martes, 31 de marzo de 2015

RUINAS

Una vieja dama de alcurnia, doña Isabel, que comparte la pobreza con su gato, su violín y un enorme paraguas, y que a su avanzada edad todavía imparte lecciones de buen gusto en los salones; don Braulio, un comerciante empobrecido por su imprudente generosidad; y por último, Montenegro, un joven hidalgo desposeído injustamente y que consume sus energías en un desaforado estudio de las leyes, pues piensa que le ayudarán a recuperar su patrimonio.
Estos son los tres protagonistas de la novela de Rosalía de Castro, subtitulada en su edición original como Desdichas de tres vidas ejemplares.
La autora nos presenta a los tres personajes como personas entrañables y espontáneas, frente a una sociedad formada por comerciantes venidos a más, la nueva aristocracia del dinero, seres superficiales que envidian las maneras y la sangre de estos tres despojos de la grandeza de otros tiempos, pero al tiempo, les desprecian, no sólo por caducos y pobres, sino porque son como un martillo que golpea sus conciencias, sobre todo don Braulio, que todo lo perdió por compartir lo suyo con los que tenían menos y no hace sino acusar a estos advenedizos de avaros, pero sin reprochárselo, sólo como quien constata una realidad para él incomprensible.
El cuadro no puede ser más pesimista, pero Rosalía lo adorna con la luminosidad de su prosa, ciertos toques de humor y el optimismo con el que los protagonistas, pese a todo, afrontan su desgracia.






lunes, 30 de marzo de 2015

MACBETH

Macbeth (Orson Welles), señor de Glamis, acaba de participar en una batalla donde ha obtenido una aplastante victoria para su rey, Duncan (Erskine Sanford). Cuando atraviesa el bosque Forres junto a su amigo Banquo (Edgar Barrier) para dar cuenta al monarca del resultado de la batalla, se le aparecen tres brujas que le predicen que será rey de Escocia y que su compañero Banquo, aunque nunca llegará a reinar, será padre de reyes.
Macbeth no puede imaginar cómo va a llegar a ser rey, si el actual aún vive, aunque es cierto que desde ese instante, la idea de asesinar al monarca empieza a rondar por su cabeza.
Cuando por fin se produce la entrevista con Duncan, este agradece a Macbeth el triunfo obtenido y le entrega el señorío de Cawdor, el lugar donde se libró la pelea. Allí está también Lady Macbeth (Jeanette Nolan) que, más decidida y ambiciosa que su esposo, insta a este para que actúe contra la vida del monarca a fin de obtener la corona.
Al llegar la noche, Macbeth asesina al rey, culpando del crimen a los sirvientes del monarca. Pero los hijos de Duncan sospechan que hay algo oculto tras la muerte de su padre y huyen, mientras Macbeth consigue ser proclamado rey.
A pesar del éxito momentáneo de sus planes, a Macbeth no se le olvida que las brujas predijeron que Banquo sería padre de reyes y encarga a unos asesinos que acaben con su vida y la de su hijo cuando acudan al banquete al que les ha invitado.



Adaptación cinematográfica del conocido texto teatral de Shakespeare que lleva el mismo título.
Welles formó su propia compañía teatral para representarla y consiguió sacar adelante su proyecto cinematográfico con grandes dificultades, con un mísero presupuesto y un rodaje que apenas duró 21 días.
Todo ello se nota en ciertos apartados del film, cuya calidad y acabado se resienten.
De todas las versiones creo que es la más fiel al texto original hasta el punto de que, en ocasiones resulta demasiado teatral.


El film fue un absoluto fracaso en Norteamerica y en Inglaterra, sin embargo, en países como Francia, desde el principio no supieron explicarse por qué la crítica anglosajona también había masacrado al film en el que no supieron ver la calidad que destilaba por todos sus poros. El tiempo ha puesto las cosas en su lugar.


Y es que Welles, con todas las cortapisas presupuestarias que hemos mencionado, logra compensar la pobreza de medios, con una lección de recursos técnicos que demuestran, una vez más, la capacidad de este hombre como realizador y, en este caso, también como actor, logrando un Macbeth magistralmente interpretado, si bien es cierto que en el conjunto del film, todo el protagonismo recae sobre él, dejando un tanto de lado a otros personajes que en la obra de Shakespeare tienen más relevancia, comenzando por la propia Lady Macbeth.
De cualquier modo, estamos ante una película diferente, con un atractivo y potencia visual que se sale de los parámetros al uso.




sábado, 28 de marzo de 2015

POESÍA (ROSALÍA DE CASTRO)

Aunque ahora es reconocida su obra poética, no siempre ha sido bien comprendida, su doble condición de novelista y poeta, de autora en castellano y en gallego, de romántica en una época en la que el romanticismo había quedado atrás, han supuesto un cierto inconveniente, no sólo para los lectores, sino también para la crítica literaria.
La mayor parte de la obra poética de Rosalía, está publicada en tres obras, dos en gallego (Cantares Gallegos y Follas Novas) y una en castellano (En las orilas del Sar). El dolor vital, esa especie de visión pesimista de la vida y la mirada sobre la muerte como el fin del sufrimiento, es uno de los grandes temas de sus poemas, el otro es Galicia, su tierra, no sólo los paisajes, sino sus gentes, sus costumbres y las cuestiones sociales (emigración, dureza de la vida rural y marinera, pobreza, miseria y creencias atávicas).
Lirismo y sobriedad son dos de las características que destacan los críticos en sus poemas y también la innovación, sobre todo en el último de sus libros, En las orillas del Sar, con poemas muy innovadores al romper con las formas métricas tradicionales.





