sábado, 30 de marzo de 2013

SAMUEL CROWTHER



Samuel Crowther nació, con el nombre de Adjai (Ajayi), hacia 1809 en Oshogbo y murió el 23 de diciembre de 1891 en Lagos, Nigeria. Perteneciente a la etnia egba del pueblo yoruba, que ocupaba territorios que hoy pertenecen a Nigeria y Sierra Leona.
Cuando tenía doce años, otra etnia, los musulmanes fulani, que se dedicaban a la caza de esclavos, le atraparon y esclavizaron. Fue vendido a traficantes portugueses, pero la nave de éstos, nada más zarpar, fue atacada por los británicos, pues éstos, desde que en 1807 fue aprobada la abolición del comercio de esclavos, tenían unos cuantos barcos de la Royal Navy, dedicados, entre otras cosas, a interceptar barcos negreros.
De esta manera, liberado de sus antiguos dueños, Ajayi fue llevado de regreso a Sierra Leona, donde se convirtió al cristianismo y se bautizó en 1825, tomando el nombre de Samuel Crowther. Estudió en el Fourah Bay Collegem, el precursor de la Universidad de Sierra Leona, continuando sus estudios en Londres, donde, en 1843, fue ordenado sacerdote por la Iglesia Anglicana, regresando después a Africa.
Era un convencido de que la evangelización de África era responsabilidad de los nativos y también de que la Biblia debía ser puesta en manos de los mismos en su lengua materna, para lo cual formó un equipo mixto de africanos y europeos que llevó a cabo la traducción de la Biblia a la lengua yoruba, trabajo que vería la luz en 1884.
Antes, el día de San Pedro de 1864, se había convertido en el primer obispo negro de África, en una ceremonia que tuvo lugar en la catedral de Canterbury y a la que asistió, entre otros invitados, Henry Leeke, el capitán que comandaba el Myrmiddon, aquel barco que, en el ya lejano año de 1821, rescató a un joven esclavo negro de manos de los traficantes portugueses.
 
 
 



viernes, 29 de marzo de 2013

GOLPE DE EFECTO


Gus (Clint Eastwood), trabaja como ojeador de un equipo de beisbol y, mientras presencia un partido, se da cuenta de que algo no funciona bien en sus ojos. Cuando va a consultar al médico, este le dice que puede haber un glaucoma y corre peligro de perder la visión.
El equipo le ha encargado que siga las evoluciones de un nuevo talento que compite en las ligas menores, para ver si merece la pena hacerse con sus servicios y, enterada de su problema de salud, su hija Mickey (Amy Adams), acude junto a su padre dispuesta a echarle una mano.
Mickey es una brillante abogada que está a punto de ser admitida como socia en un próspero bufete y su relación con Gus no es nada fácil, en buena medida por el carácter huraño del padre, un tipo difícil de tratar. A pesar de todo, Mickey no se deja llevar por el desánimo y está dispuesta a ser los ojos de Gus, incluso cuando los desplantes de éste se hacen más insoportables.

 





 
Debut en la realización de Robert Lorenz que, sin embargo, no es un recién llegado. Amigo íntimo de Clint Eastwood, es un habitual al frente de la segunda unidad en sus películas y, en buena parte, "culpable" de que el californiano decidiera volver a mostrarse como intérprete en una película tras veinte años sin hacerlo bajo la batuta de otro director que no fuera él mismo.

 
Aunque el director es otro, inmediatamente, desde las primeras secuencias, percibimos que esta peli lleva el sello Eastwood, al menos el de algunos de sus últimos films y, a medida que avanza, imposible no acordarnos de Gran Torino o Million dollar baby, por ejemplo.
Sin embargo, no piensen que van a ver otra peli deslumbrante como estas que quedan nombradas, a este film le falta bastante para llegar ahí y pienso que buena parte de sus carencias provienen del mismo guión, todo es muy lineal, demasiado simplón y totalmente previsible.

 
Las actuaciones, correctas, con el placer que supone ver en pantalla a algunos viejos y veteranos secundarios facilmente reconocibles para el aficionado.
Dos interpetaciones sobresalen sobre el resto, el padre y la hija, Gus y Mickey, Amy y Clint, que conectan muy bien y algunos de cuyos diálogos, salvan toda la película por la brillantez que llegan a alcanzar. Y es que ambos, más que hacer brillar a sus personajes, consiguen sobrevir a ellos.

