miércoles, 4 de mayo de 2022

MATRIMONIO A LA ITALIANA

 


En el Nápoles de la II Guerra Mundial, Filomena Marturano (Sophia Loren), una bella joven que está sola en el mundo, trabaja en un prostíbulo, pues no encuentra otra manera de ganarse la vida. Allí es donde conoce a Domenico Soriano (Marcello Mastroianni), más conocido como Don Mimi, un exitoso hombre de negocios que la retira de la profesión y la lleva a vivir a su casa. Ella trabaja para él, primero en la pastelería que regenta y otros negocios de su propiedad y después como doncella de su madre. En secreto, Filomena tiene tres hijos, que son criados por niñeras. Domenico comienza a planear casarse con una joven empleada, pero Filomena lo engaña para que se case con ella fingiendo que se muere. Al revelarse la verdad, Domenico anula el matrimonio y Filomena le habla de los tres niños. Ella dice que uno de ellos es de Domenico, pero sin aclarar cual.
 

El guión, de Renato Castellani, Tonino Guerra y otros colaboradores, adapta la exitosa obra teatral Filumena Marturano, del dramaturgo italiano Eduardo de Filipo.


Con el innegable aliciente de contemplar las interpretaciones de la maravillosa pareja protagonista, iconos del cine italiano, el principal atractivo del film, a mi parecer, es que sabe conjugar perfectamente el tono de comedia que preside gran parte de la narración, con el drama subyacente alrededor de esta mujer a la que la vida hace fuerte en medio de la frustración de no ver correspondidos sus anhelos de vivir sin esconderse con el hombre que ama. 
Domenico es un machista de tomo y lomo que tiene escondida a Filomena en casa y cuando sale con ella, lo hace a lugares solitarios, a pesar de que todo el mundo de su entorno, sabe de sobra que es su mantenida. Estereotipo de esos personajes con dinero y cierto poder que lo que quieren realmente es tener una esposa en casa, pero sin ningún tipo de compromiso como contrapartida. 
Es desgarradora la escena en que la mujer cuenta cómo fue su infancia, en una casa triste y mísera de la que recuerda el calor insoportable y que se sentaban a la mesa alrededor de un gran plato del que todos iban comiendo lo que había. Un panadero, cuenta, a veces se apiadaba de mí y me daba un pan caliente.
La única vez que mi padre se interesó por mí, confiesa Filomena, fue el día que cumplí 16 años y me dijo que ya era hora de que me marchara de casa. Me había convertido en una mujer y mi padre se había dado cuenta... el panadero también.
Un film divertido y crítico a partes iguales, quizá con algunas concesiones que convierten el drama en algo superficial y con una Sophia Loren en todo su esplendor físico e interpretativo, todo un torbellino de vitalidad y de garra actoral que arrasa la pantalla.




8 comentarios:

  1. Hola Trece!!
    Tanto tiempo 😊.
    Es triste la Historia de Filomena su infancia, su juventud y su relacion con este señor que sentia verguenza de estar con ella y no tenia un buen futuro.
    Muy buena tu reseña pelicula que tendria que ver, porque me encanta esta epoca del cine italiano con Sophia Loren, diosa y Marccello Mastroianni que dupla, se que hicieron varias.
    Un abrazo!!

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  2. En los sesenta, el cine italiano ya se podía permitir una mirada ligeramente irónica hacia su pasado inmediato.

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  3. Qué tándem Marcelo y Sofía. Me encanta esta peli, y has descrito muy bien sus ingredientes: tragedia, crítica y un punto de comedia, todo en uno.
    Feliz jueves.

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    1. Verdaderos iconos del cine italiano y, me atrevería a decir, mundial.

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  4. Como en el mejor cine italiano, es impagable el retrato de personajes y ambientes. Se le perdona cierta tendencia al folletín.

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