Manuel Godoy (1767-1851), Príncipe de la Paz, valido de Carlos IV, publicó seis volúmenes de sus memorias con el título de "Cuenta dada de su vida política", que acabó con el llamado Motín de Aranjuez, en marzo de 1808, seguramente el primer golpe de estado de la historia contemporánea española, anticipo y modelo de los que infaustamente vinieron después, un evento celebrado con irracional alborozo por propios y extraños, seguido dos meses más tarde del cambio dinástico (abdicaciones de
Bayona) y de la ocupación extranjera. A ello siguió la guerra de la Independencia.
Godoy, víctima de terribles ataques, unos justificados y otros, cuando menos, de fundamento dudoso, por parte de otros políticos y por infinidad de pasquines y de impresos satíricos y burlescos, aprovechó su largo destierro para ir redactando, a modo de reivindicación de su propia persona, los recuerdos de sus 16 años de intervención en la Corte y en el Gobierno de España.
Aliado Napoleón con España, en su guerra contra Inglaterra, los ejércitos franceses comenzaron a entrar en la península en proporciones alarmantes. Ni Carlos IV, ni la mayoría de sus cortesanos y ministros veían claramente el peligro que ello entrañaba para la nación y únicamente Godoy, dándose cuenta de la situación, propuso que el monarca y su familia se trasladaran a Andalucía, protegidos por el ejército, a fin de hacer frente a los franceses. El príncipe Fernando (más adelante Fernando VII), el infante don Antonio, hermano de Carlos IV, muchos de los que rodeaban a los reyes y el pueblo, seguramente hábilmente manipulado, creyeron que se trataba de una maniobra de Godoy y ello desencadenó, la noche del 17 de marzo de 1808, el famoso motín, que no solo condujo a la caída de Godoy, sino también a la del propio Carlos IV, que se vio obligado a abdicar en su hijo.
En el relato de sus memorias, Godoy justifica con claras razones tal vez uno de los momentos de su vida política en que más imperó la sensatez, cuando él era el único que veía la situación con cierta claridad, como demostrarán los hechos inmediatamente posteriores.
Es cierto, no obstante, que su testimonio debe ser recibido con reservas, pues su condición de protagonista, le impide ver con objetividad la realidad y el alcance de sus actuaciones y las causas de su caída que él atribuye a intrigas de la camarilla de don Fernando y del infante don Antonio que, ayudados por otros con intereses en su desaparición de la política, agitaron al pueblo mediante el empleo de elementos provocadores. El mismo pueblo que el 18 de marzo, al día siguiente del motín, recibía en Aranjuez al embajador de Francia, Beauharnais (uno de los implicados en su caída, según Godoy), a los gritos de "¡Viva Napoleón!, ¡Viva el Emperador!", pocos días después, el 2 de mayo, se alzaría implacable contra Napoleón.
La obra resulta curiosa también, porque podemos ver una especie de doble actuación del valido, por un lado sus intentos de modernización del país y, por otro, el lastre que para ello suponían sus convicciones apegadas a la tradición y su inquebrantable lealtad al monarca, así como sus errores en lo que a política exterior se refiere. La drástica reforma del sistema político-institucional que necesitaba la España de Carlos IV, solamente hubiera sido posible mediante un sistema representativo similar al inglés o bien mediante la concentración de poderes en una persona. Godoy optó por esta vía, pero su poca discreción a la hora de hacer ostentación de sus riquezas y su poder en detrimento de las instituciones ya existentes, como el Consejo de Castilla, por ejemplo, concitó sobre él los odios y envidias de unos y otros, resultando claro que su camino estaba condenado al fracaso, algo que no supo o no quiso ver.
Hola Trecce!!
ResponderEliminarQue buena reseña de esta Obra, Godoy en sus memorias refleja todo lo vivido previamente a su golpe de estado, el motin de Aranjuez y lo que desencadeno esa situacion.
Esta claro que ya la sociedad, no estaba preparada para sus intentos de modernidad al pais, y por otro lado seguir sus convicciones tradicionales siendole fiel al monarca.
Gracias por mostrarnos la historia de España en es sus comienzos politicos.
Un abrazo!!
Gracias a ti por tu amabilidad.
EliminarGodoy se parece bastante a los políticos que tenemos hoy, que solo toman decisiones que les sirven a ellos para escalar puestos y vivir opíparamente del erario público. Y las decisiones que toman, no son las que mejor le vienen al pueblo. Se sirven a sí mismos, en vez de servir al pueblo del que viven. Lamentablemente hoy han vuelto aquellos tiempos.
ResponderEliminarEs que en algunas cosas parece que vamos para atrás.
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