viernes, 29 de diciembre de 2017

HACIA RUTAS SALVAJES

Cristopher McCandless (Emile Hirsch), es un prometedor estudiante que, tras graduarse en la Universidad, decide abandonar las comodidades de su mundana existencia y adentrarse en los más inhóspitos parajes norteamericanos, desde Dakota del Sur hasta los bosques del Gran Norte. En el camino, conoce a un puñado de pintorescos personajes que no encajan con la sociedad estadounidense, ayudándole a conocer la vida y aprendiendo modos diferentes de comprender la realidad y el mundo que nos rodea.
Era abril de 1992, cuando Chris McCandless, con apenas 24 años, se internó solo y apenas equipado por tierras de Alaska. Había regalado todo su dinero y abandonado su coche, y soñaba con una vida en estado salvaje. Cuatro meses más tarde, unos cazadores encontraron su cuerpo sin vida. Su historia, difundida en un reportaje de Jon Krakauer, suscitó una agitada polémica. Para unos, era un intrépido idealista; para otros, un loco y un ingenuo sin el menor conocimiento de la naturaleza. Pero, ¿por qué un joven recién graduado decidió cortar todos los lazos con su familia y perderse en una región inhóspita? Antes de desaparecer, Chris McCandless escribió a un amigo: «No eches raíces, no te establezcas. Cambia a menudo de lugar, lleva una vida nómada… No necesitas tener a alguien contigo para traer una nueva luz a tu vida. Está ahí fuera, sencillamente.»


Jon Krakauer, alpinista y colaborador de la revista Outside, escribió en 1993 un reportaje sobre la desaparición del joven Chris McCandless que impresionó a miles de lectores. Krakauer fue finalista del Nacional Magazine Award por su reportaje sobre McCandless y posee el Alpine Club Literary Award.
Su libro es el que ha servido de base para esta película con guión y dirección de Sean Penn.


La película va mezclando secuencias del viaje del protagonista, con flashbacks que explican su pasado familiar y con otras que narran su estancia en Alaska, en su refugio improvisado dentro de un autobús abandonado en mitad de la nada, rodeado de bosques y de nieve durante la larga estación invernal.
Diez años estuvo esperando Sean Penn para sacar adelante este proyecto, ante las reticencias de la familia McCandless, los padres y hermana de Chris, a quienes no quería incomodar con una película con la que se sintieran heridos en sus sentimientos.
Al final nos traslada esta historia que es básicamente la de un viaje, existencial si se quiere y en la que, como tantas veces ocurre, lo de menos es el final, y lo más enriquecedor son las experiencias del camino.
Cuenta con una interesante banda sonora, un magnífico montaje y una fotografía excepcional, bellísima, una auténtica obra de arte que firma Eric Gautier.


Estamos ante una película cautivadora a la que la mayoría de las críticas negativas le vienen de parte de gente que está en contra o no entiende la posición del auténtico Cristopher McCandless y que no logra o no sabe separar lo bien o mal que te caiga una persona o un personaje de lo bien o mal que esté contada su historia.
En este caso, podemos estar en contra de la actitud del protagonista hacia sus padres, a los que culpabiliza de sus frustraciones y a los que "castiga" haciéndoles sufrir sin darles noticia alguna de su paradero, algo que alcanza el summun del egoísmo cuando también lo hace con su hermana que se siente traicionada al ser tratada como sus padres, cuando ella estaba tan unida a su hermano, al que admiraba y que la decepciona en este aspecto.
Pero eso se nos cuenta en la película, el guionista y realizador de la misma, no trata de justificar a Chris, quizá a ojos de alguno, parece que se pone de su parte, pero si miramos bien, lo que está haciendo es contándonos su historia y los hechos tal y como nos han llegado, para que seamos nosotros quienes juzguemos si Chris nos cae bien o mal, si nos parece un auténtico héroe, al deshacerse de todo su dinero y lanzarse a la aventura o lo consideramos un descerebrado por meterse en un terreno inhóspito sin llevar ni siquiera un buen mapa de la zona.
Es más, hay momentos de la película, en los que algunos de los personajes que va conociendo y con los que traba amistad, le reprocha que se oculte de sus padres, que los haga sufrir de esa manera con su escapada.
La actitud de Chris tiene una parte de pataleta de adolescente, que nos choca porque él ha dejado de serlo, pero, por otro lado, nos representa al tipo que decide, en un momento dado de su vida, nacer de nuevo y para ello, renuncia a cualquier cobijo que le pueda ofrecer su familia, buscándose la vida por sí mismo.
El film da para unas cuantas reflexiones, todas válidas, porque seguramente las respuestas a la odisea de este hombre son varias, dependiendo de quien las contemple.
En cualquier caso, es una película diferente, opino que muy bien llevada por Penn que logra, mediante esa mezcla de imágenes del presente con las del viaje, hacernos el film muy ameno y dejarnos ese desasosiego de haber contemplado una historia bien filmada, con un envoltorio excelente en cuanto a belleza de imágenes y logradas interpretaciones, pero también, un mensaje que cada uno debe interpretar a su manera.




jueves, 28 de diciembre de 2017

EL ALMIRANTE

En esta película, basada en hechos reales, un oficial ruso entregado en cuerpo y alma a la monarquía, el almirante Koltchak (Konstantin Khabenskiy), tras demostrar su valentía, liderazgo y habilidad bélica contra los alemanes en el Mar Báltico durante la Gran Guerra (I Guerra Mundial),  y más tarde como comandante de la flota del Mar Negro, llegará a convertirse en líder del llamado Ejército Blanco, que luchó contra los bolcheviques tras la revolución de 1917 y el derrocamiento del Zar. Aleksandr Vasilievich Koltchak está casado, pero no puede dejar de lado, aunque lo intenta, el intenso romance que vivió junto a Anna Timireva (Elizaveta Boyarskaya), su amor prohibido y, a la sazón, esposa de otro oficial. Su única salida ahora es afrontar el destino y embarcarse con rumbo a Siberia, donde se las verá con los sublevados y, también, con la única mujer a la que ha amado de verdad, que reaparece en su vida.
Y es que tras ser obligado por los marineros revolucionarios a dejar el mando, cosa que acepta para evitar el derramamiento de sangre, Koltchak no se resigna a ser testigo de la nueva situación que atraviesa la vieja Rusia y decide ser partícipe activo de la lucha de aquellos que se oponen a los nuevos vientos políticos y sociales, sin embargo, la falta de medios y la fuerza de la revolución, le harán encontrar serios obstáculos para conseguir su objetivo.