 
A mi me ha recordado a algunos telefilmes de los que ponen últimamente las tardes de domingo por lo excesivamente sentimental que resulta.
El bueno de Lorenz, parece que se ha limitado a meter a Eastwood en un campo de beisbol y esperar a que todo discurra por sí solo.
Si no fuera por la presencia en el film de quien todos sabemos, no sé siquiera si se hubiera llegado a estrenar en nuestros cines y menos tratándose de beisbol, aunque es verdad que aquí lo del deporte es lo de menos, porque el film nos habla de sentimientos, de relaciones entre personas y es una pena que le falte ese algo para haber dado el salto a una peli con más empaque.
Pero bueno, tenemos otra vez el placer de disfrutar del vaquero de San Francisco haciendo el papel que hace ultimamente, pero también el que mejor se le ha dado durante toda su carrera, el solitario, gruñón, egocéntrico y, a la vez, un pedazo de pan cuando se le toca la fibra adecuada. Y es que, aunque la piel se arrugue, el talento perdura.
Entretenida, con algunas buenas escenas (la visita a su mujer en el cementerio, que me recuerda a algo ya visto en alguna peli de Eastwood, pero que es muy evocadora), muchos detalles que nos recuerdan a alguno de los útimos filmes de Clint y una escena rescatada de Harry el sucio que es todo un guiño a los incondicionales del mito Eastwood.

 
 
 

jueves, 28 de marzo de 2013

LA APUESTA DE PASCAL

La Apuesta de Pascal es una sugerencia planteada por el filósofo, matemático y físico francés Blaise Pascal. Según Pascal, creer en Dios es apuesta más segura que no creer, porque eso abre cuatro posibilidades:


1. Si creo en Dios y no existe, tras mi muerte no pierdo ni gano nada.
2. Si creo en Dios y existe, gano la vida eterna.
3. Si dudo de Dios y no existe, no gano ni pierdo nada.
4. Si dudo de Dios y existe, me gano una tortura eterna en el infierno.

Por supuesto, este razonamiento, ha sido objeto de unas cuantas críticas y de múltiples reflexiones, algunas del propio Pascal, complicando el asunto a medida que se introducen variables en el sencillo planteamiento inicial.
Resultaría farragoso y quedaría demasiado largo, hacer aquí un recorrido por las numerosas refutaciones que se han planteado, pero no me resisto a hablar sobre una de ellas, la que incide en la falacia que supone asegurar que creer en Dios, por las buenas y sólo desde un punto de vista interesado y egoísta, no supone ninguna pérdida.
Es obvio que eso no es así, pues la creencia en un dios, implica seguir una serie de normas, someterse a unas obligaciones y abstenerse de algunas cosas que quedan prohibidas.
Por ejemplo, en nombre de determinado Dios, se practica la ablación del clítoris en las niñas; los terroristas suicidas se inmolan; se rechaza el uso del preservativo en lugares donde el Sida es una plaga; se discrimina a los seguidores de otras religiones... Y así podríamos seguir.
 
 
 

miércoles, 27 de marzo de 2013

A ROMA CON AMOR

Cuatro historias distintas, cuyo único nexo es la Ciudad Eterna, conforman el núcleo del film.
Hayley (Alison Pill), es una turista americana que pasa sus vaciones en Roma, allí conoce al joven abogado local Michelangelo (Flavio Parenti), que se dedica a defender a los más necesitados. El padre de Michelangelo, Giancarlo (Fabio Armiliato), regenta una funeraria, pero tiene un especie de don para cantar ópera, cuando los padres de  Hayley, que son la psiquiatra Phyllis (Judy Davis) y Jerry (Woody Allen), un productor musical jubilado, le oyen cantar bajo la ducha, éste último queda convencido de que Giancarlo tiene talento para la ópera y desea montarle un espectáculo. Hay un problema, Giancarlo sólo alcanza la plenitud de su voz en la ducha.
Los recién casados Antonio (Alessandro Tiberi) y Milly (Alessandra Mastronardi), viajan a Roma para reunirse con familiares de Antonio que pertenecen a la alta sociedad. Milly va a la peluquería mientras Antonio espera en la habitación. Milly se pierde en Roma y la prostituta Anna (Penélope Cruz), erróneamente va a la habitación de Antonio. De repente, sus familiares llegan y creen que Anna es la esposa de Antonio. Mientras tanto, la tímida Milly conoce a su actor favorito Luca Salta (Antonio Albanese) y se va a su habitación del hotel "para discutir sobre sus películas".


