La acción se desarrolla en 1630, en la colonia francesa de Nueva Francia (hoy territorio de Quebec), donde los jesuítas han sido autorizados por el gobernador para remontar el curso del San Lorenzo y enviar a alguno de sus miembros a reforzar la misión establecida en territorio de los Hurones.
El elegido para tal empresa es el padre Laforgue (Lothaire Bluteau), al que acompañará Daniel (Aden Young) un joven francés que domina el lenguaje de los Algonquinos, los nativos que guiarán al padre en su viaje. Al frente de ellos está Chomina (August Schellenberg), el líder del grupo, cuya bella hija Annuka (Sandrine Holt), se enamora de Daniel.
El viaje se irá complicando, primero por la desconfianza de los propios Algonquinos, que creen que el sacerdote está poseído por el demonio, no entienden algunas de sus actitudes y acaban abandonándolo y más adelante, cuando Chomina regresa en su busca, porque son apresados por los Iroqueses que les torturan cruelmente hasta que logran escapar gracias a la valentía y la inteligencia de Annuka que sacrifica su dignidad para liberar a los supervivientes.
Poco conocida película del realizador australiano Bruce Beresford, basada en una novela de Brian Moore, que también redacta el guión del film y que se titula igual que la película (Black Robe, en su versión original).
A pesar de que el realizador había estado nominado al Oscar como mejor director, el film no encontraba financiación y costó nada menos que cuatro años hallarla, en buena parte gracias al éxito de "Paseando a miss Daisy", del mismo director.
El film plantea el choque de dos culturas, la europea y la indígena, independientemente de que en este caso sean franceses y nativos del actual Canadá, podría valer para otros lugares del planeta. Unos no entienden a los otros y viceversa. Los franceses desde su arrogancia de occidentales tratando de salvajes a los nativos y aquellos sin poder comprender por qué el afán de estos otros en querer bautizarles, cuando ellos tienen su propia religión, o en enseñarles cosas de las que no obtienen utilidad alguna en la dura vida del noreste americano. La película no idealiza ninguna de ambas culturas, relata cómo pudo ser aquel desencuentro y lo hace con un realismo casi naturalista, el viaje se convierte en una lección de etnografía, vemos la vida dura y sencilla de los nativos, con detalles que normalmente no se muestran en las películas, a veces ni siquiera en los documentales. Todo ello apoyado en una fotografía exquisita que retrata de maravilla los bellísimos paisajes canadienses.
Hay algunas escenas, cuando son apresados por los Iroqueses, que muestran con extremo realismo, las crueldades a que son sometidos los prisioneros, algo que provocó en su momento las acusaciones de racismo por parte de asociaciones de nativos americanos. Sin embargo, Brian Moore había realizado una amplia investigación sobre el tema y, en realidad había rebajado el tono de la violencia documentada, tanto en el libro como en el guión. Es verdad que la peli no cuenta que los Iroqueses llevaron estas actitudes al extremo desde que los Algonquinos ayudaron a los franceses en sus viajes hacia el norte, en busca de territorios de caza que habían sido tradicionalmente Iroqueses. De lo que sí deja constancia la película es de que estas actitudes eran consideradas como medios indispensables de supervivencia por los nativos, pues pensaban que cualquier gesto de benevolencia con el enemigo podía ser interpretado por este como un signo de debilidad. De hecho, en el epílogo del film, se nos dice que los jesuítas lograron atraer al cristianismo a los Hurones, que siguiendo la doctrina de la Iglesia, dejaron de atacar a sus enemigos, quince años después, el pueblo Hurón había sido masacrado por los Iroqueses, la misión fue cerrada y los jesuítas se volvieron a Quebec.
La película es toda una invitación a la reflexión, tiene muchos momentos realmente logrados y en su conjunto, me ha parecido brillante.
Cuando al final de la película sale eso de que "cualquier parecido con la realidad es pura casualidad", no suele haber problema, pero como al principio aparezca "basada en hechos reales", a todos nos sale la vena censora e inquisitorial.
ResponderEliminarEn esta nada dicen de que esté basada en hechos reales (que en cierto modo lo está), pero lo que sí está claro es que aquellas cosas ocurrieron y que Brian Moore se documentó exhaustivamente para escribir su novela y el posterior guión del film.
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