viernes, 27 de marzo de 2015

LOS TRES MOSQUETEROS

D'Artagnan (Gene Kelly), un joven gascón de la pequeña nobleza rural, es enviado por su padre a París para que trate de hacer carrera en la corte de Luis XIII (Frank Morgan). Todo el capital que lleva consigo son los consejos de su padre, un caballo de labor, la espada y una carta para el Señor de Treville (Reginald Owen), originario de Gascuña como él y capitán de los mosqueteros del rey.
En el trayecto a la capital, tiene un mal encuentro en una posada con un caballero que se ríe de su jamelgo, aunque D'Atagnan le desafía, la dama a la que escolta el otro, Lady de Winter (Lana Turner), le ordena que no se entretenga y unos sicarios atacan por la espalda al aspirante a mosquetero, dejándole inconsciente y robándole la carta de recomendación. Así cuando llega a París, intenta ser recibido por el Señor de Treville para explicarle lo acontecido y en el cuartel de los mosqueteros, sin saber que son los mejores espadachines del rey, se va retando por turnos con tres valerosos mosqueteros, con los que, no obstante, acabará teniendo una estrecha amistad cuando son atacados por los guardias de Richelieu (Vincent Price) y D'Artagnan hace causa común con ellos.
Constance (June Allyson), la hija del casero de D'Artagnan, de la que este se ha enamorado, le pide que vaya a Inglaterra, porque la reina Ana (Angela Lansbury) ha regalado a su amante, el Duque de Buckingham (John Sutton), una botonadura de diamantes que el rey, a instancias de Richelieu, quiere que la reina luzca en una fiesta que se dará en breve en palacio. Si las joyas no aparecen, la reina quedará en evidencia, así que D'Artagnan y sus amigos parten para Inglaterra al objeto de Buckingham les devuelva el regalo. Richielieu y Lady de Winter, harán todo lo posible para que esa misión fracase.


Basada en la famosa novela de Alejandro Dumas, el guión se ciñe bastante a la historia original, manteniendo los caracteres de los personajes y esa curiosa mezcla de estilos de la novela de Dumas, en la que encontramos, como en el film, aventuras, romance, historia, intriga, drama y unas cuantas dosis de humor.


La película logra mantener en todo momento el interés del espectador, porque la historia está muy bien narrada y el dinamismo que se logra, haciendo que, incluso en los momentos de digresiones amorosas, no se pierda la agilidad en su desarrollo.
Lo que indudablemente llama más la atención son las magníficas escenas de duelos a espada, en las que Gene Kelly luce todas sus cualidades de magnífico esgrimista, aprovechando las de bailarín para planearlas como auténticas coreografías.


Una maravillosa película de aventuras, con momentos divertidos y un ritmo tremendamente vivo, pero sin atropellarse.
Buenas actuaciones con algunos nombres muy conocidos y entre las que destaco la de Vicent Price dando vida a un maravilloso Richelieu que por aquellos miedos de Hollywood, nunca es nombrado como cardenal de la Iglesia, sino como primer ministro, cuando ni en Francia, ni en Inglaterra, por aquella época, existía tal cargo.




jueves, 26 de marzo de 2015

LA HIJA DEL MAR

Primera novela que publicaba Rosalía de Castro, saliendo a la luz en Vigo en el año 1859, cuando la autora apenas contaba 22 años y sólo una obra poética anterior, La flor, de 1857.
Según los estudiosos de la obra de Rosalía, la novela debió haber sido escrita en Madrid en 1858, inmediatamente antes de su matrimonio con Manuel Antonio Martínez Murguía, en una época en la que las letras españolas habían superado la etapa romántica y se adentraban en el realismo, sin embargo, La hija del mar es un ejemplo tardío de romanticismo.
Existe cierta coincidencia en ver en esta novela un anticipo de obra reivindicativa del papel femenino, hay una serie de circunstancias que invitan a ello, desde que las protagonistas son dos mujeres que buscan su libertad ante la opresión masculina, hasta otros que pueden parecer menores, pero no lo son para el ojo experto, por ejemplo, los XX capítulos en los que se divide la obra, están precedidos de una cita literaria, de las que tres son de George Sand, dos de María Susanna Cummins, una de madame Girardin y otra de Charlotte Smith. Además lo femenino ocupa la novela de principio a fin, los hombre son un acompañamiento al lucimiento literario de las mujeres. Es evidente que las simpatías de la autora están con las protagonistas femeninas y que habla y se expresa a través de ellas de los problemas que son propios del universo femenino de la época: la dependencia económica y social de la mujer con respecto al varón, su indefensión ante la justicia, el yugo de las tareas domésticas que la mantiene atada al hogar...
La novela está ambientada en la zona de la Costa da Morte, se mencionan parajes conocidos de Muxia o Camariñas y las numerosas descripciones del mar agreste y la no menos hostil tierra firme, sirven a la autora para construír símiles con la vida de las protagonistas y sus conflictos.
Se nota en la contrucción de la novela que es una obra primeriza y, por si las confusiones, la evidente falta de planificación, el poco acierto en la utilización de las imágenes poéticas, muchas veces simples tópicos, no fueran suficientes, se ve que se publicó sin la más mínima corrección que hubiera evitado muchos de estos defectos.
Pese a ello, a su ingenuidad y falta de equilibrio, es una obra muy de Rosalía, sincera, con momentos de gran fuerza expresiva y otros de un delicado lirismo y, sobre todo, constituye un medio perfecto para conocer, por un lado, el nivel intelectual de la autora (citas de los clásicos, no sólo literatos, sino pintores y otro tipo de artistas y pensadores), y por otro su microcosmos que expresa a través de la historia de las protagonistas.