Al comienzo del film, pensamos que vamos a ser testigos de una historia de tintes épicos, con ese impresionante enfrentamiento naval entre rusos y alemanes en aguas del Báltico. Una escena de casi un cuarto de hora filmada de forma realista y vibrante que atrapa al espectador haciéndole sentir el agua y el estruendo de la batalla, casi como si estuviéramos a bordo del minador ruso.
Sin embargo, a partir de ahí, la película introduce el romance entre KolchakAnna Timireva que parece que pasa a ser el centro de la historia y todo lo que ocurre a partir de entonces es como si estuviera subordinado a la relación del almirante con la esposa de su amigo y subordinado Sergey Timirev (Vladislav Vetrov), para irla mezclando de manera confusa con la vida de este hombre que tenía ya entonces (cuando comienza el film), un gran prestigio como explorador polar y como militar, por su destacada labor en la guerra ruso-japonesa y por su empeño en reconstruír y modernizar la marina rusa al final de aquella guerra. 


Tras el triunfo de la revolución bolchevique, la figura de Kolchak fue literalmente borrada y este film parece formar parte del esfuerzo por rehabilitar su memoria, algo que no ha sido posible del todo, a diferencia de otras figuras de la época pre-revolucionaria. Es cierto que se devolvió el nombre a la isla ártica de Kolchak, bautizada así en su honor y renombrada por los soviéticos y que se le han erigido dos o tres estatuas, pero hasta en dos ocasiones el ejército ruso ha puesto pegas para su rehabilitación total y es que el periodo en que actuó como Gobernante Supremo de Rusia desde su reducto de Siberia, encierra muchas sombras y pocas luces.
Hay quien piensa que la película hubiera necesitado de mucho más metraje para contar toda la historia de este hombre, yo pienso que de forma deliberada se omite todo lo que tiene que ver con su fracaso como político y gobernante, faceta para la que no estaba en absoluto dotado, centrándose en sus éxitos como militar de forma interesada en busca de enaltecer su figura.
Por otra parte, estamos ante un film de gran presupuesto, con una fotografía realmente espléndida y una ambientación muy lograda, con gran despliegue de medios que consigue trasladarnos a la dureza de la nevada estepa siberiana y con unas escenas de guerra realmente muy logradas (excepcional el combate naval al que aludíamos al principio y la carga de las tropas contrarrevolucionarias, sin munición, con la bayoneta calada y a pecho descubierto, realmente desgarradora).
Es una pena que el guión no de más explicaciones sobre cómo se llega a algunas de las situaciones que vemos y de ello resulta que al espectador le resulta difícil seguir el desarrollo de los acontecimientos si no conoce la historia de lo que ocurrió en Siberia entre 1918 y 1920.




miércoles, 27 de diciembre de 2017

TENGO GANAS DE TI (HO VOGLIA DI TE)

Después de dos años en los EE.UU., Stefano (Riccardo Scamarcio) vuelve a Roma para hacer frente a todo lo que él ha tratado de dejar atrás: el dolor por la muerte de un amigo, su difícil relación con su madre, el futuro incierto como adulto, lo cual es sólo culpa suya, y su reputación de "leyenda" con la que tendrá que lidiar. Muchas cosas han cambiado, pero el encuentro con la irresistible Gin (Laura Chiatti) catapultará a Stefano hacia los sentimientos y las sensaciones que tuvo con Babi (Katy Louise Saunders), su primer gran amor, cuyo recuerdo aún late con fuerza. ¿Podrá Gin ocupar el lugar de Babi en su corazón? En el amor a veces no sabemos bien lo que queremos, incluso cuando creemos estar seguros. Stefano nos ha dejado con una pregunta: ¿Voy a ser capaz de volver allí, al lugar de los enamorados, tres metros por encima del cielo? La respuesta está llegando... Basada en la novela homónima de Federico Moccia.
Ho voglia di te transcurre un par de años después de los acontecimientos narrados en Tre metri sopra il cielo cuando Step regresa de Estados Unidos y se reencuentra con sus amigos, enemigos y fantasmas del pasado por los que huyó del país.
El enlace corresponde a la versión española (Tres metros sobre el cielo). También de este film que ahora comentamos hay una película española (Tengo ganas de ti), producida por Antena 3 y protagonizada por Mario Casas, Clara Lago y María Valverde.


El aire de chico rebelde que tenía en la primera película el protagonista, queda bastante olvidado en esta, se ha vuelto más acomodaticio, más burgués, por así decirlo, supongo que se quiere dar un aire de cierta madurez al personaje, sin olvidar una leve reminiscencia de rebeldía.
Por lo demás, diálogos pobres e interpretaciones que no van muy allá que digamos, para una película que, si bien lo pensamos, no nos está diciendo nada especial y claramente dirigida a un determinado publico que, en buena parte por su relativamente tierna edad, no debe ser demasiado exigente para que le satisfaga este romanticismo que se las da de moderno.
La banda sonora merece especial atención e incluye canciones de Tiziano Ferro, Frou Frou, Robbie Williams, La Menade, Iggy Pop o Cassandra Wilson.
Con el nuevo director (el español Luis Prieto), al menos parece que la cámara está colocada donde debe. Quizá si de algo peca es de poco ambiciosa ya que con sus personajes protagonistas que ya habían cautivado a ese público a que hacíamos referencia, podrían haberse esforzado un poco más.




