lunes, 30 de mayo de 2022

PARÍS NOS PERTENECE

 


Anne Goupil (Betty Schneider), estudiante de literatura en el París de 1957, acude a una fiesta con su hermano mayor Pierre (François Maistre). Entre los invitados están Philip Kaufman (Daniel Crohem), un estadounidense expatriado que escapa del macartismo, y Gerard Lenz (Giani Esposito), un director de teatro a quien acompaña Terry (Françoise Prévost), una misteriosa mujer. En la fiesta se habla del aparente suicidio de Juan, un exiliado español que recientemente había roto con Terry. Philip advierte a Anne que los responsables de la muerte de Juan pronto harán lo mismo con Gerard. Gerard está intentando estrenar una versión de "Pericles" de Shakespeare, aunque no tiene respaldo económico. Anne participa en la obra para ayudar a Gerard y tratar de descubrir por qué murió Juan.


Debut en la dirección de Jacques Rivette, crítico de cine de la revista "Cahiers du Cinéma" y, posiblemente, el menos conocido de los realizadores de la nueva ola francesa. 
En papeles menores, la película incluye nombres icónicos de la llamada Nouvelle vague, como Jacques Demy, Claude Chabrol y Jean-Luc Godard.


El teatro o las inquietudes políticas y sociales de los jóvenes intelectuales del momento, constantes en la obra de Jacques Rivette, aparecen en esta película que pretende retratar algunos de los anhelos y propósitos de esos jóvenes en una Europa agitada por la Guerra Fría que navega entre el desencanto y el ansia por cambiar las cosas.
Rivette hace formar parte a algunos de sus personajes de una especie de grupo o sociedad secreta de la que tampoco se nos aclara mucho que, al final, en palabras de Terry, resulta ser más una idea que un grupo constituído y organizado. Todo ello ambientado en un París desaparecido hace mucho tiempo, centro de una izquierda intelectual, barrios con hoteles y pensiones de segunda y algunos de cuyos escenarios más representativos sirven como fondo a sus secuencias exteriores.


Las reflexiones existencialistas de Rivette resultan, a mi parecer, algo pretenciosas y para lo que cuenta, opino que la película se excede en su duración, quizá sea por estos detalles por lo que el film se me ha hecho largo. Ya se que hay espectadores que gustan de este tipo de películas y lo entiendo, pero a mí me ha resultado algo plomiza. Ya el realizador tuvo problemas para sacar adelante la producción y el estreno se fue retrasando y retrasando, su escaso recorrido en taquilla lastró la carrera posterior del cineasta.




8 comentarios:

  1. Entre los izquierdistas ha habido siempre mucho afán de eliminar compañeros de ideología.

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    1. Es un mal de todo este tipo de organizaciones, al final, aunque sus motivos aparentes sean políticos, acaban siendo una especie de mafias.

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  2. Que tal Trecce!
    Con un metraje como ese que supera las dos horas si la película no resulta interesante si que se hace pesada, yo últimamente estoy optando por dejar alguna para el día siguiente. El poster es genial.
    Saludos!

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    1. El cartel se corresponde exactamente con una escena de la película.

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  3. A mí me gustó (como me gusta casi toda la Nouvelle Vague en sus inicios). Me recordó al Godard militante pero más sutil.

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    1. A quien sabe apreciarlo, como imagino es el caso, dado tu comentario, le gustan este tipo de películas.

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  4. Muy "Nouvelle vague". No tuvo la fortuna de otros títulos de la misma escuela, pero, aun así, sigue siendo una obra excepcional.

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