Es el año 1955. Frank (Leonardo DiCaprio) y April Wheeler (Kate Winslet) están en el séptimo aniversario de su matrimonio del que tienen dos hijos, pero no son felices. April ha renunciado a su sueño de ser actriz y Frank odia su trabajo. Un día, April propone mudarse a París como una forma de rejuvenecer su vida.
Basada en la novela del mismo nombre del norteamericano Richard Yates. Fue su primera novela, publicada en 1961.
La intrahistoria del llamado sueño americano, lo que ocultan las fachadas de esas maravillosas casas del extrarradio urbano tras las cortinas de sus ventanas, la infelicidad, la insatisfacción por no haber logrado aquello que se les ha vendido y ver pasar tu vida en medio de un trabajo rutinario, sea en el hogar o en una gran empresa, en la que no eres mas que un número. Un estilo de vida que no llena las aspiraciones de quienes creyeron que el paraíso estaba aquí en la tierra y a cambio se encuentran con un modo de vida presidido por la hipocresía en el que el único que canta las verdades en voz alta es aquel que tienen por loco que resulta ser el único cuerdo.
El sueño americano es tener una casa, un marido (o una esposa) y criar a tu parejita de herederos, pero quien se había forjado otro tipo de ambiciones, se hallará despojado.
Sam Mendes hace un retrato de los males de las sociedades llamadas avanzadas, desde luego, estas frustraciones, no son tales para quien cada día sale de casa a buscarse la vida y no sabe si va comer o no y no digamos para quien está en medio de un conflicto mayor y su única aspiración es salvar el pellejo suyo y el de su familia.
Magnífica interpretación de Kate Winslet en su papel de mujer frustrada al ver rotos todos sus sueños.
Como dice la canción "todos queremos más", en parte inconformismo, en parte victimismo, todo ello resulta en una frustración por lo que tenemos. Pero nuestro presente está definido por nuestras decisiones (algunas equivocadas) del pasado. La película expone la situación, pero no analiza las causas.
ResponderEliminarUn saludo.
Eso lo deja para el espectador.
EliminarEl mensaje no es muy distinto del de "American Beauty", del mismo realizador.
ResponderEliminarEn efecto, sigue esa línea.
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