martes, 26 de diciembre de 2017

SVEIN, EL DEL CABALLO BLANCO

The Pale Horseman (el título original en inglés, es una referencia a Apocalipsis 6. 8) es el segundo libro de la serie Sajones, Vikingos y Normandos que narra la vida de Uhtred, Señor de Bebbanburg, y su compleja relación con Alfredo el Grande, rey de Wessex en el siglo IX. La historia comienza el día después de los eventos descritos en Northumbria, el último reino y continúa describiendo el año fatídico en el que los daneses capturan el reino de Alfredo y lo empujan, como un fugitivo, a refugiarse en las marismas de Athelney. Parece que Wessex y el sueño de Inglaterra han sido destruídos, pero Alfredo está decidido a hacer una apuesta desesperada que podría salvar su reino...
En el momento en que el libro comienza, Uhtred se ha distanciado de sus amigos daneses, jugó un papel crucial en la batalla fundamental de Cynuit Hill (en la que las tropas británicas repelieron con éxito una gran incursión danesa) y ofreció sus servicios y su sagrado juramento a Alfredo. A partir de este momento, la historia personal de Uhtred, que incluye el matrimonio, la paternidad, las amargas rivalidades personales y la continua búsqueda para recuperar el feudo robado de su familia, se desarrolla paralelamente a la historia más amplia de la defensa de Wessex por parte de Alfredo. A través del punto de vista acrítico de Uhtred, presenciamos algunos de los momentos emblemáticos de una lucha histórica, incluida la violación por parte del rey danés Guthrum de una tregua formal, aunque incómoda, y su posterior ataque contra los sajones desprevenidos; la retirada de Alfredo a los pantanos del sur de Inglaterra, donde reconstruye su ejército y se prepara para la guerra, y la batalla culminante en Ethandun, donde los soldados de Alfredo, una vez más, derrotan a un ejército numéricamente superior de guerreros daneses entrenados. Uhtred también cuenta la famosa, y probablemente apócrifa, historia en la que Alfredo, fugitivo y disfrazado, es abofeteado por una campesina por permitir que sus pasteles de avena se quemen.
El resultado es un entretenimiento superior, a la vez que interesante y esclarecedor. Una vez más, Cornwell hace gala de un delicado equilibrio, construyendo con cuidado cada escena y poniendo una gran cantidad de detalles de apoyo, manteniendo la narración dinámica. Ya lo hemos comentado antes, pero vale la pena repetirlo: Las escenas de batalla de Cornwell (especialmente las ubicadas en la sangrienta línea del frente conocida como el muro de escudos) son excelentes. Entre los novelistas históricos contemporáneos, solo Steven Pressfield (Puertas de fuego) y quizá Christian Cameron, en su Sangre guerrera; ofrecen descripciones comparativamente vívidas del caos absoluto del combate cuerpo a cuerpo entre grandes masas de hombres.
Al igual que su predecesor, Svein, el del caballo blanco, ofrece un retrato sin barnices de un mundo en transición, que pasa del estado endémico de la Edad Media a la sociedad más cohesionada y civilizada que Alfredo y sus descendientes crearán gradualmente. Hasta esta entrega, la narración de Cornwell ha cubierto solo una pequeña parte de esta vasta empresa histórica, por lo que las memorias de Uhtred continuarán durante bastante tiempo.



lunes, 25 de diciembre de 2017

LA ABADÍA DE NORTHANGEN

Catherine Morland (Felicity Jones) es una muchacha ingenua que vive obsesionada por las novelas góticas, en las que una joven dama queda a merced de un villano para ser rescatada en el último momento por su enamorado. Miembro de la numerosa familia de un modesto clérigo rural, su vida­ discurre apaciblemente en la campiña inglesa, donde se entrega con pasión a su distracción favorita: leer esas mencionadas novelas, llenas de pasadizos ocultos, mazmorras y misterios.
Durante su viaje a Bath, invitada por los  Allen, un matrimonio sin hijos, conoce a los Tilney, quiénes la invitan a pasar una temporada en la Abadía de Northanger pensando que es una rica heredera. Catherine soñaba con esta oportunidad de que se le presentara una aventura del tipo que ha estado leyendo en las novelas. Pronto presentada a la sociedad, conoce a Isabella Thorpe (Carey Mulligan) y su hermano John (William Beck), un buen amigo de su propio hermano, James (Hugh O'Conor). También conoce a Henry Tilney (JJ Feild), sin duda, un apuesto joven y su hermana, Eleanor (Catherine Walker). Mientras está en Northanger Abbey, tiene pensamientos románticos, pero pronto descubre que el estado, la clase y el dinero son igualmente importantes cuando se trata de asuntos del corazón.


Basada en la novela del mismo título de Jane Austen, una obra de la primera época de su autora. En principio concebida como una sátira de la novela gótica, va sin embargo más allá de este propósito y ofrece una pintura social rica y mordaz y una trama ingeniosa con sorpresas inesperadas.


El film, estrenado en 2007, es un producto de Granada Television destinado a su exhibición en la pequeña pantalla y en DVD.


Dignamente interpretada, con una Felicity Jones que se siente cómoda en su personaje de joven ingenua y de buen corazón, la película no logra abandonar su aspecto de telefilm, aunque traslada bastante bien la novela de Austen a la pantalla, logrando que el espectador capte parte de la ironía con que la autora inglesa sabía criticar a la sociedad de su tiempo y su estrictas normas.
Los escenarios de estudio, no son demasiado numerosos, repitiéndose a lo largo del film que logra mayor brillo en este aspecto cuando saca la cámara al exterior de la verde campiña inglesa, destacando el entorno y el majestuoso edificio, de lo que representa ser la Abadía que da título al film.
Como he comentado más arriba, bajo la excusa de la crítica a las novelas góticas y de una historia romántica bastante convencional, Austen y por ende la película, van más allá, poniendo en solfa a la encorsetada sociedad que aglutina a las clases acomodadas de la Inglaterra de la época. Los bailes, los paseos, las reuniones sociales, los viajes, las estancias en lugares de recreo y otras actividades de este tipo que vemos, nos acercan a aquellos convencionalismos, en los que la etiqueta y los modales preestablecidos denotan la hipocresía que rodeaba aquel mundo cerrado.
Entretenida, incluso divertida por momentos, a pesar de su previsible desarrollo.