Leopoldo (Roberto Benigni), un modesto oficinista, salta un día a la primera plana de los noticiarios, sin saber por qué ni por qué no. De vivir una vida oscura y anónima, pasa a sufrir el acoso de la prensa que se interesa por los más nimios detalles de su vida diaria, desde el tipo de ropa interior que usa, hasta la forma en que se afeita.
John (Alec Baldwin) conoce a Jack (Jesse Eisenberg), un estudiante de arquitectura americano, mientras buscaba el estudio que él habitó a su vez, en sus años de estudiante. Jack le reconoce como el prestigioso y consagrado arquitecto que es y le invita al apartamento que comparte con su novia Sally (Greta Gerwig). Sally le dice a Jack que ha invitado a su mejor amiga Mónica (Ellen Page) para que se quede con ellos mientras se recupera de una ruptura difícil. Mónica emite una vibración sexual que hace perder la cabeza a los hombres y John predice que Mónica traerá problemas a la pareja, pero Jack no puede imaginar por qué iba a sentirse atraído por la mejor amiga de su novia.


No importa cuantas veces Woody Allen interprete a ese señor de Brooklyn hipocondriaco y maniático, siempre clava el papel, "su" papel y, para quienes tienen devoción por este señor que hace películas, sólo el hecho de verle de nuevo y disfrutar de alguno de sus ingeniosos diálogos (con cuentagotas, eso sí), vale por toda la película.


La imaginación de Woody, pese a lo que algunos digan, sigue desbordante, otra cosa es que logre plasmar de manera atractiva lo que desea transmitirnos. Es cierto que, en esta ocasión, no llega a satisfacernos como ocurrió con Medianoche en París, aunque el resultado es una comedia entretenida y que se deja ver.


Ninguna de las historias es nada del otro mundo, si bien todas ellas tienen más trasfondo de lo que puede sugerir a quien se quede en la pura apariencia, aunque para mí gusto particular lo que hace es estirarlas demasiado para lo que dan de si. Por ejemplo, la edificante y ácida crítica al éxito fácil de los personajes irrelevantes, o sea, la historia que protagoniza Benigni, es muy atractiva, pero en cinco minutos ya nos ha hecho llegar el mensaje, el resto es puro relleno.


Por otro lado, está la satisfacción que nos produce a los aficionados ver los filmes del neoyorkino por el simple placer estético. Su cuidadísima fotografía, y sobre todo, en estos momentos en que los efectos especiales y los adelantos digitales que tienen a su disposición los realizadores, dominan el panorama cinematográfico, volver a ver una peli rodada a la antigua usanza, a la manera clásica, es todo un disfrute.


La peli avanza con un ritmo que resulta extraño, pero resulta entretenida y fácil de ver, con un magnífico reparto y esa música italiana tan atractiva. Como film no es demasiado relevante, le sobran algunos minutos, pero es un buen pasatiempo.




martes, 26 de marzo de 2013

EL TRITÓN

La aparición de un tritón (un“duende del agua” en ruso), en la superficie del agua, en las inmediaciones de la isla Yelagin es el asunto que desarrolla Dostoiewski en este breve relato humorístico.
Las reacciones que provoca el fantástico acontecimiento, sobre todo entre las señoras que en ese momento paseaban por los alrededores y las interpretaciones a que da lugar. Todo ello, como digo en tono de humor. Por ejemplo, este pequeño párrafo que un satírico quería publicar en la prensa: ...el tritón es sencillamente un agente policiaco disfrazado, o más bien desnudo, a quien se le ordenó, desde el comienzo de la estación e inmediatamente después de los disturbios de la primavera en Petersburgo, que se pasara todo el verano en el estanque de la Isla Yelagin, tan popular entre las personas que pasean sus asuetos, de modo que escuchara desde debajo del agua las conversaciones criminales, si hubiera éstas.
Ni que decir tiene, que todo es una parábola del gran novelista para referirse, con ironía a algunas cuestiones candentes en la sociedad rusa del momento.