miércoles, 25 de marzo de 2015

HAMLET

Hamlet (Laurence Olivier), príncipe de Dinamarca, está triste y apesadumbrado, no sólo por el reciente fallecimiento de su padre, sino porque su madre, apenas transcurridos dos meses, ha contraído nuevas nupcias con el hermano del difunto y nuevo monarca.
Los amigos de Hamlet, le instan a que se una a la ronda de guardia que han de establecer esa noche, pues han visto, con cierto miedo, que a partir de la medianoche, un espectro que tiene la figura del rey difunto, se aparece junto a las almenas del castillo. Hamlet atiende al requerimiento y esa noche se entrevista con el espectro de su padre, que le pide venganza, ya que ha muerto asesinado por su hermano.
Hamlet trama su venganza y aprovechando la visita de unos cómicos al castillo, les hace representar una parodia en la que un rey es envenenado por quien usurpa el trono más tarde. Al presenciar la actuación, el nuevo rey, deja claro con su demudado rostro, la culpabilidad que le atormenta, algo que queda manifiesto a ojos de Hamlet y sus seguidores que no han perdido detalle de la impresión que causa en el rey la farsa.
En un desgraciado incidente, Hamlet asesina accidentalmente al padre de su amada Ophelia (Jean Simmons), que estaba oculto tras un tapiz, oyendo la conversación de Hamlet con su madre. Ophelia pierde la razón y acaba muriendo ahogada cuando Hamlet estaba prisionero de unos piratas que apresaron el barco en el que viajaba a Inglaterra. Cuando regresa a Dinamarca, se encuentra, no sólo con el entierro de su amada, sino con que Laertes (Terence Morgan), el hermano de ésta, culpa a Hamlet de su muerte y busca venganza.
El rey y Laertes, traman un desafío, con una apuesta como pretexto, en el que se enfrentarán Hamlet y Laertes, pero la espada de éste estará impregnada con un veneno mortal.


Los premios no lo son todo, sobra mencionarlo, y si de los Oscar hablamos, apaga y vámonos, conocemos de sobra cómo funciona el asunto y las tremendas injusticias que se cometen un año sí y otro también.
Pero lo que también está claro es que si alguien nos habla de un film con siete nominaciones, de las cuales se llevó el premio en cuatro, incluyendo mejor película y actor protagonista; si esa película está basada en un texto de Shakespeare y la dirige y protagoniza un tal Laurence Olivier, queda claro que algo interesante ha de haber detrás.


El guión se ciñe bastante al original shakespiriano, hay algún personaje que no aparece y si tiene alguna frase o pensamiento de cierta importancia, se pone en boca de otro. Quizá los muy puristas de la obra del genial autor inglés, se pongan de uñas con estas pequeñas variaciones, igual que por el lado contrario, he leído por ahí críticas poniéndola a caldo por el encorsetamiento teatral. El caso es poner peros, ya se sabe.


Olivier consigue un magnífico trabajo, todo un homenaje a un referente mundial de la escena como es Shakespeare, un terreno en el que se encuentra bien a gusto, es más, en alguna escena, da toda la impresión de que Sir Laurence se gusta, como si supiera de antemano que lo está haciendo perfecto.
Muy interesante también el trabajo de Jean Simmons y curiosa la aparición en pequeños papeles de unos cuantos actores que los buenos aficionados reconocen enseguida de posteriores trabajos, pues llegaron a tener cierto renombre en el panorama cinematográfico (Anthony Quayle, Peter Cushing, Patrick Macnee...)
Un film que, a pesar de que conocemos la historia y su final y de las dos horas y media largas de duración, no se hace nada pesado, creo que con eso queda todo dicho.




martes, 24 de marzo de 2015

EL PRIMERO LOCO

En la soledad del claustro de un antiguo convento cercano a Santiago, Luis va a desvelar a su amigo Pedro los secretos de su existencia, el amor apasionado por una mujer, Berenice, que tras planear con él un futuro juntos, desaparece de su vida para casarse con un rico norteamericano y recorrer el mundo junto a él. Es el matrimonio que le ha concertado su padre, pero Berenice no demuestra hacerle ascos a su nueva vida, mientras Pedro entrará en una espiral que le lleva a la desesperación.
En su vida se cruza Esmeralda, casi una niña, una pastorcilla de familia humilde a la que, cuando muere su madre, recoge un sacerdote que compra unas cabras y unas ovejas para que la muchacha cuide el rebaño. Esmeralda siente verdadera adoración por Luis, pero este, que no puede deshacerse del recuerdo de Berenice, la rechaza una y otra vez, hasta que decide aclarar su situación frente a la muchacha y le explica con actos y lenguaje que no deja lugar a equívocos, que no puede amarla y que su corazón es de Berenice.
Esmeralda morirá por la pena que le produce el rechazo de Luis, que se siente culpable en parte, pero sin poder olvidar a Berenice. El agobio espiritual que vive, le llevará a la locura.
Este es el sencillo argumento del libro que podría ser desarrollado en breves líneas, pero Rosalía hace del relato una novela breve plagada de descripciones y envuelta en un lenguaje poético que convierte su lectura una verdadera delicia.