viernes, 22 de diciembre de 2017

FLATLAND

"Flatland" ("Planilandia" en la en la versión en castellano), es una película de animación sobre personajes geométricos que viven en un mundo bidimensional. Cuadrado A es un abogado que se ve en problemas tras el suicidio de una línea cuya defensa le ha sido adjudicada de oficio. La línea había sido acusada de defender el cromatismo, una corriente considerada como disidente.
A punto de llegar al año 3.000, se desatan una serie de conflictos en el mundo de Planilandia y los círculos, la clase sacerdotal y dirigente que saben que puede haber otros mundos fuera del suyo que se manifiestan cada mil años, ordenan a los triángulos (los soldados), que liquiden a la oposición en el senado. Todos los senadores disidentes son asesinados y es declarado el estado de excepción.
Mientras, Cuadrado A tiene un sueño en el que se ve en un lugar llamado Linelandia, habitado por personajes que sólo ven una dimensión, con lo que todo son para ellos puntos, ya que el concepto de ancho y largo es superior a su entendimiento. Cuadrado A se ve incapaz de explicar estos conceptos al rey de Linelandia. Sufrirá en su propio ser esta incapacidad para entender conceptos nuevos cuando un enviado de Espaciolandia, un mundo en tres dimensiones, trata de explicarle que hay algo más aparte de norte, sur, izquierda y derecha, hasta que le lleva a ese mundo y entonces lo comprende todo, pero a su vez, se verá en dificultades, cuando insista en que lo mismo que hay un mundo en tres dimensiones que él no veía, debe haber un cuarta dimensión que ellos son incapaces de ver.
El libro en que se basa el guión, ha ocupado un lugar especial en la literatura científica fantástica a lo largo de un siglo y se publicó por primera vez en 1884. Esta encantadora narración de un mundo bidimensional, es obra de Edwin A. Abbott (1838-1926), que firmó con el seudónimo de A. Square, eclesiástico inglés y estudioso de Shakespeare, cuya vocación eran las matemáticas, se ha hecho famosa como exposición de los conceptos geométricos y como una sátira mordaz del mundo jerárquico de la Inglaterra victoriana.


Es cierto que el libro en que se basa es producto de su tiempo y que hay un esfuerzo, necesario, por otra parte, de poner al día la historia (por ejemplo, las mujeres dejan de ser tratadas como seres inferiores), pero, sin negar las buenas intenciones, estamos ante un producto que resulta tedioso, con lo que esos buenos propósitos de explicar conceptos matemáticos de manera creativa, apenas se consigue. La película plasma también la crítica a la intransigencia política y religiosa que contiene el relato (acepta tu estructura, es el mantra que repiten una y otra vez los dirigentes al resto de ciudadanos) y el interés que tiene el poder en ocultar cosas al resto de las personas, por considerar peligroso el pensamiento libre, el problema, una vez más, es que no han conseguido hacerlo atractivo para el espectador que se aburre con el tipo de animaciones que han creado los autores del film.




jueves, 21 de diciembre de 2017

EL PUENTE

Alemania, 1945. Últimos meses de la Segunda Guerra Mundial. El conflicto se puede dar casi por concluido, pues el país ha sido invadido por las tropas aliadas. Ya no quedan soldados adultos que defiendan las posiciones, tan sólo adolescentes.
Un par de días antes del final del conflicto, siete muchachos alemanes de dieciséis años, de un pequeño pueblo, son reclutados para el servicio militar. El idealista Hans Scholten (Folker Bohnet), Albert Mutz (Fritz Wepper), Walter Forst (Michael Hinz), Jurgen Borchert (Frank Glaubrecht), Karl Horber (Karl Michael Balzer), Klaus Hager (Volker Lechtenbrink) y Sigi Bernhard (Günther Hoffmann), se unen al ejército el 26 de abril de 1945, con grandes expectativas y entusiasmo para defender su patria, Alemania, en el frente, contra la voluntad de sus padres. Su profesor de inglés, Stern (Wolfgang Stumpf), intenta convencer sin éxito al comandante Fröhlich (Heinz Spitzner) para que rechace el alistamiento de los jóvenes. Después de un día de entrenamiento, los soldados son convocados al frente, pero el Comandante de la 3ª Compañía del 463º Batallón, ordena al sargento Heilmann (Günter Pfitzmann) que permanezca con los novatos "protegiendo" un puente inútil, en su aldea, para evitar daños a los niños.


El guión se basa en la novela autobiográfica del mismo título de Manfred Gregor (seudónimo de Gregor Dorfmeister) y el año de su estreno (1959), obtuvo el Globo de Oro y estuvo nominada al Oscar como mejor película de habla no inglesa.