lunes, 25 de marzo de 2013

CANCIONES PARA DESPUÉS DE UNA GUERRA

Historia del franquismo, desde el final de la guerra civil, hasta los años 50 en forma de capítulos: Fotos animadas de la victoria militar franquista, División Azul, la Segunda Guerra Mundial, las imágenes de los primeros NO-DO, el Auxilio Social, las películas de Cifesa, la Fiesta Nacional, la radio, el estraperlo, el racionamiento, la lotería, con imágenes y canciones de la época.
Como quiera que estoy en darle una revisioncita a una amplia serie de películas que yo llamo históricas, aunque no responden exactamente a tal criterio en puridad, pues algunas de ellas serían Historia con minúsculas, y salgo de este ciclo musical en el que me embarqué tiempo atrás, me pareció que este film representaba un magnífico puente entre ambas.



"Canciones..." evidencia a través de las imágenes que se nos ofrecen a modo de collage toda la carga ideológica y represiva del franquismo y demuestra como el paso del tiempo modifica el significado de determinadas imágenes, algunas de las cuales incluso habían servido al Régimen para legitimarse.
Esa contradicción, en ocasiones, vuelve ridículas algunas situaciones, algo que puede movernos incluso a la risa o, cuando menos, a la sonrisa. En cualquier caso, una sonrisa con sabor amargo.
Martín Patino consigue, con el montaje de las imágenes y las canciones, sin apenas palabras, dar un nuevo significado a lo que estamos viendo, contando para ello con la inteligencia del espectador.
Lo dijo Fernando Trueba: Es un film hecho, a partes iguales, con la inteligencia, con el corazón y con las tripas.


Invito a quien tenga curiosidad a que se adentre en los avatares de la producción y exhibición del film para que conozca la extrema ridiculez a que llegaron los mecanismos de la censura cinematográfica en el tardofranquismo. Un proyecto que había seguido los cauces administrativos correspondientes, no pudo ver la luz hasta seis años después de aquel 25 de abril de 1970, cuando el productor de la película, Julio Antonio López Pérez-Tabernero, solicitó la licencia de rodaje. El 5 de agosto de 1976, en otro contexto sociopolítico totalmente distinto, el film, por fin, fue estrenado. En ese lapsus de tiempo, la película fue, sucesivamente, aprobada, suspendida, prohibida, negada, embargada, subastada, confiscada y, finalmente, estrenada.
Un film que parece tener más de realidad documental que de cine propiamente dicho, hecho por dos transgresores, cada uno a su manera, Basilio Martín Patino e Iván Zulueta, y que me produce una sensación de desasosiego cada vez que lo reviso, pues me da pena el olvido a que ha quedado relegado en la actualidad.





viernes, 22 de marzo de 2013

EL SUEÑO DEL PRÍNCIPE

El sueño del príncipe es una novela corta escrita en 1859, siete años antes que Crimen y castigo. En ella encontramos muchos de los temas que obsesionaban a Dostoiewski —la exploración de la vida rusa y de los motivos ocultos y de las maniobras psicológicas que están tras el comportamiento humano—, tratados, en este caso, con un gran sentido del humor.
En El sueño del príncipe, una ambiciosa mujer (Marya Aleksandrovna Moskalyova) intenta casar a su hija Zina, de veintitrés años y a la que ya se considera demasiado mayor para estar soltera, con un príncipe al que el autor identifica por la inicial "K", un anciano, familiar lejano, que pasa por el pueblo en el que ellas viven tras haber volcado su carruaje, para que le asistan en su casa.
Entre las razones que explican por qué Zina no se ha casado todavía, una de las principales parece ser el siniestro rumor sobre ciertas extrañas relaciones que tuvo hace año y medio con un pobre maestro de escuela del distrito, rumor que aún se oye hoy día.
La novela es una farsa que combina lo satírico y lo grotesco, con lo patético y sentimental.