lunes, 23 de marzo de 2015

CARTA DE UNA DESCONOCIDA

Stefan Brand (Louis Jourdan), en otro tiempo un pianista de éxito actualmente en horas bajas, se dispone a emprender un largo viaje para huir de un duelo por cuestiones de honor, al que debería enfrentarse a la mañana siguiente.
Cuando está esperando a que su criado le prepare el equipaje, éste le entrega una voluminosa carta con membrete de un hospital. Es la carta de una mujer, Lisa Berndle (Joan Fontaine) que, sin que Stefan haya sido consciente, ha estado presente en su vida desde que se trasladó a vivir a Viena.
En la carta, Lisa va desgranando acontecimientos vividos en común y otros en los que él influyó en su vida. Le confiesa su amor incondicional y que por él estuvo dispuesta a abandonarlo todo: familia, hogar, matrimonio...
Stefan va siendo consciente de los sacrificios que hizo Lisa por ese amor, mientras él no le prestaba ninguna atención, pues la tenía como un mero entretenimiento, un amor pasajero que ni siquiera recuerda hasta que la misiva le hace rememorar situaciones y momentos que estaban totalmente borrados de su mente.
La carta comienza con la frase "cuando leas esto, quizá haya muerto", con lo que es muy probable que Lisa ya no esté en el mundo de los vivos.


El guión se basa en una novela del austriaco Stefan Zweig (Briefe einer Unbekannten). El guionista, Howard Koch, traslada con bastante fidelidad la novela, incluso reproduciendo diálogos enteros.
Sin embargo introduce cambios llamativos, uno de ellos es que convierte al protagonista en músico en lugar de escritor y otro que es más sustancial, Lisa pasa de cortesana de lujo a empleada de una tienda de moda donde realiza pases de modelos para las clientas. Al parecer, este cambio se debió a la censura y es una pena, porque la historia pierde bastante fuerza con ello.


Max Ophüls (en los títulos de crédito figura Opuls), siguió la senda vital y geográfica de otros tantos judíos alemanes, primero Francia (país que le concedió la nacionalidad) y tras la ocupación, emigración al otro lado del Atlántico. Sólo hizo cuatro películas en Hollywood, esta creo que es la mejor y, tengo entendido, que fue el guionista quien le propuso por considerar que el estilo de Ophüls podría ser el adecuado para el film. En mi opinión, acertó.
Es un realizador preocupado por el estilo, un verdadero artista y la película es una auténtica delicia técnica, con unos decorados muy bien construídos y una lograda ambientación.
La crítica y los aficionados entendidos, destacan del film sus maravillosos travellings y los delicados movimientos de cámara que subrayan todo el devenir de la acción.


La banda sonora tiene una especial relevancia en el film, compuesta por Daniele Amfitheatrof, está inspirada en compositores como Strauss, Listz o Schubert.
De las correctísimas actuaciones (todas ellas), llama la atención el personaje de Joan Fontaine, muy bien construído para dar vida a una mujer destruída por un amor obsesivo y compulsivo que logra despertar gandes dosis de ternura y compasión.


La película es básicamente una historia romántica, con un amor obsesivo pero falto de egoísmo, en el sentido de que la protagonista sabe de sobra que no va a ser correspondido. Perfectamente estructurada, con la voz en off que reproduce los pensamientos de Lisa y que nos va guiando a través de la narración, es un reflejo perfecto de cómo concibe Ophüls el universo femenino, tratado con ternura, porque sabe que el dolor que siente Lisa es la consecuencia de seguir los impulsos del corazón en una sociedad regida por la cabeza y las apariencias.




sábado, 21 de marzo de 2015

EL CADICEÑO

Publicado por primera vez en El Almanaque de Galicia, en 1866, es un relato muy breve en el que se ridiculiza a los emigrantes gallegos que fingen adaptarse perfectamente a las circunstancias y costumbres del lugar al que han ido a parar.
Cuando regresan a su tierra, lo hacen denostando lo local y alabando la tierra de la que regresan, aparentando que lo hacen para dejar algunos presentes a sus familiares, pero en realidad, van a quedarse.
Los presentes que llevan los han comprado en la última localidad grande de Galicia por la que han pasado antes de llegar a su aldea, aunque hacen ver que los traen de muy lejos y allá en el fondo del baúl, envuelto en papel, traen algo de dinero en forma de oro o plata, en cualquier caso, cantidades que apenas les darán para vivir una temporada antes de verse de nuevo envueltos en la misma vida que llevaron antaño.
Hombres que parecen avergonzarse de su condición de gallegos por equipararla a la de pobres. Productos de su propia incultura, tratan de soterrar su verdadera condición bajo la capa de aparentar la asimilación de una cultura que no es la suya y que, por desconocida para sus paisanos, pueden hacer pasar como superior.




viernes, 20 de marzo de 2015

LA LOLA SE VA A LOS PUERTOS

Lola (Juanita Reina), es una cantaora que lleva sus coplas desde San Fernando a Sanlúcar, cantando allí donde la llaman, acompañada de su inseparable Heredia (Manuel Luna) que, con su guitarra, ha logrado ser un todo con la artista.
Don Diego (Jesús Tordesillas), un rico hacendado andaluz, ha contratado a la pareja de artistas para que acompañen durante unos días, la fiesta que va a dar en honor de su hijo, que regresa de estudiar de la capital y de la novia de éste, que ha vivido varios años en el extranjero. Pero Don Diego aspira a tener algo más que el arte de Lola, la quiere para sí y, aunque ella le deja claro que nunca será para él más que una cantante, Don Diego no desespera y sigue poniendo cerco a la mujer de la que se ha encaprichado.
Cuando José Luis (Ricardo Acero), el hijo de Don Diego y la Lola se encuentran, surge entre ellos la llama del amor, pero ni Rosario (Nani Fernández), novia de Pepe Luis, ni Don Diego, están por la labor de ponérselo fácil, con lo que José Luis, acaba rompiendo con Rosario y teniendo una disputa con su padre que le aparta del cortijo. El joven prueba fortuna como matador de toros, arte para el que demuestra claras aptitudes y cuando declara su amor a la Lola y ésta le acepta, se van a vivir a Sanlúcar. Los días felices de la pareja, se verán enturbiados por las maquinaciones de Don Diego, que quiere separarles y no acepta que Lola no sea para él.


