver algunas de las constantes de su cinematografía. 


Personajes que son perdedores de la vida obligados a vivir en los márgenes sociales, en este caso con un punto de épica en el protagonista que se enfrenta al mundo hostil de la gran ciudad, él que viene de provincias y que ha llegado hasta aquí huyendo de las incertidumbres que se avecinan al haber cerrado la mina en que trabajaba, cargado de ilusiones y esperanzas, sin embargo no dejará de sufrir un revés tras otro hasta que encuentra refugio en Irmeli (Susanna Haavisto) y su hijo, dispuestos a recibirle y formar una familia a su lado. 
Ante las injusticias y los desaires de la vida, el Ariel, un barco que viaja a México, será la ventana de escape a una nueva vida donde poder realizar sus sueños.




martes, 16 de julio de 2024

LA CHICA DE LA FÁBRICA DE CERILLAS

 


Una joven solitaria hace un trabajo mecánico y rutinario en una fábrica de cerillas. Cuando llega a casa debe soportar a su perverso padrastro y la falta de cariño de su madre. Por las noches sale a bailar intentando divertirse y encontrar pareja, pero nunca tiene suerte.


Iris (Kati Outinen) tiene un trabajo sin futuro y, si la convivencia en el domicilio familiar resulta más que complicada, su vida social es un desastre. Pero cuando queda embarazada después de una aventura de una noche con un hombre que pensaba que era una prostituta, decide que ya es suficiente y planea su venganza.


Con muchos más silencios que diálogos (hasta los quince minutos de esta película de poco más de una hora, no oímos hablar a ninguno de los personajes), Aki Kaurismäki nos acerca la historia de esta chica, ya no tan joven, que busca compañía casi desesperadamente, un ser amable y predispuesto a entregar y recibir lo que quieran darle que se parezca al amor, pero la realidad es la que es y se encuentra más sola y perdida que un náufrago en una isla desierta, sólo que en esta isla hay gente alrededor, gente que va cada cual a lo suyo de manera automática, como las máquinas de la fábrica de cerillas. 
Mientras, los noticiarios televisivos nos sitúan en el tiempo hablándonos y mostrando imágenes de los sucesos de la Plaza de Tiananmen, estamos en 1989. 
Iris llora en el cine, emocionada por la película romántica que contempla; busca una pareja de baile que la ayude a abstraerse de su desastrosa vida familiar; y aguanta los desplantes que recibe a cambio: humillación y desprecio. Hasta que la delicada criatura dice basta y se rebela contra el mundo hostil. La música, los sonidos cotidianos y las imágenes, resultan suficientes para que sepamos lo que ocurre, lo vemos de inmediato sin que haga falta que nos lo expliquen. 
Una triste historia contada de manera sencilla y en la que, al contrario de lo que ocurre en otros films del autor, no hay atisbo de esperanza futura.




lunes, 15 de julio de 2024

NUBES PASAJERAS

 


El conductor de tranvía Lauri (Kari Väänänen) pierde su trabajo. Poco después cierra el restaurante donde trabaja como maître su mujer Ilona (Kati Outinen). Demasiado orgullosos para solicitar el subsidio por desempleo, se esfuerzan por encontrar nuevos trabajos. Pero son completamente desafortunados y torpes: a un desastre le sigue el siguiente.


Melodrama, algunos dicen que cargado de humor negro, yo pienso que es ese humor particular de Kaurismäki, en el que el autor finlandés narra las desventuras de un matrimonio aparentemente sin esperanza. Pero se tienen el uno al otro y, al final, la esperanza abre algo más que una puerta a su futuro y al de quienes les rodean, a los que proporcionan también una salida y, sobre todo, la fe en que todo puede cambiar y que los malos tiempos son como esas nubes de tormenta a las que vemos pasar raudamente sobre nuestras cabezas.


Hay quien compara el cine de Kaurismäki con el de Bresson o Tati por esa concisión en las imágenes que bebe mucho del cine mudo, para algunos el cine con mayúsculas, todo al servicio de la imagen, con diálogos parcos e incluso esa buscada inexpresividad de los actores. Aquí tenemos todas esas constantes del cine del finlandés; su estética; las situaciones extrañas; las transiciones cortantes; los diálogos escuetos; la puesta en escena reducida a la mínima expresión; la banda sonora tan bien elegida, con esas secuencias tan evocadoras de las parejas bailando a ritmo de tango (¡cómo no!) la noche en que cierra el "Dubrovnik";  y esa certera muestra de la otra cara del estado del bienestar de nuestras sociedades occidentales deshumanizadas en las que, por fortuna, siempre queda algún soñador, algún romántico, que nos devuelve la fe en el ser humano.




viernes, 12 de julio de 2024

UN HOMBRE SIN PASADO

 


Un hombre llega a Helsilki y es asaltado por una pandilla de jóvenes fanáticos, recibiendo una paliza tan brutal que le deja prácticamente sin vida. Cuando en el hospital le dan por muerto, se levanta repentinamente de la cama y se marcha, pero sufre amnesia a consecuencia de los golpes recibidos, nadie sabe quien es, ya que los asaltantes se llevaron su documentación y él ni puede conseguir trabajo, ni un lugar donde vivir, por lo que comienza a vivir en las afueras de la ciudad entre gente marginal.


Con un humor muy particular que aparece de cuando en cuando, el finlandés Aki Kaurismäki, guionista y realizador del film, aprovecha la historia de desamparo del protagonista para sumergirnos en el mundo de los desheredados, poblado por singulares personajes y algunas veces más trágico por el hecho de vivir en sociedades desarrolladas, aunque bien es cierto que siempre resulta más fácil en ellas encontrar apoyos para situaciones desesperadas, pero, por otra parte, el desprecio del entorno se torna más sangrante.


