miércoles, 9 de noviembre de 2011

CALÍGULA

El magnetismo que ejercen ciertos personajes de la Historia, no se mide precisamente por sus virtudes, en ocasiones es la extravagancia o la depravación lo que atrae a un buen número de gentes hacia todo aquello que tiene que ver con ellos. No voy a citar a nadie expresamente, pero seguro que a cualquiera de nosotros que nos pusieran delante papel y pluma para confeccionar una lista de esos peculiares hombres y mujeres que pueblan el devenir humano, nos saldrían unos cuantos casi sin pensar y estoy convencido de que muchos de los que figurasen en nuestro particular ranking, se repetirían una vez y otra por doquier.
Sin duda Calígula, tiene un lugar, por derecho propio, en este Olimpo de los desequilibrados. Ello quiere decir que es de sobra conocido, que sus “hazañas”, lo son no menos y que, desde luego, de nombre, muchísima gente sabe de quién hablamos.
Así pues, entre gente con un cierto apego a la Historia, ¿qué nos puede descubrir este libro? Supongo que poco o nada y, a pesar de ello, resulta de lo más atractivo. Un libro que se lee bien, es un buen libro y este cumple esa premisa y si no que nos lo digan cada vez que tenemos que tragarnos un libro mal escrito por muy interesante que sea lo que nos cuenta.
Yo, que me sabía historia y pormenores del citado personaje, he disfrutado con su lectura, es como volver a recorrer un paisaje conocido con un buen guía. Volví a encontrar a Tiberio en la isla de Capri apurando sus últimos días, dando lecciones a Calígula por medio de lo que le está haciendo a Capcio; a Trásilo el astrólogo y a su hija Enia; a Agripa, Salomé, Herodías y Anás, los judíos que asistían a la expansión de la doctrina de Yeshua, el hijo del carpintero.
Recordé con una sonrisa al tío Claudio, jugando al latrunculi y refugiándose en sus defectos físicos y en su amor a los libros para escapar de las intrigas y no morir como Gemelo, Helena, Macrón o Getúlico, o ser desterrado como Agripina o Lesbia.
Y Mesalina, la libidinosa, un genio para los placeres de la carne que consiguió con su equus eroticus, detener el corazón de Domicio Ahenobarbo; y Drusila, la hermana incestuosa, de cuya muerte nunca se repuso nuestro personaje y que acentuó la deriva que su mente atormentada y enferma iba tomando.
Con el Senado temeroso, del que constantemente se mofa, haciendo correr a los senadores que quieren entrevistarse con él al lado de su litera o haciendo ejercer de prostitutas a sus mujeres para engordar sus arcas con lo recaudado.
Esa enfermedad, ese delirio o lo que quiera que fuese que le llevó a atravesar el golfo de Baias a caballo sobre el puente de barcas que mandó construir; a hacer cumplir la devotio a Potito o a ejercer una especie de derecho de pernada con la mujer del noble Calpurnio Pisón.
Hasta que precisamente esas locuras, propiciaron su muerte por mano de un hombre a quien la Historia tenía reservada, no una, sino dos páginas que demuestran, una vez más que, en ocasiones, los que apenas tienen nombre pueden influir decisivamente en el discurrir de los acontecimientos más importantes.
Si los hados habían dispuesto que sobreviviera a la vergüenza de las águilas de Varo, aún le tenían deparado a Casio Querea un destino tan sangriento, como decisivo cuando se decidió a participar en la conjura contra Calígula.
Los autores, Pierre Lunel y Paul-Jean Franceschini, han escrito conjuntamente, además de este libro, Mujeres del Imperio e Intrigas en Roma. El libro está dirigido al gran público, está bien novelado y escrito con agilidad. Una buena elección para quien desee aproximarse, sobre todo si es neófito, no sólo a la vida de este inquietante personaje, sino también tener una idea del momento histórico y de la corte de personajes que rodearon al cruel emperador del Imperio por excelencia.