El guión adapta la obra teatral de los hermanos Antonio y Manuel Machado, que había sido estrenada en Madrid en 1929.
Tras los títulos de crédito iniciales, aparece un texto en el que se expresa la intención de rendir homenaje a ambos autores a través del film.
La película convirtió a Juanita Reina en estrella indiscutible de la copla y de la pantalla, pues aunque ya había actuado en algún film, fue esta película y "Lola la Piconera", las que la convirtieron en referente de este tipo de cine entre folclórico y costumbrista.
La música es de Quintero, León y Quiroga (Antonio Quintero, Rafael de León y Manuel Quiroga), los maestros referentes de la copla y que fueron los únicos que figuraron en el repertorio de Juanita Reina, que canta varias canciones a lo largo de la película, incluído el famoso pasodoble "Francisco Alegre".
La fotografía de José F. Aguayo, incluye numerosas transparencias, imágenes de cielos con nubes, estampas tradicionales (despedida del vapor, trabajos de recogida de aceituna, acoso y derribo de reses...), algunas de innegable calidad y con cierto valor testimonial.


Juan de Orduña, refleja en su película la estampa tradicional de Andalucía, reserva de algunos de los valores típicos de España. Mucha bata de cola y sombrero calañés. Como en otras películas del mismo realizador, se aprecia ese énfasis desmedido en algunas actuaciones, fruto de la esencia teatral de la que provenía Orduña y que procuraba dar a sus películas. Sin embargo esa peculiar manera de sus realizaciones, una mezcla de folletín, melodrama, flolclore e historia, le permiten, como en tantas otras ocasiones conectar con el público y esta, como otras de sus películas, aunque hoy estén casi olvidadas, fue un gran éxito en su momento.





jueves, 19 de marzo de 2015

EL CABALLERO DE LAS BOTAS AZULES

Editada en la imprenta lucense Soto y Freire, en el año 1867, El caballero de las botas azules es una novela desafiante y compleja. El relato está protagonizado por un personaje con algo de dandy. Con su anuncio persistente de una obra (“El libro de los libros”) que habrá de cambiar el curso de la vida social e intelectual madrileña, el caballero de las botas azules se convierte en un verdadero acicate de la vida social capitalina. Acompañado de su sirviente Zuma y ataviado con una llamativa indumentaria que no tarda en ponerse de moda en la capital, el protagonista dirige sus amargas invectivas contra distintas clases y círculos sociales. Pero son dos, ante todo, los destinatarios de sus comentarios satíricos: los escritores y críticos vinculados a la producción literaria mercantil, y las señoritas y damas ociosas de Madrid, cuyas costumbres no pierde ocasión de reprobar y cuyos gustos parodia en cuanto se le presenta la ocasión.
Hay en la novela un retrato de la primera bohemia madrileña, que opina de política y de libros, Rosalía de Castro parece percibir la relevancia de ciertos agentes ligados a la producción cultural y a la constitución de espacios públicos en el llamado “siglo de las revoluciones.”
La historia viene precedida de una larga introducción, de estructura teatral, en la que hablan un hombre y una musa. Algunos largos soliloquios y reflexiones, hacen que algunos tramos de la novela resulten poco fluídos.
La novela, por su estructura y temática (en la que algunos han querido ver elementos revolucionarios), hacen que la crítica la considere como un texto rompedor que colocan en el nacimiento de una nueva concepción del género.



miércoles, 18 de marzo de 2015

LOS MEJORES AÑOS DE NUESTRA VIDA

Apenas concluída la II Guerra Mundial, los soldados vuelven al hogar, tres de ellos coinciden en el avión que los lleva de vuelta a sus casas, en Boone City, una imaginaria ciudad del Medio Oeste de EEUU. Durante el viaje de regreso los tres hombres inician una amistad que se prolongará en el tiempo y comparten sus inquietudes de cara a la reincoporación a la vida civil. Aunque los tres son muy bien recibidos a su llegada por sus respectivas familias, pronto cada uno se enfrentará a sus propias dificultades. Al Stephenson (Fredric March), un sargento de infantería, con una desahogada posición económica, trabaja en un banco, en el que le están esperando para que trabaje con ellos de nuevo en un puesto más importante. Homer Parrish (Harold Russell), es un marinero que ha perdido sus dos manos, sustituidas por prótesis metálicas, que se enfrenta a rehacer su vida como mutilado de guerra, trata de ser fuerte, de aparentar naturalidad frente a su discapacidad, pero se ve que tiene un tremendo miedo al rechazo. Por último, Fred Derry (Dana Andrews), es un héroe de guerra con varias menciones honoríficas y antiguo piloto de bombarderos, que sufre secuelas psicológicas y que, tras verse incapaz de conseguir un nuevo empleo, ha de volver a su antiguo puesto como dependiente en los almacenes en que se ha convertido la antigua tienda en la que trabajaba vendiendo helados y a la que se había jurado que no regresaría jamás.


El film es una adaptación de la novela de MacKinlay Kantor "Glory for me". El prestigioso guionista Robert E. Sherwood, fue el encargado de acometer el trabajo, obteniendo un resultado brillante, con un sólido guión que sirve de base a esta excelente película. Este trabajo le supuso ser investigado años más tarde por el Comité de Actividades Antiamericanas, que estimó que el guión era sospechoso de deficiente patriotismo.