El film también saca a primer plano los abusos de la autoridad, lo ridículo de algunas normas y leyes, la burocracia (tanto pública como privada), que dan pie a situaciones surrealistas, incluso vergonzosas. Como en otros films del autor, la banda sonora parece contrastar a veces con las crudas situaciones que contemplamos y, en cierto modo, alivia la dureza del relato.
Una película comprometida en su discurso contra la avaricia y el capitalismo exacerbado, pero cargada de ternura por la curiosa historia romántica que vive el protagonista y por algunos momentos de solidaridad humana que se suceden.




jueves, 11 de julio de 2024

LOS EXÁMENES

 


Romeo Aldea (Adrian Titieni), un médico que vive en una ciudad de montaña de Transilvania, ha criado a su hija Eliza (Maria Dragus) con la idea de que una vez que cumpla 18 años se marchará a estudiar y vivir en el extranjero. Su plan está a punto de tener éxito: Eliza ganó una beca para estudiar psicología en el Reino Unido. Sólo tiene que aprobar sus exámenes finales, una formalidad para una estudiante tan buena. El día antes de su primer examen escrito, Eliza es asaltada en un ataque que podría poner en peligro todo su futuro. Ahora Romeo tiene que tomar una decisión. Hay maneras de solucionar la situación, pero ninguna utilizando los principios que él, como padre, le ha enseñado a su hija.


A sus casi 50 años, Romeo hace tiempo que dejó atrás las ilusiones relacionadas con su matrimonio, ahora acabado, y su Rumanía, destrozada por los acontecimientos. Para él, todo lo importante es su hija y, tras el ataque sufrido por esta, hará todo lo que esté en su mano para que el destino que ella ha elegido, no se vea perturbado.


El rumano Cristian Mungiu, autor del guion y realizador del film, nos acerca un retrato por momentos devastador, de la situación de su país tras la caída del nefasto régimen de Ceaușescu, en el que la corrupción y el clientelismo se han convertido en parte de la vida diaria de las personas. "Si algo quieres, algo has de dar a cambio" y funcionarios y particulares de todo tipo y en cualquiera de las escalas, forman parte del círculo del que nadie escapa tarde o temprano, algo que, por otra parte, a mayor o menor escala, ocurre prácticamente en todos lados, sin ir más lejos, la película podría estar hablando perfectamente de una historia de nuestro propio país. 
Por otra parte, la historia particular de Romeo y su familia, un hombre, hasta entonces íntegro, pero que llegado el momento de proteger a su hija, cae también en la dinámica del sistema, convencido de que el fin justifica los medios y de que no hay otra salida si quiere darle a la joven Eliza una oportunidad en la vida lejos de este mundo en decadencia. Ahí estará ella, plantando cara a su padre y recordándole que él y su esposa, la han educado de otra manera, enseñándola que hay valores que deben defenderse para poder levantarse cada mañana con la conciencia tranquila.
 



miércoles, 10 de julio de 2024

4 MESES, 3 SEMANAS, 2 DÍAS

 


Rumanía, 1987: el país se encuentra bajo el férreo régimen comunista de Ceaușescu; el control de la natalidad es ilegal y el aborto es un delito. Otilia (Anamaria Marinca) y Gabita (Laura Vasiliu) son estudiantes y comparten habitación en una residencia universitaria. Gabita está embarazada, pero no quiere tener al niño. Las jóvenes acuerdan un encuentro con un tal Sr. Bebe (Vlad Ivanov) para que le practique un aborto ilegal en la habitación de un hotel.


Es cierto que en la película queda patente la situación que se vivía en Rumanía en los últimos años de la dictadura, que el miedo se palpa en muchas escenas, incluso las que reviven situaciones cotidianas, y no menos cierto que podemos interpretarla como un canto a la amistad llevada al extremo, porque lo que Otilia hace por su infantil y desnortada amiga Gabita, va mucho más allá de lo que cualquier ser humano haría en circunstancias similares, pero Cristian Mungiu, su realizador, comentó cuando presentó su película en el Festival de Cannes de 2007, en el que obtuvo la Palma de Oro que el film Es sobre todo una historia de elecciones personales. Es también una historia sobre las consecuencias sutiles y a menudo invisibles del adoctrinamiento (...) Pero es, principalmente, una historia sobre el aborto, en una época donde estaba considerado como un acto de libertad y de protesta contra el régimen comunista, que prohibía el aborto con el fin de aumentar la mano de obra disciplinada.
Y es que en Rumanía, no sólo el aborto era ilegal, sino también la anticoncepción. En un esfuerzo por aumentar la población menguante, el régimen dictatorial comunista había emitido el Decreto 770 en 1967 que prohibía no sólo el aborto sino también los medicamentos anticonceptivos. Las mujeres al principio de la película obtienen sus píldoras anticonceptivas ilegalmente a través del mercado negro, así como productos de lujo como jabón y cigarrillos. 
La prohibición del aborto en Rumanía desde 1966 llevó a la muerte a más de medio millón de mujeres en veinte años. 


La película no se muestra a favor o en contra del aborto, plantea una cruda situación y será el espectador el que haya de sacar sus propias conclusiones. Es evidente que el tema tratado provoca controversia, pero el film trata de huir de la obscenidad y el morbo, aunque es cierto que eludiendo algunas situaciones muy duras que transcurren fuera de cámara, no esconde otras no menos impactantes, como si en un determinado momento, el realizador dejara de lado su imparcialidad para mostrarnos aquello que el espectador esperaba no tener que ver.