Bill Manning trabaja a sueldo como buceador profesional. Shannon Wayne es la bella y joven esposa del Sr. Macaulay, un agente de seguros perseguido por una banda de delincuentes, que le ofrece a Bill tripular un barco para poder escapar a Sudamérica y cerrar un negocio lucrativo. Un trabajo tan bien pagado que quizá no sea del todo trigo limpio pero que le permitirá realizar su sueño: Hacerse con un balandro, el Ballerina, que, una vez cumplido el encargo, le permita navegar por el mar y por la vida libre de contratos y patrón.
A base de mentiras y medias verdades, vamos descubriendo poco a poco, lo que se esconde tras la apariencia primera, un turbio negocio de diamantes introducidos ilegalmente en EE.UU., que el Sr. Macaulay se apropia, aprovechando que el barco en que eran transportados naufraga y los traficantes no pueden reclamar al seguro porque la mercancía iba en botes de cacao y declarada como tal. Pero las cosas salen mal y ve su vida en peligro porque los bandidos quieren recuperar lo que consideran suyo y están dispuestos a todo, son gente sin escrúpulos que torturan o matan a la menor ocasión. En tanto, el protagonista se enamora de Shannon y se mete de cabeza en el embrollo a pesar de que sabe que aquello huele fatal.
Un argumento clásico que Charles Williams lleva con maestría para adentrarnos en esta historia de avaricia, violencia, pasión y búsqueda de libertad, dotando a la narración de tensión e intriga, mientras navegamos por las aguas en calma del Golfo de México y transitamos por los muelles y otros lugares cercanos a tan sugerente entorno, hasta llegar a un final en que, aunque intuímos lo ocurrido, se deja un resquicio a la imaginación del lector.
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