jueves, 21 de marzo de 2013

LOS MISERABLES

La película narra la historia creada por Victor Hugo que recoge la vida de Jean Valjean (Hugh Jackman), encarcelado por el robo de una barra de pan y que tras cumplir una larga condena, recibe la libertad, condicionado a enseñar su pasaporte amarillo que le identifica como ex-presidario. Valjean vuelve a ser un hombre libre pero ha desarrollado un terrible desprecio por la sociedad. 
Tras cambiar de identidad, recibe la ayuda de un obispo, que le aloja en su casa y le encubre tras haberle robado Valjean la vajilla de plata. El clérigo le hace ver que allí está la mano de Dios que vela por él a pesar de todo lo pasado y a partir de ese momento, el ex-presidiario llevará una vida de redención, pero todo cambiará cuando sea descubierto por Javert (Russell Crowe), su antiguo guardia de prisión, que le perseguirá incansablemente.




Valjean se hará cargo de la protección y educación de Cosette (Amanda Seyfried), como modo de redimir la culpa que siente por la muerte de la madre de la chica que estaba empleada en su fábrica y fue despedida de manera injusta, viéndose en la calle hasta morir a causa de las penalidades sufridas.


La película es una adaptación cinematográfica del musical de gran éxito en el teatro, con música de Claude-Michel Schönberg y letra de Alain Boublil y Jean-Marc Natel.


Producción con grandes medios a su servicio y un reparto de experimentados actores para que el director del film, Tom Hooper, nos ofrezca un producto que se me antoja bastante desigual y por debajo de las expectativas y de esos medios que tenía a su alcance.


Tras una impresionante escena inicial, que presagia una gran película, vamos viendo que la cosa va perdiendo gas, pasando a ser uno de tantos films. 
En este caso, la calidad de alguna de las actuaciones, el gran nombre que tienen algunos miembros del reparto y la calidad de la obra (tanto la novela de Hugo, como el musical posterior) en la que se basa, hacen que mantengamos el interés.


Muy alabadas por la crítica las actuaciones de Jackman y de una Anne Hathaway que sabe sacarle todo el partido del mundo a su corto papel.
El resto, está bien, con esa poderosa presencia de Russell Crowe que demuestra, una vez más, su tremenda versatilidad.


La pareja Helena Bonham Carter y Sacha Baron Cohen, que he visto puesta de vuelta y media en alguna de las críticas que he leído, a mí me parece que desarrollan bien el papel que el guión les otorga, sirviendo de contrapunto al dramatismo de la obra a través de algún toque humorístico.


Quizá los más desangelados son la el dúo de jóvenes enamorados (Amanda Seyfried y Eddie Redmayne) y la agradable sorpresa, la del jovencito Daniel Huttlestone en el entrañable y épico papel de Gavroche.


En el aspecto visual, la ya mencionada escena inicial y, por el trabajo de composición que supone, las de la barricada, pero tampoco me ha parecido nada del otro mundo, salvo esas dos excepciones.


Film con gran despliegue de medios,  fiel al relato original, con muchas partes a las que sólo sostiene el conjunto total de la película.
Hecha con gusto, con ganas, estéticamente bella, con ese arranque tan potente, pero en la que el tiempo de metraje acaba pesando como una losa.
Ganadora de tres Oscar, nuestro compatriota Paco Delgado, estuvo nominado a otro de ellos en el apartado de vestuario.




