Ishaan Awasthi (Darsheel Safary) es un niño de 8 años cuyo mundo está plagado de maravillas que nadie más parece apreciar: colores, peces, perros y cometas, que simplemente no son importantes en la vida de los adultos, que parecen más interesados en cosas como los deberes, las notas o la limpieza. E Ishaan parece no poder hacer nada bien en clase. Cuando los problemas que ocasiona superan a sus padres, es internado en un colegio para que le disciplinen. Las cosas no mejoran en el nuevo colegio, donde Ishaan tiene además que aceptar estar lejos de sus padres. Un día, un nuevo profesor de arte irrumpe en escena. Ram Shankar Nikumbh (Aamir Khan) contagia a los estudiantes de alegría y optimismo. Rompe todas las reglas de "cómo se hacen las cosas" al pedirles que piensen, sueñen e imaginen, y todos los niños responden con entusiasmo, todos excepto Ishaan. Nikumbh pronto se da cuenta de que Ishaan es muy infeliz y se propone descubrir por qué. Con tiempo, paciencia y cuidado, finalmente ayuda a Ishaan a encontrarse a sí mismo.
Producida y dirigida por la estrella de Bollywood Aamir Khan, que también tiene un papel destacado interpretando al profesor de arte.
Es cine indio, hecho al gusto del público local, quiero decir que estamos hablando de un film largo (casi tres horas), con canciones, aunque es cierto que no demasiadas para lo que es habitual allí, ya que algunas se suprimieron en pro de aligerar el metraje; eso si, todas ellas con mensaje y alguna, como la que interpreta Nikumbh cuando se presenta a los alumnos, muy divertida y alegre.
En algunos momentos me ha parecido que el protagonista infantil está algo envarado, quizá sea una percepción mía sin demasiado fundamente y que, tal vez, hay en algunos pasajes un exceso de sentimentalismo, pero esto es también típico del cine hindú, cuyo público no ve las cosas con los ojos de los occidentales.
Atención a los títulos de crédito, muy llamativos; los del principio a base de animaciones y los del final de la película, con imágenes de niños tomadas durante el recorrido que hicieron por toda La India en busca del joven que había de interpretar a Ishaan, imágenes reales tomadas en calles y plazas de aldeas y ciudades con niños jugando, a veces con juguetes destartalados, otras en que se les ve trabajando o divirtiéndose, todas ellas muy curiosas.
Estamos ante una película de las que yo llamo educativas, pero no únicamente para niños, sobre todo para los adultos y para la sociedad en general, de manera que no deja de ser aleccionadora, pero muy amena.
Nos plantea el problema de los diferentes, niños con capacidades distintas que no son capaces de desarrollarlas con los métodos estándar y cuyas dificultades para aprender y entender el lenguaje educativo habitual, si no son detectadas o hasta que hay un diagnóstico, les llevan al sufrimiento y la desesperación porque no tienen herramientas para enfrentarlas. En una de las escenas de la película se ponen ejemplos de personas muy brillantes que tuvieron estos problemas (Leonardo, Edison, Einstein, Agatha Christie...), por supuesto que eso no quiere decir que todos los niños y niñas que sufren estos problemas van a ser grandes genios, pero al menos no tendrán que soportar el apelativo de lentos, vagos, improductivos, incluso tontos o retrasados sin son tratados de forma adecuada.
La historia es una llamada de atención, una petición a la sociedad para que preste la ayuda que precisan estas personas, que dejen de ser consideradas "bichos raros" por tener dificultades físicas o psíquicas para adaptarse a la norma y sean consideradas como lo que son: Estrellas en la tierra, gotas de esperanza.
Creo que el cine que se hace en la India está por descubrir, y que como pasa el chino, irán surgiendo películas de calidad por encima del estereotipo. También es un cine para su consumo, no para el nuestro.
ResponderEliminarUn saludo
Son concepciones diferentes.
EliminarUn gran mensaje. Un beso
ResponderEliminarSí.
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