Will Lockhart (James Stewart), un capitán del ejército de los Estados Unidos se hace pasar por comerciante y va a Nuevo México para averiguar quién le vendió rifles a los apaches que asesinaron a su hermano. Entre los sospechosos se encuentran un arrogante hacendado, su despiadado hijo y el capataz de su rancho.
El guion adapta la novela del mismo título del norteamericano Theodore Thomas Flynn, que apareció publicada por entregas en el Saturday Evening Post en 1954, un año antes del estreno de la película.
Anthony Mann mueve la cámara con sutileza para acercarnos la historia de un hombre misterioso del que iremos conociendo poco a poco los motivos para que actúe tal como lo hace. Con escenas espectaculares, como la pelea entre las patas de las reses, o el encuentro entre el protagonista y Barbara (Cathy O'Donnell) con la iglesia al fondo y un cielo que ha perdido el brillo solar pero conserva un peculiar tono crepuscular. Mann, en su primera película en Cinemascope, sabe sacar todo el partido que ofrece la nueva tecnología para retratar el paisaje y ofrecernos una película que, con algunos elementos atípicos y una cierta dosis de intriga, es western de alto nivel.
Según confesión del propio James Stewart, éste era su wéstern favorito.
ResponderEliminarEso se dice.
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