Reseña publicada también en: HISLIBRIS y BLOG DE LIBROS




15 comentarios:

  1. Hola Trece: uy,aquí nos traes a una familia y un personaje que han dado ríos de tinta y pelis.Albert Camus tiene una obra que el que quiera merece la pena ,por supuesto con el nombre de Calígula (guerrero pequeño) y de pelis...recuerdo una que bueno,hay dos versiones de la misma ,y una entra en el cine porno.Además no creo que el fondo de este personaje de la historia sea interesante sus "perversidades" sexuales sino su gasto y su abuso con las arcas y el poder,es una simple opinión por supuesto.Al fin y al cabo lo que hoy es perverso,antes era normal,por ejemplo en el Antiguo Egipto los faraones se casaban con sus hermanitas .A mi me interesa mucho más el tema de si existe la libertad absoluta o no,si por condicionantes sociales lógicos,ese ansia de libertad plena se mata o sigue latente en el ser humano etc,etc,etc.Saludos Trece y ¡¡feliz día!!

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  2. En realidad Calígula no es guerrero pequeño, sino que sería botita, en este caso botita de guerrero. Las caligæ, son las sandalias atadas, hechas de correas de cuero, llevadas por los soldados de las legiones romanas.
    A su padre, Germánico, le gustaba llevarle a los campamentos vestido de legionario, cuando Calígula era aún un niño. Los soldados le tomaron como una especie de mascota y le pusieron ese apelitivo cariñoso.
    Con el paso de los años, mira tú en lo que se convirtió aquel crío tan simpático.

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  3. Gracias Trece,pensaba que significaba esto desde siempre y ¡fíjate! botita...si,lo vestían de guerrero pequeñito,será de ahí mi confusión.Gracias de nuevo y saludos cordiales!

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  4. Buena reseña Tecce, como siempre.
    MYX

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  5. Yo conocí a Calígula gracias al teatro, y la verdad no me defraudó para nada su historia, que parece sacada directamente del esperpento. A ver si algún día puedo dedicar tiempo a saber más de él.

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  6. No he leído el libro, pero si que he visto las películas incluso hasta la versión que sacaron "porno", que por cierto los actores eran famosos, no recuerdo nombres, pero no sé como se prestaron para esta nueva cinta. Saludos Trecce.

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  7. Creo que te refieres a la de Tinto Brass, Rafa.

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  8. Hola Trecce.
    Personalmente el libro no lo he leido.
    Más bien he visto en película y he leído su historia.
    La peli es muy diferente claro está a la verdadera historia.
    Desde su infancia ya era excesivo y depravado.
    Con una personalidad al borde del desequilibrio, que en mi opinión personal estaba de lo más colgao, vamos que el embrague le patinaba (que estaba loco).
    Siendo un niño sentía placer en las torturas de sus victimas hasta su último aliento.
    Hoy en día este personaje estaría en un psiquiátrico.
    Aparte de toda su historia se le consideraba un militar cobarde e incompetente.
    Pero no por ello deja de ser interesante toda su vida que ha dado tanto a peliculas, teatro y libros.
    Saludos cordiales Trecce.

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  9. Así que tú crees que hoy en día estaría en un psiquiátrico.
    Pues no lo tengo yo tan claro, mira Silvio, está gobernando en la ciudad de Calígula.

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  10. Hay varios libros escritos sobre Calígula, lo mismo que sobre otros famosos de la Roma Clásica y de Grecia. Y por lo general, si leen todos muy bien y, a la vez que te entretienes, aprendes historia y conocerás más a fondo las bases de nuestra propia cultura.

    Saludos cordiales

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  11. Hola Trecce en aquella época más de uno no solo estaría en un psiquiátrico, si no que lo hubieran quitado del medio.
    El comentario va sobre Calígula y sobre ello me basé. Si metemos a Silvio Berlusconi, por favor no compares es la noche al día aunque Berlusconi sea un mafioso, es un santo al lado de Caligula.
    Saludos Trecce.

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  12. NO sé yo, E.P., me hubiera gustado ver a D. Silvio en aquella época. ¿Te lo imaginas? Si ahora hace lo que sale de donde sabemos, no quiero ni pensar entonces, que al que se oponía al emperador le cortaban el pescuezo.
    Bueno, todo esto es un poco en broma, pero sólo un poco. Un saludo cordial.

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