miércoles, 20 de marzo de 2013

EL DOBLE

Segunda novela de Dostoiewski, publicada por vez primera en 1846.
El protagonista es Yakov Petrovich Goliadkin, un sencillo funcionario, disciplinado pero con aspiraciones a subir en el escalafón. Un buen día, en plena calle, se ve atraído por la figura de un desconocido que, debido a lo desapacible del tiempo, va completamente embozado en sus prendas de abrigo. Poco a poco, se va dando cuenta de que aquella persona tiene demasiados parecidos con él mismo, tantos que resultan ser completamente iguales, es su doble. Este doble, poco a poco se va adueñando de todo lo que pertenece a Goliadkin, hasta quedarse incluso con la mujer que le atrae.
A mediados del siglo XIX, el novelista ruso nos acerca a una persona con un problema mental que no será aceptado por la ciencia hasta un siglo después. Una vez más, Dostoiewski se revela como un maestro en el estudio psicológico de personajes, en describirnos a estos seres atormentados sumidos en luchas internas.
Aparte de las cosas que vemos, por así decirlo, de las descripciones maravillosas que hace el autor, como el agobiante encuentro de Goliadkin y su doble y su paseo por las calles de San Petesburgo, están las interpretaciones que esconde la novela, algo que daría para escribir otro libro (y eso que estamos hablando de una novela corta).
Por ejemplo, la crítica al entramado administrativo zarista y la alienación a la que es capaz de llevar, no sólo a quienes están sometidos a él, sino a quienes viven dentro del mismo.
La enfermedad mental del protagonista, ese doble que ve, no es más que una representación de lo que una persona débil es capaz de hacer por medrar en el sistema: Renunciar a su personalidad.
Aunque no es de las mejores novelas de Dostoiewski, resulta ser un impecable relato sobre un tipo de paranoia, en la que un hombre (cualquiera de nosotros, al fin y al cabo), se siente perseguido por gentes sin escrúpulos que manipulan y conspiran para poder ascender en el escalafón social.




martes, 19 de marzo de 2013

ROCK OF AGES

Sherrie Christian (Julianne Hough), llega a Hollywood con la esperanza de abrirse camino en el mundo de la canción, pero al poco de bajar del autobús le roban la maleta y junto a sus discos se llevan parte de sus sueños ingenuos y aterriza en la cruda realidad de la gran ciudad que poco tiene que ver con lo que ella anhelaba.
En Drew Boley (Diego Boneta) encuentra algo más que un amigo que la ayuda a encontrar trabajo en el local en que él trabaja, una sala donde actuan grupos de rock y se sirven copas, propiedad de Dennis Dupree (Alec Baldwin), que atraviesa apuros económicos y tiene puestas todas sus esperanzas en los ingresos que obtenga con la actuación de la estrella rockera Stacee Jaxx (Tom Cruise), embarcado en pleno relanzamiento de su carrera.



Película un tanto decepcionante en la que lo mejor es la banda sonora, a base de algunas baladas muy conocidas del rock de los 80 y que los amantes de esta música seguro que se saben de memoria. Sin embargo la historia pierde gas tras un comienzo que nos invita a esperar algo más que nunca acaba de llegar.
 

Y es que lo que podía haber sido una parodia irreverente y divertida sobre la música rock ochentera y sus ídolos, de buenas a primeras pasa a ser algo que no consigue llegar a ningún punto. Ni es un film amable, ni es un homenaje a aquella época, ni una parodia de la misma, se queda a medio camino de todo eso y se convierte en nada.


Las varias historias que narra están bastante mal hilvanadas entre sí y alguna de ellas toma derroteros que no pegan muy bien, en tanto otras dan la impresión de estar desaprovechadas. 
Notable la actuación de Tom Cruise dentro de las posibilidades que le ofrece el guión; bien Catherine Zeta-Jones en su papel de esposa del alcalde y ex-groupie del ídolo musical y los demás, pues hacen lo que pueden, aunque a veces puedan poco. 
Números musicales bastante pobres y lo mejor de todo, lo que he dicho al principio, las canciones tomadas de grupos de la época.


Una especie de ¡Mamma mía! del rock de aquellos años, con algunos temas míticos de los 80. 
El film apenas transmite emoción y se queda en un viaje de nostalgia cursi.





