RAYA Y EL ÚLTIMO DRAGÓN

 

En el fantástico mundo de Kumandra, humanos y dragones vivieron juntos hace mucho tiempo en perfecta armonía. Pero cuando unas fuerzas del mal amenazaron el territorio, los dragones se sacrificaron para salvar a la humanidad. Ahora, 500 años después, esas mismas fuerzas malignas han regresado y Raya, una guerrera solitaria, tendrá que encontrar al último y legendario dragón para reconstruir un mundo destruido y volver a unir a su pueblo.

La fecha de lanzamiento original de la película era el 25 de noviembre de 2020, pero debido a la pandemia de COVID-19, se trasladó al 5 de marzo de 2021, en cines. Fue uno de tantos films afectado por esta circunstancia y gran parte del trabajo de la misma se hizo desde 400 hogares conectados por internet debido al confinamiento. Al final de los créditos hay un tributo a todas estas personas que trabajaron desde sus casas para hacer posible la película y una lista con los nombres de los 42 bebés nacidos en aquellas fechas, hijos de distintos miembros del equipo de producción.

Banda sonora muy conseguida y de gran impacto visual, la película sigue el canon Disney actualizado porque está protagonizada por féminas empoderadas. En cuanto a calidad técnica, es apabullante, no es para menos, estamos hablando de la productora entre las productoras del mundo de la animación y por medios, dinero y un gran plantel de profesionales, que no quede.

Pero es más de lo mismo, apenas nada original y buscando las mismas gracietas de siempre, algunas graciosas, sobre todo a cargo de unos interesantes personajes secundarios y otras no tanto, en particular cuando provienen de la dragona Sisu, que se hacen un poco cansinas. 

Supongo que a los niños les gustará, tiene muchas idas y venidas, mucho de allá para acá y esa típica base de recorrer distintos lugares para reunir algo, en este caso las partes de una gema mágica que los distintos reinos humanos se repartieron (en realidad las rapiñaron), cuando el original se rompió por culpa de la codicia y las ansias de poder todos ellos. A mí me ha parecido que todo está muy visto, incluso el mensaje moral de confianza en los demás y el objetivo de conseguir un mundo en armonía, que nunca está de más reiterarlo, pero podían haber sido un poco más originales. 

El guión es flojucho y deja unas cuantas cosas cosidas con hilván sin el más mínimo rubor, para dar saltos cuando le interesa, como si unos fragmentos de la historia estuvieran más desarrollados y en otros se hubieran cansado y dijeran aquello de: ¡Hala, vamos a otra cosa! Al menos se agradece que no haya historia de romance de por medio. 

Si buscas una historia amable, sencillota, sin demasiadas pretensiones y que sigue la típica dinámica del Disney de toda la vida, pues adelante; si quieres algo más, dejásela a los peques (pero muy peques) que ellos seguramente la disfrutarán, son bastante menos exigentes y disculpan todo lo disculpable si les llenas los ojos de colorines, dragones voladores y animalillos graciosetes.

Eso sí, tiene un gran encanto estético.