Cuenta Gregor Dorfmeister, autor de la novela, en una entrevista que se publicó en su día en el Foro Segunda Guerra Mundial, como se marchó del puente a su casa, cuando comprendió lo que allí estaba ocurriendo y su fracaso al tratar de convencer a sus camaradas para que hicieran los mismo. Al día siguiente, el 2 de mayo de 1945, las tropas americanas habían ocupado el pueblecito de Bad Tölz durante la noche. Encontró a sus camaradas yaciendo muertos.
La película tiene como dos partes, en la primera, vemos a unos adolescentes que asisten a su último año en la escuela de la localidad, con comportamientos acorde con la edad que tienen, a punto de cumplir los 16: asustando a las chicas con ratones, sintiendo las primeras llamadas del amor, jugando a las batallas a la orilla del río, la complicada convivencia con sus padres... lo normal en estas edades.
La segunda parte narra lo que ocurre cuando estos jóvenes son llamados a filas, se presentan en el cuartel en pantalones cortos (la ropa que visten habitualmente) y en apenas un día, tras un simulacro de entrenamiento, se les dice que han de partir al frente. Cuando llegan al puente que han de defender, en muchos momentos se comportan como los niños que son, disparando a los botes de conserva vacíos para hacer puntería o estableciendo un puesto de observación en el mismo árbol en que lo tenían cuando jugaban apenas unos días antes. Se debaten entre lo que creen su obligación, cumplir con las órdenes recibidas y el miedo y la inexperiencia que los atenazan.
La película, que discurre con una narración sencilla, muy fácil de seguir, desde esa primera parte en que todo transcurre entre juegos y primeros amoríos, buena parte de ello a la orilla del río, el lugar en que se sienten libres de los mayores y de las obligaciones que les imponen, hasta la segunda en que, también en el río, pero esta vez sobre el puente, se ven convertidos en adultos a la fuerza, de la noche a la mañana, sin ser conscientes de lo que está ocurriendo hasta que comienzan los tiros y llegan los primeros muertos.
Algunos se preguntan qué hubiera podido ser este film con medios adecuados, pero a mí, el ingenio que demuestran para resolver esa carencia de presupuesto, me hace ver la película de forma más cercana, es como si esas carencias dieran mayor verismo a un film sin apenas efectos especiales y en el que esos tanques casi de atrezzo, nos ponen en el momento en que se rodó, una Alemania que salía de la una horrible guerra y que comienza a lamerse las heridas de aquel sensacional fracaso, contando una parte de lo que allí ocurrió, la sinrazón de una guerra que, en su final, enviaba a niños y ancianos al matadero en nombre de un líder que era un psicópata peligroso. Queda retratada esa sinrazón y el coro de quienes le secundaron, aquellos que salían por pies del frente y enviaban a otros a la muerte sin remordimiento alguno, cuando todo estaba perdido.


Técnicamente, la película está muy conseguida, con algunas secuencias realmente brillantes, recuerdo ahora la muerte del niño-soldado que vemos reflejada en la mira telescópica del fusil del soldado americano que le derriba, pero hay algunas otras, no menos llamativas.
La música de Hans-Martin Majewski, tiene una parte que nos transmite inquietud y desasosiego y que se repite desde las primera imágenes, a base de sonidos de percusión metálicos.
Impecable fotografía en blanco y negro de Gerd von Bonin con algunas imágenes metafóricas que componen un lenguaje cinematográfico con planos de esos que quedan en la retina.
Magnífico film, con un demoledor mensaje antibelicista representado por el absurdo e inútil sacrificio de este grupo de niños enviados a morir por una causa perdida, víctimas también de una educación apoyada en falsos ideales que logra engañar a estas inocentes criaturas completamente desconocedoras de las consecuencias que podrán acarrear sus actos.


Como anécdota, señalar que la película relata hechos reales, los últimos ocurridos el 27 de abril de 1945.
El puente se llamaba Florian-Geyer-Brücke. Fue derribado en 1991 y reemplazado por uno nuevo en 1995. Ahora hay varias placas metálicas, que simulan rollos de película, con escenas del film como un recordatorio de que allí fue rodada esta película sobre hechos auténticos. En la foto de abajo se puede ver un detalle estas reproducciones.




miércoles, 20 de diciembre de 2017

UN PUENTE HACIA TERABITHIA

Jess Aarons (Josh Hutcherson), un chico que se siente extraño tanto en el colegio como en su propia casa, se ha entrenado durante todo el verano para participar en una carrera, pero llega al colegio Leslie Burke (AnnaSophia Robb) y le gana. A pesar de ello, pronto se hacen amigos. Leslie, aficionada a contar fantásticas y mágicas historias, le abre a Jess las puertas de un mundo dominado por la imaginación. A Jess le gusta dibujar, pero nunca había compartido esa afición con nadie. Los dos crean el reino secreto de Terabithia, un lugar mágico cuya entrada sólo ellos conocen. Allí reinan, luchan contra el Maestro Oscuro y sus criaturas y trazan planes para vengarse de los compañeros prepotentes del colegio.
Es una historia de dos niños que entran en un territorio donde no sólo tienen poderes, sino que pueden abordar los retos de su vida y poner en perspectiva el mundo real. Leslie y Jess son niños que se sienten marginados, tanto en el colegio como por sus padres, no llegan a sentir que conectan. Sus problemas particulares difieren, los padres de Jess están ocupados tratando de hacer que el dinero llegue hasta fin de mes, los padres de Leslie son más intelectuales y están consumidos por su propia creatividad. Aunque ambos padres quieren mucho a sus hijos, Jess y Leslie no reciben el tipo de atención que reclaman. De modo que crean su propio mundo y forjan una gran amistad. Crean su propio espacio dentro del bosque y sus experiencias en la vida real se manifiestan en sus propias creaciones.


Basado en el libro del mismo título de Katherine Paterson, publicado en 1977.
Los parecidos entre el libro y la película son muchos, hasta algunas conversaciones son literales. Sin embargo, en la novela no tenemos descripciones de ese mágico mundo, ni siquiera aparecen los malos. En cambio, en la película nos encontramos con criaturas fantásticas y hasta podemos ver el mundo, lleno de árboles, con un río largo y caudaloso que lo atraviesa. Personajes y zonas que solo con la imaginación se pueden ver y sentir.
Asimismo, el protagonismo de algunos secundarios varía, como es el caso de la hermana pequeña de Jess, May Belle (Bailee Madison), un personaje clave en la película.