sábado, 16 de marzo de 2013

DIARIO DE UN ESCRITOR

Uno de los mayores atractivos de este libro, reside en que nos permite apreciar la labor de un gran escritor, trabajando contra reloj y contra la censura, día tras día, en publicaciones periódicas de la época. Además, podemos apreciar el "método" del Dostoievski escritor, el laboratorio de su narrativa, la construcción del edificio literario con cimientos anclados en hechos de la realidad y en la propia vida del autor.
Otro aspecto de sumo interés en estas páginas es el que nos entrega el perfil del Dostoievski polemista, con sus colegas, sus críticos y con sus lectores. El trabajo periodístico nunca es del todo limpio. El circuito se integra con el autor que opina, el lector que defenestra y el autor que vuelve a plantear su posición, más seguro que antes.
Para el lector español, al menos para mí lo ha sido, resulta fascinante acercarse a uno de los textos que componen esta edición, titulado "La mentira se salva de la mentira" con un reverencial comentario acerca de Don Quijote, y en el que con pasión y desmesura, Dostoievski transmite la conmoción que le provocó la lectura de Don Quijote y las ideas y sensaciones que la novela de Cervantes sembraron en él. Expresiones como: "Don Quijote es un gran libro; es del número de los eternos, de esos con que sólo de tarde en tarde se ve gratificada la Humanidad"; "...el más grande y triste de cuantos libros ha creado el genio de los hombres..."; "Ese libro, el más triste de todos, no olvidará el hombre llevarlo consigo el día del Juicio Final"; dan una idea de lo que pensaba el genio ruso de la novela de Cervantes.

viernes, 15 de marzo de 2013

BURLESQUE

Ali (Christina Aguilera) es una chica de pueblo que se gana la vida como camarera, aunque está esperando que alguien sepa apreciar su faceta de cantante. En busca de mayores posibilidades, se traslada a Los Ángeles, donde consigue trabajo, también como camarera, en un local llamado Burlesque que regenta Tess (Cher). El lugar es apetecido por un hombre de negocios que quiere derribarlo y construir un nuevo edificio. La situación es agobiante para Tess, a quien el banco reclama el vencimiento de un nuevo plazo de la hipoteca, hasta que Ali, que ahora actua como cantante y bailarina, consigue atraer al público que desea escuchar su maravillosa voz. A pesar de todo, la deuda es difícil de cancelar y el cierre sigue planeando sobre el negocio. Ali ayudará a Tess, con sus consejos, hasta hallar una ingeniosa solución.



Ya se ve que la cosa no es muy original que digamos, un asunto que ha sido tratado de forma recurrente en el cine de entretenimiento: Chica pobre que triunfa, que debe superar unos cuantos obstáculos, sobreponerse a envidias e incomprensiones y que liga con un chico muy mono con el que tendrá una serie de malentendidos, pero con el que todos sabemos que acabará emparejada. 


Como fondo, el local donde se desarrolla el espectáculo, que atraviesa por serias dificultades económicas y al que quieren zamparse los especuladores, pero que al fin logra ser rescatado para que siga deleitando al público.


Como no podía ser menos y teniendo en cuenta los innumerables precedentes, a uno se le vienen a la memoria, casi sin querer, unos cuantos musicales de los últimos tiempos y, quiza por la estética, de manera especial títulos como Chicago o Cabaret. Pero, amigos, si alguna vez hubo un cabaret del que quedarse prendado, estuvo en el Berlín de entreguerras, porque el trabajo de Steve Antin, no llega, ni de lejos, a hacer la más mínima sombra al del genial Bob Fosse. Es más, parte de la decepción que nos supone este film es por la inconsciente comparación con otros grandes musicales de la historia del cine.


Christina Aguilera canta muy bien y actua bastante mal; Cher, la pobre, parece acartonada, le dan una canción a mitad de la peli en la que disfrutamos de su voz (la cantó en directo), pero que no pega, está metida allí de cualquier modo; el novio de la prota, Cam Gigandet, monísimo y sus diálogos con Aguilera, como si estuvieran en los ensayos: Ahora hablas tú, ahora me toca a mí. Y, la excepción, Stanley Tucci en el papel de Sean, una especie de secretario de Cher y director de escena del cabaret, que es el único con el que sonreímos cuando hace alguna gracia (con los demás casi lloramos de lástima).
El diseño de vestuario estuvo a cargo de un clásico: Michael Kaplan (Blade Runner, Flashdance, El club de la lucha...), pero como el resto, tampoco aporta nada nuevo al género.


