Arizona, 1874. Link Jones (Gary Cooper), un antiguo pistolero dedicado al bandidaje, se ha redimido y es un hombre respetado por sus vecinos. Tanto es así que, depositando toda su confianza en él, le han entregado seiscientos dólares destinados a contratar a una maestra para la escuela que piensan inaugurar. Con esta misión, Link emprende un viaje en tren, hasta que este sufre un asalto y se queda a cien millas de la población más próxima, junto a una atractiva chica de saloon y un jugador de cartas poco fiable. Decide buscar refugio en una granja abandonada entre unos forajidos que fueron antaño sus compinches de fechorías. No confían en él y él los detesta. Los viejos fantasmas del pasado regresan al presente poniendo en peligro su reputación. Para ganar tiempo decide que puede ayudarlos con un último trabajo en un banco, con el fin de seguirles el juego y proteger la vida de sus dos compañeros de infortunio.
En su estreno, la acogida del público fue bastante fría, aunque poco a poco, en décadas posteriores, ha ido siendo considerado como una especie de film de culto.
En el rancho en que se refugia el protagonista, se encuentra con sus primos y su tío Dock Tobin (Lee J. Cobb), un conocido delincuente y asesino, el hombre con el que se educó y que le llevó por la senda del mal, de la que se apartó en su momento y que, tras años de vida honrada, le permitió fundar una familia, con esposa y dos hijos y ganarse el respeto de sus conciudadanos de Good Hope, el pueblo en que vive, que conocen su pasado. Todo este esfuerzo se ve en peligro, pues el sheriff de Crosscut lugar donde tomó el tren, le reconoció y ahora es el hombre al que buscan como responsable del fallido asalto al tren.
El film se convierte así, en una reflexión sobre la redención y lo frágil que resulta mantener el respeto y la fe de los demás cuando se ha tenido un pasado turbio.
La película, a la que no faltan ingredientes del género, tampoco me ha parecido de lo más llamativo que ha hecho Anthony Mann y, sin duda, la realización de éste y la presencia de Cooper, son los mayores alicientes del film.
Tiene un aire de serie B que no favoreció la recepción crítica en su estreno; pero sería finalmente reivindicado por los chicos de la Nouvelle Vague. Realmente, se trata de un western muy curioso, fantasmagórico y crepuscular cuando todavía no estaban de moda los westerns crepusculares; el protagonista es amado por su antiguo mentor y por la chica, pero no tienen ninguna posibilidad porque él se ha vuelto honrado y, además, está casado.
ResponderEliminarEs una historia un tanto peculiar.
EliminarIndependientemente de algunas incongruencias en el reparto (por ejemplo, Lee J. Cobb interpreta al tío de Gary Cooper pese a ser diez años más joven), el entusiasmo que el cahierista Godard demostró por este wéstern lo acabó convirtiendo en uno de los títulos de culto del género.
ResponderEliminarEso ocurre a veces, basta que alguien con cierto predicamento hable bien de algo, para que sea visto de otra manera.
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