miércoles, 16 de febrero de 2011

LILY, LA TIGRESA (EL NÚMERO UNO)

Más que una película, un experimento de Woody Allen que, como ocurriera con ¿Qué tal, Pussycat?, le sirvió para ir espabilando un poco y darse cuenta de que como no dejara todo bien atado, le podían meter alguna morcilla en la peli sin su consentimiento.
En esta se estrena como director, por así decirlo, porque para el que no conozca el film, le diré que en realidad Woody lo que hace es coger una peli "de chinos", como decimos aquí (en realidad es japonesa), titulada "Kokusai himitsu keisatsu: Kagi no kagi" ("International secret police: Key of key"), doblarla al inglés con unos diálogos que no tienen que ver con la acción e ir combinando las escenas de diferente forma a como estaban en el film original.
¿Resultado?, pues que de una peli de esas típicas de acción del cine oriental, con un guión patético, peleas, mafias, chicas explosivas, etc., todo pasa a ser una historia delirante, con una fórmula culinaria de por medio, que todos quieren robar y que en algunos momentos tiene diálogos que parecen de película de Chiquito de la Calzada.


Esto ahora lo tenemos más que visto, desde los programas de La hora Chanante, hasta multitud de vídeos colgados en internet que le cambian los diálogos a escenas de películas conocidas o menos conocidas, para hacer con ellos una "tontada" que nos haga reír un rato. De ahí a que la tontada dure casi hora y media, va un abismo, porque lo que resulta gracioso, deja de serlo.
A tener en cuenta que lo que aquí puede no hacer tanta gracia, en EE.UU. toma otro cariz, allí no hay cultura de cine doblado (ni falta que les hace, casi todas las pelis son en inglés), por lo que ver un film en el que actores de otro país, son doblados al inglés, con la consiguiente disfunción entre el movimiento labial y la expresión oral, al parecer les hace gracia.


Una peli curiosa, por ver cómo empezó Allen en esto del cine, pero que no tiene nada especial, salvo este experimento que acrecienta la leyenda del punto gamberro del director americano.
Si no fuera de Woody Allen, supongo que dormiría tranquilamente en alguna estantería olvidada.




6 comentarios:

  1. No recuerdo si he visto esta película, pero desde luego si que he visto otras de Woody Allen como actor, y me gusta más como director: como actor para mí me dice muy poquita cosa. Saludos.

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  2. Tampoco pierdes mucho con no haberla visto, creo yo.

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  3. No me gusta en exceso en el cine, pero el que no me gusta nada es Woody Allen.

    Saludos.

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  4. Las cosas en exceso no son buenas, así que es bastante bueno que no te guste el cine en exceso. A mí tampoco me gusta en exceso, simplemente me gustan algunas películas.

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  5. Una peli para poder decir que se ha visto todo lo que ha hecho este genio bajito y con gafas(la he visto hace muy poco), pero que no hace mucha gracia; ha envejecido fatal por lo que apuntas. Desde aquellos programas de Flo en telecinco y los de los gamberros de la Hora Chanante a nadie le sorprende este tipo de doblajes.
    Saludos!

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  6. Bueno, supongo que se quedaría a gusto haciendo el experimento. Una tontadica del genio de Manhattan.

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