Sin una sola imagen de guerra, la película es uno de los mejores films antibélicos que se han rodado jamás, pero como tantas otras cosas en él, no hace el más mínimo énfasis en ello. Su mensaje nos lo transmite con serenidad, sin grandes artificios ni pretensiones, sin recursos llamativos, sencillamente cuenta las cosas tal como son. Su acierto es que sabe hacerlo.


Es una película sin grandes estrellas, es cierto que algunos de sus nombres son muy conocidos, empezando por Myrna Loy, pero no son mega estrellas, quizá esa es la razón de que todos ellos estén brillantes, transmitiendo credibilidad a sus papeles y haciendo que el espectador empatice con ellos.
Aunque la película tiene varias escenas realmente llamativas (de las que más suelen llamar la atención es la de Dana Andrews recorriendo el cementerio de aviones, por su potencia visual y alegórica), sin renunciar a ninguna de ellas, yo me quedo con el discurso de Fredric March, cuando el banco le está ofreciendo una cena de homenaje por su regreso, previamente se nos han narrado las pegas que le pone la entidad a la hora de conceder créditos a los veteranos y él, en su disertación dice más o menos:
El oficial nos dijo: Ven aquella colina, pues hay que tomarla. Pero eso entraña riesgos, le contestamos nosotros, no hay nadie que avale el éxito de la operación. Por consiguiente, ante la falta de garantías, no tomamos la colina y perdimos la guerra contra Japón.


Con leves toques de humor, la película huye del fácil camino del sentimentalismo, está narrada con desenvoltura y naturalidad que, en cierto modo, sorprende por estar hecha en los años 40, claro que esa sorpresa viene, en buena parte, propiciada por el retroceso que supusieron producciones posteriores que, una vez estalló la llamada "Guerra Fría", se dejaron llevar por el patrioterismo.
Un tema que después ha sido planteado muchas veces, el del regreso de los veteranos y sus problemas de adaptación, pero esta fue la primera que se hizo y con mucha antelación, y creo sinceramente que no ha sido superada. Además me parece interesante señalar el reconocimiento a quienes apoyan a estas personas, familiares, amigos, gentes anónimas, que saben comprender su situación y, en ocasiones, por estar próximos, sufren tanto como ellos.
Una magnífica película a la que no dudo en calificar como obra de arte, con innegables valores humanos y cinematográficos que, esta vez sí, la Academia supo premiar, nada menos que con siete Oscar.




martes, 17 de marzo de 2015

LAS MEJORES POESÍAS CHINAS

Editado por la marca argentina Longseller, este librito que incluye deliciosas ilustraciones, además de acercarnos algunos de los poemas más famosos de los autores chinos de las dinastías Chou, Han, Chin, T'ang, Sung, Yuan y Ch'ing, contiene una interesante introducción de Roberto Curto que nos permite conocer y poder comprender mejor la forma de pensar y hacer de estos poetas tan alejados de la concepción artística del mundo occidental. Desde sus fundamentos filosóficos y espirituales, hasta los procedimientos técnicos, en los que caligrafía y pintura forman un todo con la escritura propiamente dicha.
Curto nos introduce en las características del lenguaje poético (Wen-yen), plagado de imágenes y metáforas y en el que tiene gran importancia el uso de los homófonos que permiten ingeniosos juegos de palabras.
La esencia de la poesía china es la transmisión del espíritu de vida, tal como resulta manifestado por un evento, y de los sentimientos que este evento despierta. El poeta, mediante la práctica de un camino espiritual, llega a hacerse uno con el Universo y, luego de asimilar esta experiencia ontológica, la expresa a través de su poesía que resulta ser en sí misma un camino espiritual.
Una forma amena de aproximarnos a un apartado de una cultura que es la única en la historia de la humanidad con una tradición ininterrumpida de más de seis mil años y su poesía es tal vez, la única en la historia de la poesía con una tradición ininterrumpida de no menos de tres mil años.

Reproduzco ahora un poema de Su T’ung-po (1036-1101):

Todos en el mundo quieren que sus hijos tengan talento,
pero a causa del talento, yo he sufrido toda mi vida.
Ojalá hijo mío, que seas estúpido y zopenco,
y, libre de problemas, llegues al cargo de primer ministro.



lunes, 16 de marzo de 2015

CADENAS ROTAS (GREAT EXPECTATIONS)

Pip (de niño Tony Wager; de adulto John Mills), es un joven huérfano que vive con su hermana y con Joe (Bernard Miles), el marido de esta.
Un día en el que Pip ha ido al cementerio a depositar un ramo de flores en la tumba de sus padres, le asalta un presidiario fugado que le amenaza con sacarle el corazón si no le ayuda, le pide comida y, al enterarse de que vive en casa del herrero, también le pide una lima. Pip desconoce la importancia que el socorro que presta al convicto, tendrá en su futuro devenir.
Un tiempo después, una extraña y adinerada mujer, la señorita Havisham (Martita Hunt), le invitará a su casa a jugar. Allí conocerá a la protegida de su anfitriona, una joven llamada Estella (de joven Jean Simmons; de adulta Valerie Hobson), de la que se enamorará casi al instante.
Años después, cuando ya está trabajando como aprendiz con Joe, será obsequiado por un misterioso protector que le proporciona recursos para trasladarse a Londres y comenzar una vida más acomodada.
Se instala en un piso que comparte con Herbert Pocket (Alec Guinness), que se convertirá en su mejor amigo, al tiempo que le instruye en la manera de desenvolverse en sociedad y a adquirir los modales de un caballero.


