martes, 8 de febrero de 2011

MILLENNIUM

Ya sé que las tres pelis de la trilogía tienen dos directores diferentes.
Ya sé que es pecado para los entendidos comparar los films con las obras literarias en las que están basados.
Ya lo sé. Pido disculpas por ello, pero voy a deslizar algún comentario sobre los libros, casi por obligación y voy a hablar de las tres pelis a la vez, esto no por obligación, sino porque a mí me viene bien.
Tengo que hablar algo de los libros, porque los mismos productores son los primeros en conectar el éxito literario de las obras de Stieg Larsson, con su traslado a las pantallas, han querido aprovechar el tirón y, creanme que eso ha tenido algún reflejo en los films y no necesariamente positivo. Sí para ellos, que habrán visto aumentada la recaudación, pero no para los guiones o para el resto de la película.
Todo eso, lo de aprovechar el rebufo de un éxito literario, me parece legítimo, ellos exponen el dinero, compran los derechos y pueden hacer lo que estimen más conveniente, pero en algún caso, sobre todo patente en el segundo de los títulos ("La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina"), el producto deja que desear y quizá sea por culpa de querer aprovechar la fama de la novela y no trabajar más el guión, no haber depurado la definición de los personajes y haberse saltado alguno de los asuntos que se relatan en el libro homónimo y que puede que hubieran dado su juego. Pero para eso se necesita tiempo, madurar un tanto las cosas y no debían estar por la labor.



Quiero señalar que, para mi gusto particular, las tres películas tienen un buen nivel, en general, pero que el primer título ("Los hombres que no amaban a las mujeres"), es la que más me ha satisfecho de la tres.
¿Se debe ello a su director? Pues algo habrá de la mano de Niels Arden Oplev en ello, supongo.
Las otras dos, han sido dirigidas por Daniel Alfredson. De la segunda ya he comentado que da la impresión de que se han acelerado en busca de su pronto estreno y hay que reconocer que la tercera y última de la saga ("La reina en el palacio de las corrientes de aire"), vuelve a subir el nivel, sin llegar al de la primera, pero logra enderezar un tanto el camino.
Las películas, de largo metraje, se ven bien, porque la intriga y la tensión, aunque con altibajos, se mantiene y es buena señal que películas que superan las dos horas no se hagan pesadas.
Sobre todo en la primera están bastante bien descartados los asuntos de la novela que no desean tratar en la peli para no alargarla, no tanto así en la segunda, donde la eliminación de algunos temas, como el de la trata de blancas, por el que se pasa casi de puntillas, hace que queden mal explicadas algunas de las cosas que ocurren.
En la tercera, lo que queda fuera son cosas más opinables y que tienen que ver más con mi gusto personal, por ejemplo, la poca relevancia que se le da a la inspectora Mónica Figuerola, pero es lo que tiene haber leído antes los libros, que hay personajes que te subyugan y cuando apenas los ves en el film, te quedas un poco decepcionado, pero esto es algo que no tiene que ver con la película, ya digo. He de reconocer, por contra que están bastante bien conseguidos los personajes del doctor Teleborian y el de la hermana de Mikael Blomkvist, la abogada defensora de la protagonista.


Dejo para el final a la verdadera protagonista de toda esta saga, lo es en las novelas, pero en los filmes se convierte en el sol que todo lo ilumina, ella es Lisbeth Salander, nos gana a todos, somos muchos los que hemos admirado a esta chica que con una tremenda fuerza de voluntad, se sobrepone a todas las desgracias que le sobrevienen y que se atreve a desafiar al resto de la sociedad que la rodea con sus obstinados silencios o con su espectacular y llamativo look en el juicio al que la someten.
Las películas son ella, si les quitáramos a Lisbeth, quedarían en nada.
Magnífica la interpretación de Noomi Rapace, que parece que ha nacido para interpretar el papel y que, desde el principio da la imagen que uno tenía en la cabeza de este personaje.
Me ha gustado también la fotografía, sobre todo en lo que corresponde a los paisajes urbanos.
Buen cine europeo, lo cual es todo un logro y la demostración de que aquí también saben hacer buenas pelis, la pregunta es por qué no más a menudo.
Mi recomendación es que las vean, no se van a aburrir.


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