martes, 26 de agosto de 2025

CORAZÓN DE PERRO

 

Filip Filipovich Preobrazhensky, un profesor de medicina de fama mundial, de edad avanzada, carácter irónico y que desprecia al gobierno soviético, en la noche del 24 de diciembre, recoge en la calle a un perro vagabundo con una grave quemadura en un costado y muerto de hambre. El perro resulta ser un animal inteligente y leal, con un odio feroz hacia los gatos. Tras instalarse en el enorme apartamento de Preobrazhensky, comienza a considerar al profesor como su amo y a pensar que ha tenido suerte. 
Preobrazhensky se dedicaba al rejuvenecimiento, trasplantando ovarios de mono a pacientes, decide operar al perro injertándole los testículos y la hipófisis de un hombre de 25 años muerto cuatro horas antes en una reyerta. El perro, poco a poco, comienza a transformarse hasta convertirse en un hombre, que hereda los rasgos de carácter del antiguo propietario de los órganos trasplantados, un proletario convicto en repetidas ocasiones que se ganaba la vida tocando la balalaika en tabernas, convirtiéndose en un patán sin educación, un bebedor al que resulta imposible convertirlo en una persona normal. 
El autor de la novela, Mijail Bulgákov, nacido en Kiev, cuando Ucrania formaba parte del Imperio Ruso, utiliza en la misma sus conocimiento de medicina, profesión que ejerció durante parte de su vida —era titulado en medicina por la Universidad de Kiev—, llegando incluso a servir como médico de la Cruz Roja durante la primera Guerra Mundial, resultando herido por dos veces. Durante la Revolución de Octubre del 17, se alistó, junto a sus hermanos en el Ejército Blanco, siendo enviado al norte del Cáucaso en 1919, donde se encontraba cuando se produjo el triunfo bolchevique. 
Bulgákov nunca aceptó el régimen soviético y prueba de ello son sus escritos. En este que comentamos, queda claro que el protagonista detesta al proletariado y uno no puede por menos de sonreírse ante pasajes como aquel en que durante una suntuosa cena en su apartamento, aconseja a su ayudante, el Dr. Bormental, que se abstenga de leer periódicos soviéticos si quiere tener una buena digestión y cuando éste le replica que no hay otros, Preobrazhensky le dice que entonces no lea. Pero si la ironía del escritor nos hace gracia durante muchos pasajes del relato, es inevitable pensar las consecuencias que todo aquello traería a su autor en pleno régimen estalinista. El lector puede imaginarse cuáles serían, de hecho, durante toda su vida hubo de soportar el constante acoso del NKVD, que llegó a registrar su domicilio y a detenerlo en más de una ocasión, siendo prohibida la publicación de sus obras.
Corazón de perro,  escrita en 1925, no fue publicada en la Unión Soviética en su versión original hasta 1987, constituyendo su aparición en las librerías del país uno de los momentos emblemáticos de la llamada glasnost, auspiciada por Mijal Gorbachov.



No hay comentarios:

Publicar un comentario