martes, 31 de diciembre de 2013

EMPRENDEDORES

Creo que la palabra emprendedor, presente en cada rincón de nuestras vidas en los últimos tiempos, es uno de esos términos devaluados de los que se ha hecho un uso no siempre adecuado, pretendiendo definir lo que no es.
Emprendedor debe ser otra cosa que aquello que siempre ha existido y que antes, en román paladino, llamábamos "ponerse por su cuenta", y más recientemente, "ser autónomo".
El caso es que desde todos los ámbitos, tanto públicos como privados, se nos ha llenado la cabeza de ese término: Emprendedor. Como si fuera la panacea para salir de la situación de estancamiento, cuando no de retroceso claro en la que está inmersa nuestra economía. Pero, al parecer, no es oro todo lo que reluce, para algunos, esta es la política de los pobres y otros argumentan si no es sospechoso que tantos consultores, asesores y demás, aconsejen emprender y arriesgar en determinados nichos de mercado (así los llaman), pero ellos no lo hacen, es como la vidente que te aconseja comprar un número de lotería, pero ella no lo lleva.
Se acusa a los jóvenes españoles de que la aspiración de muchos de ellos es ser funcionarios. Bueno, dicho así..., pero es que lo que desean, en realidad, es tener un trabajo y por ende, un futuro, medianamente estable en épocas de absoluta precariedad. Eso creo que es bastante lógico. Claro que si lo piensa un joven, parece que eso va contra el espíritu de rebeldía típico de la juventud y "es malo", pero si las eléctricas van a la subasta de la energía y acuerdan subir un 11% la tarifa de la luz, argumentando que el mercado teme la inestabilidad, eso "es bueno" (el argumento, digo). En qué quedamos, ¿por qué es lógico que los mercados demanden estabilidad y confianza, pero no lo es que los jóvenes (y los que no lo somos) también aspiremos a ello?
Para acabar de descolocarnos, una reciente estadística (creo que de abril de 2013), publicada por el Instituto de Estudios Económicos, revela que España está por debajo de la media europea en el porcentaje de autoempleo. En la U.E. el porcentaje es del 15,6%, mientras que España se queda en un 13,1%. Pero lo curioso de la estadística es comprobar qué paises están muy por encima de la media, por ejemplo: Grecia y Rumania, que se sitúan por encima del 34% o Bulgaria, que registra un 27,3%. Y quién está por debajo de esa media, atentos: Alemania (11%) y Francia (9%); y ya, muy por debajo, nada menos que Dinamarca (6,1%) y Suecia (5,3%).
Curioso que los países más ricos son los que menos tasa de autoempleados tienen. ¿Será que tienen empresarios que sí crean riqueza?
 
 
 

4 comentarios:

  1. Como para que la gente se haga emprendedora y por su cuenta: vamos el asunto está para eso. Si por fin sube la luz ese 11% está el tema para que uno se haga autónomo y montar un taller de reparar relojes. Ahora que según el PP y en concreto el sumo pontífice, llamado Rajoy, dice que en el 2014 ya iremos mejorando; pues menos mal. Ya que mi amigo y paisano González Pons, se equivocó un pelín, al decir que ellos crearían no sé cuantos millones de empleo. Los políticos siempre han sido todos unos embusteros. pero a estos peperos no hay quien los iguale.

    Saludos Trecce.

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  2. Supongo que el término "emprendedor" está bien ajustado a el trabajador autónomo, que monta su PYME y trata de sobrevivir-la mayoría-contra el viento de crisis y la marea de legislaciones e impuestos que son el auténtico freno a tanta actividad emprendedora.
    En el caso de la Administración Pública el "emprendedor" lo lleva claro: solamente le espera la crucifixión en el Gólgota porque en la Administración Pública asciende el más inútil del rebaño, la oveja negra que todo dios se quiere quitar de encima.
    Un saludo y Feliz Año.

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    1. El asunto de la Administración Pública en España daría, no para uno, para mil debates y mucho me temo que la tan cacareada reforma, se quedará, una vez más, en agua de borrajas.

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