Adaptación de la famosa novela de Charles Dickens del mismo título que la versión original: "Grandes esperanzas". Así es como se ha titulado siempre la novela y así se titula la película, pero parece que el cachondeo que se traen los distribuidores españoles con los títulos viene de lejos.
Un libro por el que tengo especial debilidad, que yo recuerde, fue el primero que leí del autor inglés y no creo que tuviera yo más de diez años. Era un precioso libro de la Colección Juvenil Cadete, de la Editorial Mateu. La traducción era de Mª Dolores García Lomas, que tradujo muchas obras de las llamadas infantiles y juveniles y la ilustración de la portada de Salvador Fariñas, un mito en la ilustración española, de vigoroso y preciso trazo, con un estilo expresivo claramente deudor del comic. En fin que me trae muchos y buenos recuerdos, pero lo voy a dejar aquí, quizá para mejor ocasión.


La película cambia algunas cosas respecto al texto de Dickens, algunos personajes, como el de Biddy (Eileen Erskine) están totalmente alterados, en cuanto a protagonismo y rasgos, pero en general respeta el espíritu de la novela y para los puristas que se quejan siempre de las adaptaciones, decirles que el mismo Dickens cambió el final de la novela, porque el primero que escribió no gustaba a su público.
Con una magnífica ambientación y una fotografía espléndida (de hecho, los dos Oscar que recibió fueron a la dirección artística y la fotografía), David Lean sabe mantener el interés del espectador con esta historia que nos cuenta bastante bien.


Alrededor de este film, que recomiendo, hay muchas anécdotas, entre otras, que Lean, que al parecer no era un hombre muy ilustrado literariamente hablando, debe parte del éxito en la adaptación de la novela a su esposa, Kay Walsh, que le arrastró literalmente a ver la obra que se estaba representando por entonces en un teatro de Londres. Aparte de empaparse del espíritu de Dickens, en aquella representación encontró a Alec Guinness interpretando el papel de Herbert Pocket, el mismo que representó en la película quien, con el tiempo, sería el actor fetiche de Lean. Esta fue la primera película sonora de Guinness y el debut cinematográfico de Jean Simmons, que interpreta a la joven Estela, bastante mejor que la actriz que da vida al personaje en su edad adulta.




sábado, 14 de marzo de 2015

EL DIABLO EN LA BOTELLA

Keawe pasea por el barrio más señorial de San Francisco, admirando las imponentes casas que bordean las calles, piensa que su mayor sueño sería tener un día una de aquellas hermosas construcciones. Un hombre le mira desde la ventana de una de ellas, no es la más grande, al contrario, es una casa de proporciones menores a las otras, sin embargo, su hermosura y la del jardín que la rodea, ya habían llamado la atención de Keawe.
El hombre que la habita, parece infeliz a pesar de tener para sí tan hermosa morada y tras un intercambio de miradas, llama a Keawe para invitarle a entrar y se ofrece a enseñarle su casa.
En el transcurso de la visita, le cuenta la historia de cómo se hizo con aquella casa, en realidad fue un deseo que pidió al diablo que está encerrado en una botella que posee, un recipiente que en su tiempo perteneció a gente importante, Napoleón o el capitán Cook fueron algunos de sus propietarios, así se explican las hazañas que consiguieron y por qué decayó su estrella cuando se deshicieron de la botella, porque esta guarda un secreto, el hombre que muera con la botella entre sus posesiones terrenales, irá directamente al infierno. Sólo hay una manera de deshacerse del maleficio, venderla por menos dinero del que se compró, advirtiendo al comprador de todas estas circunstancias.
Keawe compra la botella por 50 dólares, todo el dinero que posee, mucho menos de lo que pagó por ella su primer propietario, el legendario Preste Juan, que la compró por millones. Keawe logrará tener la casa que ambiciona y vende la botella, su vida es feliz, no desea nada más, hasta que un día conoce por casualidad a Kokua, una hermosa muchacha de la que se enamora y con la que desea casarse. Esa misma noche, al llegar a casa, le pide a su criado chino que le prepare el baño, cuando desnudo se mira al espejo, descubre con horror una pequeña mancha que para su ojo experto es señal inequívoca de que tiene el mal chino (la lepra).
A Keawe, un día antes, no le hubiera costado mayor disgusto aceptar su desgracia y encaminarse a Molokai en espera de pasar a mejor vida, pero ha tenido que ocurrirle justo cuando acaba de conocer al amor de su vida, renunciar a Kokua le parte el corazón, así que decide ponerse a buscar la botella. Tras seguir su rastro, consigue encontrarla y se la compra a su dueño, pero el precio que paga es de dos centavos, no podrá venderla, pues nadie querrá comprarla por uno y condenarse a las llamas del infierno.
La novela de Stevenson es una reflexión sobre el egoísmo y la fuerza del amor. Por un lado, el humano deseo de riquezas y bienestar que hace del hombre un ser osado capaz de exponerse a la eterna condenación con tal de vivir en la opulencia. Por otro, un canto al amor y a la fuerza que este nos da, en ocasiones, para poner en peligro nuestra propia vida, llegado el caso, por un minuto más junto al amado o la amada y exponer nuestra existencia para evitarle males y dolores.