Con un poco de buena voluntad, nos podría haber hecho pasar un rato entretenido, pero dura demasiado para lo que es el producto y llegamos a desear que se acabe. 
Trabajo desaprovechado, porque pienso que la idea daba para bastante más, con un mejor guión.




jueves, 14 de marzo de 2013

EL ADOLESCENTE

En casi todas las reseñas que encontréis sobre el libro, leeréis las mismas palabras: Narra las relaciones de amor/odio entre el personaje principal y su padre.
Ese personaje principal, el protagonista del relato, es Arkadi Dolgoruki que, a su vez, es el narrador y esa relación conflictiva se produce frente a la persona de su padre biológico Andrei Versilov, a quien, por un lado, admira, pero, por otro, reprocha un pasado aventurero y haber dejado a la madre de su hijo desamparada. Eso no es así, como irá comprobando Arkadi, sino que, en buena parte, tal fama se debe a las habladurías de la gente.
Pero en el trasfondo de la novela hay otros asuntos, el principal es "la idea", así la llama el joven, aquello que le mueve en la vida y que no es otra cosa que buscar el bien y la felicidad de los demás, librándoles de las cosas malas que les acechan.
Cada vez que un personaje entra en escena se genera un diálogo apasionante, porque el muchacho lucha desesperadamente para convertir el mundo que le rodea en una utopía. El adolescente pretende cambiar un mundo que le desagrada, batalla que tiene perdida de antemano pero a la que se aferra, guerra en la que su propia felicidad personal pasa a un segundo plano. Detrás de esto puede imaginarse una crítica al régimen, usando la figura del padre, presentándolo todo en plan parábola, quizá para evitarse otro viajecito a Siberia, donde ya había estado confinado.
No es de las mejores novelas del autor ruso, pero como en otras, nos encontramos con un personaje torturado por su búsqueda interior, proceso que da la sensación de ser infructuoso y autodestructivo, aunque al final no sea todo tan negativo.



miércoles, 13 de marzo de 2013

¡MAMMA MÍA!

Sophie (Amanda Seyfried), es una joven de 20 años que está a punto de casarse, pero antes de hacerlo quiere conocer a su padre para que este la lleve al altar.
Su madre, Donna (Meryl Streep), nunca le ha hablado de él y al encontrar y leer el diario de Donna, se entera de la existencia de tres enamorados: Sam Carmichael (Pierce Brosnan), Bill Anderson (Stellan Skarsgard) y Harry Bright (Colin Firth). Para salir de dudas, Sophie decide invitar a estos tres posibles padres a su boda, sin que Donna se entere.
Los enredos empiezan cuando los padres, invitados y demás personas llegan a la boda. Donna, por su parte, está loca de alegría al reunirse con sus amigas y ex miembros de la banda "Donna and The Dynamos", Rosie (Julie Walters) y la rica protagonista de numerosos divorcios Tanya (Christine Baranski).



Adaptación al cine del musical del mismo título, cuyo hilo conductor son las canciones del grupo sueco ABBA, desde "Dancing Queen" y "S.O.S." a "Money, Money, Money" y "Take a Chance on Me" o "I Have a Dream". El montaje teatral era bastante modesto y sencillo y la película no lo es menos, basando gran parte de su encanto visual en los maravillosos paisajes de la isla griega donde se rodó. Tampoco hacía falta más.


Quien se ponga frente a la pantalla a ver este film, que se olvide del guión, este no es un film de guión (desastroso, por otro lado), ni siquiera es un homenaje a ABBA, yo creo que más bien es una fiesta para los fans del grupo, una reivindicación de la música ligera y pegadiza de los 70.
A quien no le guste el grupo sueco, puede que hasta le aburra, pero conozco a más de uno a quien ABBA no le caía bien y esta peli le ha encantado, porque el espectador acaba con una sensación de gozo y alegría y tarareando las canciones de Benny Andersson y Björn Ulvaeus.


La verdad es que hay pasajes del film que dan un poco de vergüenza ajena, pero en otros muchos, quedamos plenamente convencidos de que el elenco del film se lo está pasando a lo grande mientras rueda y no es sólo una sensación, la propia Amanda Seyfried declaró en su momento que algunos días, se sentían como si estuvieran de vacaciones en vez de en un rodaje.
Phyllida Lloyd, la realizadora, hace una película cargada de buenas intenciones más que otra cosa, pero el argumento tampoco le da para más en este musical que si no fuera por las canciones del mítico grupo y, quizá, por la presencia de Meryl Streep, habría pasado sin pena ni gloria.


Pero, repito, esto es lo que es y hay que tomarlo como tal, un divertimento entretenido y simpático que ayuda a olvidar los problemas que de verdad nos agobian.