Uno de los aspectos que se criticó a este film, fue el de promocionarse como una película de fantasía al estilo, por ejemplo, de Las crónicas de Narnia, y es que estamos ante una película que no responde exactamente a este tipo de historias, al menos de la forma en que, con tanto éxito por otra parte, se nos han venido contando últimamente en el cine.
Un puente hacia Terabithia es una reflexión sobre el paso de la adolescencia al mundo adulto y en la narración siempre queda claro que el mundo que imaginan los protagonistas no existe en la realidad, sino que es una especie de tabla de salvación a la que se agarran para superar sus dificultades diarias y para afianzar su amistad, porque las cosas que se comparten, son las que después se recuerdan y las que sobreviven al paso del tiempo.
Una película muy emotiva, con un final que le da mucha fuerza y un toque de distinción respecto a otros relatos similares y que resulta duro, como lo es muchas veces el proceso de madurez de las personas, al tiempo que aleccionador, con un realista mensaje de esperanza. Muchos no podrán reprimir una lágrima y acabar con el corazón encogido, pero con la sensación de haber visto una película bien hecha en base a un guión muy bien construído y unas interpretaciones entrañables.




martes, 19 de diciembre de 2017

ÓRDENES SAGRADAS

Un periodista, Jimmy Minor, es brutalmente agredido, asesinado y arrojado a un canal. Phoebe era amiga del hombre muerto. Quirke ha comenzado a tener alucinaciones y experimentar sentimientos extraños: 'Necesito que me examinen la cabeza', dice. El caso gira en torno a un sacerdote carismático y una pandilla de tinkers o Irish travellers (Nómadas irlandeses, lo que aquí llamaríamos mercheros, que no son gitanos pero comparten un modo de vida similar) maravillosamente descritos. Al final de la novela, la justicia, ya que el sistema se la niega a quienes la esperan, será impartida de un modo particular.
Realmente las tramas no son precisamente el fuerte de las novelas de Benjamin Black (seudónimo de John Banville), en este caso es predecible y un tanto inverosímil y Quirke llega a la resolución del caso casi por accidente y gracias a una intuición que el autor se saca de la manga.
Como otras novelas de este personaje, no es una historia de crímenes en el sentido tradicional, el lector deberá buscar en otra parte el desafío de un rompecabezas complejo o el placer de una narrativa que le mantenga leyendo hasta altas horas de la madrugada. En su lugar, Black es un maestro de la prosa, el escenario y el carácter un tanto fatal, para su entorno, pero principalmente para él mismo, de Quirke. En todo esto, no hay decepción alguna, todo lo contrario.



lunes, 18 de diciembre de 2017

SOY LEYENDA

Transcurre el año 2012 en el planeta Tierra, Robert Neville (Will Smith) es un brillante científico, pero a pesar de esto no ha podido impedir la expansión de un terrible virus imparable, incurable y creado por el hombre que convierte a los demás seres humanos en una especie de vampiros que ansían beber su sangre.
Neville, de algún modo es inmune a este virus, es ahora el último superviviente humano que queda en la ciudad de Nueva York y quizás en el mundo. Durante tres años, Neville ha enviado todos los días mensajes por radio para encontrar otros supervivientes. Pero no está solo. Víctimas mutantes de la plaga –los infectados– merodean en las sombras, vigilando cada uno de los movimientos de Neville, esperando que éste cometa un error fatal, mientras él los persigue por el día, como un cazador, buscando a los muertos vivientes mientras se ocultan de la luz del sol, pero por la noche debe esconderse de ellos y esperar hasta que llegue el amanecer del día siguiente. Neville se ve impulsado hacia la única misión que le queda: encontrar la forma de dar marcha atrás a los efectos del virus, tratando de hallar una fórmula que le permita utilizar su propia sangre inmune para devolver a los hombres su naturaleza. Pero sabe que está en condiciones de inferioridad y que se le acaba el tiempo.


El guión se basa en una novela de Richard Matheson publicada en 1954, de la que Warner Bros. había obtenido los derechos en la década de 1970 y produjo una versión de la misma, llamada "El último hombre ... vivo" (Omega Man, 1971), con Charlton Heston. Anteriormente, Associated Producers hizo una adaptación en 1964 llamada "El último hombre sobre la Tierra" (Last Man on Earth) con Vincent Price, rodada en Italia y dirigida por el italiano Ubaldo Ragona y el estadounidense Sidney Salkow. Se trata por tanto de la tercera adaptación para la pantalla de este clásico de la ciencia-ficción.


Con una primera parte dinámica, incluso con algo de suspense, en la que se nos plantea la rutina diaria de este científico militar que trata desesperadamente de hallar una cura para el virus que acaba con los humanos tal como los conocemos, en la segunda mitad se vuelve bastante más previsible hasta llegar a un final que ha sido tachado de puritano y decepcionante, en el que nos traslada un mensaje de esperanza y redención.
El guión tiene algunos giros que permiten hacer avanzar el relato hacia lo que pretenden, sin que estos queden explicados, vamos que, de repente aparecen situaciones que parecen sacadas de la manga de forma algo ventajista.
El pasado y con él cómo el virus se fue apoderando de la población, se explica por medio de flashbacks que me han parecido un poco largos y no muy bien insertados en el film.
Película de acción, con aceptables efectos especiales y algunas imágenes de una asolada Nueva York, como mínimo curiosas, en general resulta entretenida, pero traiciona de manera radical el mensaje y el espíritu de la novela en que se basa y, aunque una adaptación no tiene porqué seguir al pie de la letra la obra en que se basa, en este caso, los cambios introducidos hacen que, en mi modesta opinión, la película salga claramente perdiendo con respecto al libro.




viernes, 15 de diciembre de 2017

PUDOR

"Pudor" es una mirada a la intimidad, a los deseos, obsesiones, secretos y miedos que no confesamos ni siquiera a quienes más queremos. Ese pudor conduce a la incomunicación y a la soledad. Los personajes de esta historia son: un hombre que va a morir, una mujer que recibe anónimos eróticos, un hombre mayor a quien el amor tiende una última oportunidad, una adolescente que intenta superar las dudas que le genera la pubertad y un niño que ve fantasmas. Al igual que en muchas familias, todos los personajes de "Pudor", a pesar de vivir juntos, están solos.
El guión se basa en la novela del mismo título del peruano Santiago Roncagliolo, una novela que ya de por sí, su autor, que lo es también de cuentos y guiones para televisión, entre otras cosas, define como muy visual.
Con estos mimbres, los hermanos Tristán y David Ulloa, vieron que podían trasladar aquella historia a la pantalla y casi desde que apareció la novela, negociaron los derechos cinematográficos de la misma.
En general, la película es bastante fiel al espíritu de la novela, aunque quizá se deje por el camino algunos pasajes de humor negro que está más presente en el libro que en la película.