viernes, 13 de marzo de 2015

ELOÍSA ESTÁ DEBAJO DE UN ALMENDRO

Fernando Ojeda (Rafael Durán) regresa al hogar tras acabar sus estudios en Bélgica. Allí lo reciben su tío Ezequiel (Alberto Romea) y Dimas (José Prada), el criado. Una vez en casa, descubre un retrato, un traje y una caja de música. Tras preguntar a Dimas y a su tío acerca del origen de esos objetos decide -por consejo de Ezequiel- ir a la casa de los Briones para resolver sus dudas. Los Briones son una familia de excéntricos: Edgardo (Juan Espantaleón) lleva años acostado y viaja en tren con su imaginación, su hermana Micaela (Ana de Siria) colecciona búhos y persigue ladrones todos los sábados. Mariana (Amparo Rivelles) es hija de Edgardo y sobrina de la disparatada Clotilde (Guadalupe Muñoz Sampedro). La llegada de Fernando a la casa, coincide con la entrada como mayordomo de los Briones de Leoncio (Juan Calvo). Éste, junto al hasta entonces mayordomo, Fermín (Joaquín Roa), será testigo de los extraños hechos que van a acaecer. En su visita, Fernando conoce a Mariana y descubre que tiene una caja de música como la suya y que es idéntica a la mujer del retrato. Pasa el tiempo, Fernando y Mariana mantienen una relación, entonces aquel decide secuestrar a Mariana una noche para llevarla a su casa y aclarar el misterio que encierran los objetos que descubrió. Una vez en casa de los Ojeda, Mariana percibe que le resulta familiar. Incluso con la ayuda de Dimas descubrirá una alacena que contiene otros objetos misteriosos: un cuchillo, la manga de un vestido y unos zapatos, todos ellos manchados de sangre.


Adaptación de la obra del teatro del mismo título escrita por Enrique Jardiel Poncela, que había sido estrenada apenas tres años antes.
Rafael Gil, realizador y autor del guión, demuestra su dominio del medio, pues respetando casi en su totalidad, no sólo el espíritu, sino diálogos y escenas enteras de la obra teatral, sabe cambiar lo necesario para adaptarla al lenguaje cinematográfico, "aprovecharse" de su alocado planteamiento y mantener el texto de Jardiel del que saca mucho partido.


Aunque hay unas breves escenas en una sala de cine y en alguna ocasión aparece el decorado que representa el lago y el exterior la casa de los Ojeda, prácticamente toda la acción se desarrolla en las casas de ambas familias. La de los Briones, llena de cachivaches y muebles de todo tipo, desordenados por doquier y la de los Ojeda, un escenario de cuento gótico, con muchas entradas y salidas, algunas disimuladas, que a lo largo de la narración contribuyen a mantener el misterio y la incertidumbre del espectador.


La película supuso el primer gran éxito de Rafael Gil, un nombre indispensable en la historia del cine español.
Aunque él mismo reconoció que esta película la rodó para ir calentando motores y experimentando con la vista puesta en el proyecto que tenía en mente, que era la realización de El clavo, en la que iba a intervenir la misma pareja protagonista (Rafael Durán y Amparo Rivelles).
Sin embargo no se trata de una película hecha de cualquier manera, sino muy bien planificada y que supuso el abandono por parte del cine español del sainete como forma de expresarse en las películas cómicas, para pasar a un humor más inteligente y trabajado que se apoya en el absurdo de las situaciones y los personajes.
Muy divertida, con un elenco de secundarios plagado de nombres memorables de la escena nacional, el resultado es más que positivo, con escenas desternillantes y con un humor diferente que aporta frescura y la tan necesaria evasión en aquellos tiempos tan oscuros.




jueves, 12 de marzo de 2015

LA FLECHA NEGRA

El joven aspirante a caballero Richard Shelton se verá envuelto en mil y una aventuras, en una trama llena de sorpresas, en la que no falta siquiera espacio para el amor pero dominada por la acción y la intriga.
Dick Shelton, pupilo de Sir Daniel Brackley, señor de Tunstall -y defensor, interesado y poco fiable, de la causa de Lancaster-, perdió a su padre en extrañas circunstancias y ahora sirve a las órdenes de sir Daniel y recorre la agreste región con los mensajes de su señor. Estamos en los prolegómenos de la batalla de Shoreby, y en las cercanas florestas de Holywood se oculta la hermandad de La Flecha Negra, cuyo capitán, el misterioso John Amend-all (John Arregla-todo), un vengador justiciero tiene atemorizadas a las autoridades locales, pues sus certeras flechas negras, acompañadas de un mensaje, prometen cobrarse la vida de cuatro malvados personajes: «Los cuatro recibiréis lo que es de razón / una flecha negra en vuestro negro corazón»...
La acción se ambienta durante la llamada "Guerra de las dos rosas" y uno de los aspectos más llamativos de la novela es el trato que el autor da a unos y otros, buenos y malos, son todos igual de brutales en sus acciones, despojadas de toda piedad hacia el enemigo vencido y más si este no es de clase noble.
Magnífico también el arranque de la novela, cuando Sir Daniel ha enviado a sus lacayos a reclutar gente entre sus deudos y están en casa de Nick  Appleyard, un viejo soldado que ahora se dedica a cuidar sus tierras y a quien Sir Daniel ha enviado a buscar para que se haga cargo de la defensa del Castillo del Foso. Entonces hace acto de presencia la Hermandad de la Flecha Negra:

Silbó en el aire una flecha como un gigantesco abejorro y vino a clavársele al viejo Appleyard entre ambos omoplatos, atravesándole de parte a parte y haciéndole caer de cabeza sobre las coles...


... -Extraña flecha es ésta -dijo el muchacho contemplando la que tenía en la mano.

-Sí, por cierto -exclamó Bennet-. Negra y guarnecida de plumas, también negras. Nada tiene de bonita ni de alegre, porque dicen que el negro es presagio de entierro. Y aquí se ven algunas palabras escritas...