martes, 7 de septiembre de 2021

LOS BALDRICH

 

Desde 1920 hasta los primeros años de nuestro siglo, prácticamente toda una centuria, Eusebio "Use" Lahoz, nos hace acompañar la trayectoria vital de Jenaro Baldrich, prototipo de lo que hoy llamaríamos un emprendedor, un emprendedor catalán, para más señas.
De familia conservadora, que ha de huír de la comprometida situación que les toca vivir al estallar la Guerra Civil y que lleva a su hermano mayor a alistarse en las tropas franquistas una vez consigue llegar a zona nacional a través de Francia, Jenaro tiene las ideas claras: Quiere tener su propio negocio. Con esa idea en la cabeza, cursa peritaje, porque es la carrera más corta y elige esposa prácticamente en la primera chica que conoce. Ella es Sagrario, originaria del pueblo tarraconense en que pasaba temporadas la familia y es que no quiere perder tiempo en buscar novia, quiere casarse cuanto antes, tener hijos y dejar cerrado ese capítulo para dedicarse a montar su negocio.
Primero entra en una empresa y aprende deprisa y cuando lo va teniendo todo claro, se instala por su cuenta y monta una empresa textil, para, más adelante, crear su propia marca, Sandro Carnelli, que pasará a ser un personaje inanimado de la novela a través del cual seguiremos la pìsta de la evolución de Barcelona como ciudad y de la Cataluña emprendedora, su evolución desde posiciones directamente franquistas o regionalistas muy moderadas y conservadoras, hasta una idea muy peculiar del cosmopolitismo que les hace parecer más avanzados, pero en realidad, se trata de que quizá van un poco más deprisa, pero siempre conforme a los tiempos, aunque muy influenciados por los vientos que soplan desde Europa, pero sin conceder a sus empleados o subordinados más que lo justo para evitar conflictos y siempre guardando distancias.
Los hijos varones lo son de distinta madre, pues Jenaro, al ver que Sagrario no queda embrazada, tiene relaciones con la criada, consentidas a la fuerza por ella y la esposa, llevando el embarazo en absoluto secreto y presentando al hijo como si fuera del matrimonio. Sagrario tendrá, casi a continuación, un hijo propio y una hija tardía, que sale díscola y acabará en el Madrid de la movida.
A mí me ha hecho recordar una serie que emitió TVE allá a finales de los setenta, aunque yo la vi mucho después, basada en tres libros de Ignacio Agustí ("Mariona Rebull", "El viudo Ríus" y "Desiderio"), titulada La saga de los Ríus, pues sigue un planteamiento semejante, aunque aquella abarcaba un periodo que iba desde 1880 a 1916, es decir, acaba prácticamente cuando empieza la novela de Lahoz.
El libro está muy bien escrito y resulta ameno en general, si bien, mi opinión particular es que resulta mucho más interesante la primera parte que la segunda, en que toman cierto protagonismo los hijos y descubrimos quién es el narrador, un personaje que, por otra parte, pienso que se podía haber ahorrado. El caso es que la novela decae bastante en esta segunda mitad. No obstante, sobre todo para quienes conocemos estas dos ciudades (Barcelona y Madrid) y la forma de pensar y actuar de esa burguesía barcelonesa, aunque se presente un tanto estereotipada, creo que resulta muy atractiva y reconocemos muchas de las cosas que menciona, no solo lugares, que también, sino momentos históricos y situaciones como la evolución del Barça a través de todas esas décadas, con aquella copa de Europa que parecía que no llegaba nunca (se citan entrenadores, presidentes y jugadores), o la evolución política de estas gentes burguesas (al menos de algunas de ellas).
En la promoción del libro se utilizó una frase de Luis Eduardo Aute que considero acertada: «Los Baldrich me ha devuelto la Barcelona de mi infancia, la de Rodoreda; un Madrid genuino y el gusto por la novela.»  



6 comentarios:

  1. ¡Hola!
    Pues aunque tenga un narrador/personaje prescindible y decaiga en la segunda parte, me parece apetecible.
    Yo también vi "La saga de lso Ríus" bastante después de su emisión.
    Muy feliz martes.

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    1. El narrador se lo podía haber ahorrado, creo yo, pero tampoco molesta, por así decirlo.
      Y el hecho de que decaiga, es en comparación a la primera parte, que pienso es más interesante, pero la novela en general es buena.

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  2. ¡Menuda sorpresa! Use Lahoz fue alumno del colegio en el que trabajo y, aunque yo no le di clases (puesto que somos de la misma edad), la publicación de su primera novela supuso todo un acontecimiento en el centro. Hasta la pusimos de lectura voluntaria en bachillerato. Comprenderás, por tanto, mi asombro al ver que le dedicas una entrada.

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    1. Pues como alumno no se cómo sería, pero es un buen escritor.

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  3. Que tal Trecce!
    Recuerdo muy vagamente lo de "La saga de los Ríus", la memoria me da para poco mas...
    Saludos!

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