Desde la elección de los actores, hasta la filmación en sí misma, se trata de dar a la película un aire cotidiano, de naturalidad y cercanía. Las historias que cuenta son, al fin y al cabo, solo una, esa soledad que se siente a veces aunque se esté rodeado de gente, que se hace patente en casi todas las situaciones que viven los personajes (trabajo, colegio...), pero sobre todo en las escenas familiares, en las que solamente el niño parece que tiene algo que decir a través de sus preguntas, todo para que, la mayoría de las veces, le manden callar o haga planear sobre los demás la incomodidad por los temas que saca a relucir, pero él no tiene nada que esconder y hasta los fantasmas que cree ver, le parecen algo natural.
El resto arrastra la frustración de lo que ven como una vida sin recompensa (el matrimonio) o como un camino plagado de inseguridades (la hija adolescente). Quizá, aunque todo ello responde a una problemática cotidiana que padece mucha gente, en ciertos momentos de la película, se vuelve excesiva tanta desdicha y tanta frustración.
Música muy cuidada en este film que visualmente nos ofrece algunos encuadres aislados de geometría urbana con los que supongo que los realizadores buscan subrayar las infelicidades de los protagonistas.
Bastante bien interpretada, secundarios incluídos, aunque por los títulos de crédito y por algunas estampas inconfundibles, sabemos que está rodada en Gijón, la historia podría transcurrir en cualquier ciudad media o grande de cualquier lugar del mundo.




jueves, 14 de diciembre de 2017

LA PARTE DE LOS ÁNGELES

Robbie (Paul Brannigan) es un joven padre de familia de Glasgow que no logra escapar de su pasado delictivo, por culpa del cual entra en una especie de espiral que le impide encontrar trabajo como consecuencia de sus antecedentes. Su camino se cruza con el de Rhino (William Ruane), Albert (Gary Maitland) y la joven Mo (Jasmin Riggins) cuando, como ellos, evita por poco la cárcel pero recibe una pena de trabajos sociales. Harry (John Henshaw), el educador que les han asignado, se convierte entonces en su nuevo mentor y les inicia en secreto ¡en el arte del whisky!, en un intento de buscar una salida a las desesperadas vidas de sus pupilos.
Entre destilerías y sesiones de degustación, Robbie descubre que tiene un auténtico talento como catador, y rápidamente es capaz de identificar las cosechas más excepcionales, las más caras. Junto a sus tres compañeros, ¿se contentará Robbie con transformar este don en una estafa, una etapa más en su vida de delitos y violencia? ¿O en un futuro nuevo y lleno de promesas? Solo los ángeles lo saben…En todo caso, puede que para ellos sea la última oportunidad de encontrar un futuro con cierta estabilidad.


El título hace referencia a una expresión que describe la porción del volumen de un whisky que se pierde por evaporación durante el proceso de envejecimiento.


Últimamente a Ken Loach y, por extensión al guionista que habitualmente trabaja con él, Paul Laverty, les llueven críticas desde ciertos sectores acusándoles de acomodaticios y de haber perdido mordiente en su crítica social. Son opiniones, parece que cuando uno tiene cierta etiqueta, desde ideologías de otro signo se está a la que salta para dar el hachazo.
Que una película tenga tono de comedia, no quiere decir que no ponga en solfa ciertas cosas de las que habla, es más, muchas veces, las críticas más mordaces vienen de obras humorísticas.
En esta película, Loach opta por esa línea distendida, pero no renuncia, ni mucho menos, a seguir en su línea de crítica social, reflexionando sobre el tratamiento que se da a los jóvenes marginados y lanzando una puya final majestuosa a cuenta de la crisis económica y sus consecuencias para los más desfavorecidos, cuando el protagonista pide como recompensa, no dinero, sino un puesto de trabajo.
Película que discurre de forma dinámica, con actores poco conocidos que lo hacen bastante bien, dando un tono de cercanía al espectador y que trata de buscar cierta equidistancia entre lo que estos individuos de difícil encaje social suponen para sus semejantes (roban, son violentos, tiene dificultades de integración...) y cómo la propia sociedad trata de buscar remedio a esta situación, en ocasiones quitándoselos de encima como puede, pero en otras, con educadores y trabajadores sociales muy entregados a su impagable labor.




miércoles, 13 de diciembre de 2017

POSDATA: TE QUIERO

Holly Kennedy (Hilary Swank) es hermosa, inteligente y está casada con el amor de su vida: un irlandés apasionado, divertido e impetuoso llamado Gerry (Gerard Butler).
La vida de Holly cambia de manera radical cuando Gerry fallece a causa de un tumor cerebral. Holly no encuentra sentido a su existencia sin tener al lado a la persona que llenaba sus días y precisamente, quien podría ayudarla es esa persona que ya no está allí. Realmente, nadie conoce a Holly tan bien como la conocía Gerry y el hecho de que la muerte fuera algo anunciado por la enfermedad, hizo que este ideara un plan que le será de gran ayuda a su esposa cuando él ya no esté. Antes de morir, Gerry le escribió a Holly una serie de cartas que la guiarán, no solo a través de su dolor, sino también la ayudarán a redescubrirse a sí misma. El primer mensaje llega en el 30 cumpleaños de Holly en forma de pastel, y para su sorpresa, una grabación de Gerry, que le dice que salga y procure divertirse. En las semanas y meses que siguen, más cartas de Gerry llegarán de maneras sorprendentes, cada una enviándola a una nueva aventura y cada una terminando de la misma manera, PD: Te quiero. La madre de Holly y sus mejores amigos comienzan a preocuparse de que las cartas de Gerry mantengan a Holly atada al pasado, pero de hecho, cada carta la empuja a seguir adelante en la vida.


