Chuck Scoutt (Robert Cummings) es un veterano de guerra sin empleo. Un día encuentra un billetero perdido y decide ir a buscar a su propietario, quien resulta ser un gángster llamado Eddie Roman (Steve Cochran). Eddie, agradecido, decide contratar a Chuck como chófer, quien se adentra en el peligroso mundo del hampa. Chuck conocerá poco a poco a Lorna (Michèle Morgan), la mujer de Eddie, hasta llegar a enamorarse. Al descubrir que Lorna es una prisionera de Eddie y que este le ha privado de libertad decide ayudarla, buscando en vano una salida y poniendo en peligro su propia vida.
Película de serie B, cuyo guion adapta la novela The Black Path of Fear (publicada en castellano como El largo sendero del miedo), de Cornell Woolrich, autor, entre otros, de relatos como La ventana indiscreta o La dama desconocida, que darían lugar a grandes películas.
Arthur Ripley juega con la realidad y lo onírico en este film que ofrece un giro de guion a media película que te deja descolocado, en el buen sentido de la palabra, algo que imagino ya estaba en la novela, pero que está muy logrado a la hora de trasladar las palabras al lenguaje del cine.
Película modesta pero bien realizada, con nombres conocidos en el reparto, que logra mantener el interés del espectador que no es poco para este tipo de films que tampoco pretenden ser obras maestras, sino films de entretenimiento, aunque, como digo, no exento de calidad.
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