sábado, 28 de marzo de 2020

DOS BUENOS TIPOS

Quienes le conocen probablemente consideran a Holland March (Ryan Gosling), un viudo, ex policía y bebedor, el peor detective privado que pueda existir. Tampoco es el mejor padre de su hija de trece años, Holly March (Angourie Rice), que a menudo tiene que comportarse como el adulto de la familia. Holland engaña a su clientes para sacar más dinero con objeto de llevar a cabo su plan que, aparentemente, nunca se realizará: Proporcionar un techo a su cabeza y la de Holly reconstruyendo su casa incendiada, mientras viven en una casa de alquiler en Hollywood Hills.
Jackson Healy (Russell Crowe), vive literalmente de sus puños, es un matón independiente que defiende los intereses de aquellos que le pagan su tarifa.
Los caminos de ambos se cruzan por una persona en la que tienen mutuo interés, una joven llamada Amelia Kuttner (Margaret Qualley), que contrató a Jackson para protegerla contra dos hombres desconocidos que la han estado siguiendo, y asociada al caso de una mujer desaparecida en el que Holland está trabajando. Es el caso de una actriz porno, Misty Mountains (Murielle Telio), cuya tía le pidió a Holland que la localizara. La tía miope jura que vio a Misty dos días después de que se supiera que murió en un accidente automovilístico.
En última instancia, Amelia también desaparece, Jackson y Holland, deciden unir fuerzas para localizarla, pues probablemente corra peligro de ser asesinada por esos dos hombres, que ahora no son tan desconocidos y por otros que estarán dirigiéndolo todo desde las sombras.


Ambientada en 1977, el guión se basa muy libremente en la novela pulp de 1973, Blue Murder, de la serie Michael Shayne, del prolífico escritor Davis Dresser, quien usó el seudónimo de Brett Halliday para esos libros.


Película en la que se entrecruzan la trama clásica del cine de detectives con la comedia. El papel de Gosling responde al estereotipo que hemos visto tantas veces en el cine de un detective privado borrachín y en horas bajas al que parece que le dan tortas por todos lados, pero, como el resto del film, tratado un poco como caricatura, en plan de sorna de los clichés del género.
Es interesante ver a ambos actores (Gosling y Crowe), fuera de sus papeles habituales, y cumpliendo de sobra, parece que se lo debieron pasar bien en el rodaje, al menos esa impresión transmiten. Al margen, la buena interpretación de la jovencita Angourie Rice y las referencias de la historia a un asunto de mucha actualidad, como es el de la contaminación ambiental y el papel que la industria juega a la hora de apoyar o, como en este caso, intentar frenar el avance de las medidas paliativas para reducir su impacto.
El guión tiene algunos giros interesados y, por momentos, me ha parecido poco consistente, pero en general, como film de entretenimiento, no está mal y resulta divertido en algunos tramos.




4 comentarios:

  1. Bueno...si divierte, no pensemos mucho en la consistencia.
    ----
    En otro orden. Me gustaría que leyeras una novela hiper-corta que tengo en la red, a ver qué te parece
    https://freeditorial.com/es/books/la-propiedad

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    1. La he descargado, la leeré en cuanto tenga un poco de tiempo, quiero hacerlo con calma.

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  2. Que tal Trecce!
    Creo que en su momento no me pillo en un buen dia, me costo terminarla. Un día de estos volveré con ella.
    Saludos!

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