viernes, 4 de noviembre de 2011

EL SUEÑO ETERNO

Philip Marlowe (Humphrey Bogart) es un detective privado que es contratado por el general Stenword para que investigue el origen del chantaje al que esta siendo sometida su hija Carmen (Martha Vickers) por un tal Geiger. Durante la visita a la casa del general, Marlowe conoce a Carmen y a su hija mayor, Vivian (Lauren Bacall). Acude despues a la libreria de Geiger y descubre que en realidad encubre a otro negocio menos limpio. Sigue al chantajista hasta una casa donde se escuchan unos disparos y se encuentra a Carmen junto al cadaver del chantajista. A partir de aquí tendra que empezar a investigar para descubrir la verdad.
Ese podría ser el argumento de la peli, así a vuela pluma, aunque la verdad es que ese es uno de los puntos que más ríos de tinta ha hecho correr el film, su argumento, quiero decir.

Para algunos, un lío sin píes ni cabeza del que es difícil salir y que hace que cuando acaba la peli, no te hayas enterado de nada.
Para otros, un asunto menor, porque interpretan que Howard Hawks pasaba bastante del asunto y que lo de menos era el argumento en sí y lo principal era el conjunto, una especie de puzzle, cuyas piezas, cada una por sí misma, son una verdadera joyita cinematográfica.

El guión, firmado por William Faulkner, Leigh Brackett y Jules Furthman, está basado en la novela del mismo nombre de Raymond Chandler y la peli lo que hace es adaptar al peculiar estilo de Hawks la obra de Chandler. Si has leído la novela, al final te preguntas si Bogart interpreta a un tipo llamado Marlowe o es que Marlowe se ha convertido en Bogart.

Manny Farber, un mito dentro de la crítica de arte en EE.UU., opinaba que Howard Hawks era un especialista de la acción que siempre hacía películas sobre un grupo. Diálogos veloces, trajes sofisticados, la manera de coger un teléfono, todo adquiere unidad gracias al espíritu de gallina clueca del director.
Quizá Río Bravo, sea una excepción porque es más narrativa, por llamarla de algún modo, pero no este Sueño eterno, porque aquí Hawks utiliza la historia como un medio para hablarnos de otras cosas: Relaciones humanas, una visión del mundo, una mirada personal sobre el género...

El Marlowe adaptado por Howard Hawks y los guionistas del film e interpretado por Humphrey Bogart, se convierte en un modelo dentro del género.

Los diálogos, muchas veces tomados de la novela de Chandler, son un prodigio de ingenio. La primera escena, la entrevista de Marlowe con el general Stenword en su invernadero, es un buen ejemplo, pero hay bastantes más a lo largo del film.

Es evidente otro de los puntos fuertes de la película, la presencia de la pareja Bogart/Bacall, muy bien ambos. Hawks cambia un tanto la relación que de los dos hace la novela y, aunque él sigue siendo duro y cínico, transmite por medio de la interpretación una reacción de mutua cordialidad. Asimismo, el final está cambiado con respecto a la novela en beneficio, supuestamente, del personaje de Bacall.

Volviendo al principio, al tratamiento que hace el director del argumento, decir que el propio Hawks mantuvo que nunca supo quién cometió uno de los asesinatos de los siete que se ven en el film, así que como para que a los demás no se nos haga lioso y, sin embargo, para algunos, esta indiferencia ante el argumento es un acierto de Hawks, porque nos lleva hacia donde quiere, a fijarnos en los flirteos de Bogart; en los gestos de las conversaciones entre él y Lauren Bacall; en cómo Marlowe se sube el ala del sombrero para pasar desapercibido y se la baja para ser él mismo; o en Carmen Sternwood que se chupa el dedo pulgar...
Una peli más para disfrutar con todos los detalles interpretativos y los ingeniosos diálogos que para tratar de entenderla al pie de la letra.



6 comentarios:

  1. Hola Trece:la verdad es que el argumento es liadillo.Pero ahí tenemos el fenómeno Bacall-Bogart,qué miradas,eh?...mmm...¡qué diálogos!...mmmm. Muy buena peli de cine negro.
    Feliz fin de semana Trece y saludos!

    ResponderEliminar
  2. es verdad, esa Carmen que se chupa el pulgar, para delirio de todos los aficionados al psicoanálisis: esa atmósfera
    saludos

    ResponderEliminar
  3. Claudia, para deslíar un poco el argumento, nada mejor que leerse la novela.

    ResponderEliminar
  4. Y eso que Hawks, para evitarse problemas, supongo, obvia los asuntos relativos a la homosexualidad de dos de sus personajes y deja una sutil referencia a la ninfomanía de Carmen.
    Un saludo, José Antonio.

    ResponderEliminar
  5. Una obra maestra sin guión, ni argumento.
    O sea, el más difícil todavía.
    Magistrales Bogart y Bacall con diálogos de doble sentido auténticamente memorables.

    ResponderEliminar
  6. Yo creo que guión, tiene, otra cosa es el argumento, como dices.

    ResponderEliminar