El guión se basa en una novela de Cecelia Ahern y aunque la trama es algo diferente, el texto de las cartas, es más o menos, el mismo que en el libro.


Divertida por momentos, algo reiterativa en otros, sobre todo porque parece que el muerto no acaba de morirse, con esas cartas que van llegando de forma espaciada para guiar a su esposa por la vida, echando mano del increíble recurso de que parece que tenga dotes adivinatorias para saber exactamente donde y con quién estará cuando lea las cartas y, no sólo eso, sino incluso lo que están pensando quienes acompañan a Holly durante esa lectura.


Lo cierto es que la película empieza bastante bien, para después ir cayendo en algunos tópicos, aunque es cierto que no estamos ante la típica película que derrama edulcorante por los cuatro costados, sino que nos presenta a un matrimonio normal, con sus disputas, frustraciones, puntos de vista divergentes y, por supuesto, sus reencuentros y renuncias para que la pareja siga adelante.
Ya digo que está salpicado con buenas dosis de humor y que trata de huir de la búsqueda de la lágrima fácil, aunque a los más sensibles les hará mella en su corazoncito.
A tener en cuenta la buena selección musical y las correctas actuaciones.
Entretenida.




martes, 12 de diciembre de 2017

VENGANZA

Dos familias, Los Delahaye y los Clancy, por un lado socios y por otro enfrentados por el control de un exitoso negocio de importación y exportación con ramificaciones en el mundo del automóvil. Dos muertes misteriosas y unas cuantas preguntas sin respuesta encontramos en esta nueva entrega (la quinta de la saga de Quirke, el patólogo borrachín metido a investigador aficionado), en la que John Banville escribe bajo su seudónimo de Benjamín Black.
La prosa es, por momentos, portentosa, particularmente cuando Quirke, de vuelta a la bebida, nos traslada sus reflexiones.
Sin embargo, en algunas cosas, parece menos conseguida que otras de sus novelas, como si la intriga fuera demasiado blanda. La conexión de los dos mellizos Delahaye con la venganza, es tan obvia que se pierde el poder de conmoción sobre el lector. Quizá Black es consciente de ello y juega un poco con nosotros cuando uno de sus personajes dice que una novela de Agatha Christie es "bastante aburrida" o cuando la hija de Quirke discute la extraña necesidad de pistas falsas en las novelas de detectives.
De cualquier modo, las novelas de Benjamín Black no echan mano de todos los clichés del drama criminal y ahí radica buena parte de su disfrute.



lunes, 11 de diciembre de 2017

NO ES PAÍS PARA VIEJOS

El cazador y veterano de Vietnam Llewelyn Moss (Josh Brolin), un hombre atormentado por los recuerdos que se ha traído de la guerra, descubre por casualidad la escena todavía caliente de una carnicería entre narcos en algún lugar de la frontera entre Texas y México en 1980. Moss descubre también, entre los cuerpos agujereados y los paquetes de heroína, algo más de dos millones de dólares depositados en un maletín. La droga quedará allí, pero Moss se ve incapaz de hacer lo mismo con el dinero que podría cambiar su vida y la de su esposa, Carla Jean (Kelly Macdonald), a la que ama y adora, pero con el dinero, se llevará también todos los problemas del mundo, porque su acción activa a esa implacable máquina de matar que es Anton Chigurh (Javier Bardem) -un mercenario a sueldo de los capos del cartel- para quien recuperar el dinero de sus jefes es apenas la excusa para apretar el gatillo, una y otra vez, de su extraña pistola cruzada con martillo neumático y poner en práctica su "mantra": nunca dejar testigos. Entre uno y otro, clásicos personajes típicos de estos relatos de frontera: esposas fieles y curtidas y un viejo sheriff -Ed Tom Bell (Tommy Lee Jones)- veterano de la Segunda Guerra Mundial, recordando los viejos buenos tiempos y escondiendo un secreto que le duele pero lo mantiene vivo.


El guión, de los propios realizadores del film, los hermanos Ethan y Joel Coen, se basa en la novela del mismo título del escritor norteamericano Cormac McCarthy.
Aunque hay cosas de la novela que no aparecen en la película, prácticamente todos los diálogos están tomados de la misma, si bien de forma condensada.


Muy esperada película, en su  momento, del tandem Coen, tras la aclamada Fargo y después de que las siguientes no alcanzaran tanto beneplácito entre sus seguidores.
Lo cierto es que deja un sabor agridulce, por un lado, la violencia que retrata muy bien, como si fuera un elemento más del crudo paisaje, solo apto para hombres y mujeres con la piel curtida, por otro, algunas cosas que no acaban de encajar bien para el espectador medio, aunque quizá los más avezados (o quienes se dan de serlo) y, posiblemente, quienes hayan leído la novela de Cormac McCarthy, logren entenderlas y es que hay cosas de la novela que aquí no se captan bien, por ejemplo, el personaje de Tommy Lee Jones, que no es que lo haga mal, todo lo contrario, pero es que a veces no sabemos cómo encajar en el argumento sus disertaciones, sus frases cargadas de un humor negro que hace poca gracia o sus sueños recurrentes que no quedan explicados y se cierran con el abrupto final que acaba por descolocarnos del todo.
Además de eso, pequeños detalles que parece que los guionistas y realizadores, se sacan de la manga para que avance la historia y personajes a cuya presencia no encontramos demasiada justificación.


Perfecta realización en el apartado técnico, con planos muy buenos y un gran trabajo de montaje, para esta película en el mejor estilo del cine de violencia con cierta calidad que algunos califican como nuevo western y un sensacional trabajo de Javier Bardem que le valió los parabienes unánimes de la crítica y un bien merecido Oscar como mejor actor de reparto.