miércoles, 11 de mayo de 2022

EL ECLIPSE

 


Vittoria (Monica Vitti) es una traductora que, tras una acalorada discusión, decide romper con su novio, el escritor Riccardo (Francisco Rabal). Poco después, va en busca de su madre a la bolsa de valores, a la que ésta acude con asiduidad, allí conoce a Piero (Alain Delon), un joven y atractivo corredor de bolsa, seductor y arrogante con el que mantendrá un apasionado romance.


De nuevo nos acerca Antonioni sus reflexiones sobre la incomunicación, la soledad en medio del bullicio, el tedio... En medio de un paisaje urbano que convierte en un personaje más del film, con sus edificios, pero también con sus descampados, sus urbanizaciones vacías o pobladas por personajes que no se hablan ni interactúan. 
Protagonizada por Monica Vitti y Alain Delon, ambos en la plenitud de su joven belleza y con nuestro Paco Rabal, en un papel secundario pero con una interpretación muy digna, a la altura de los protagonistas y también joven y apuesto.


No quiero desmerecer, ni hacer de menos a nadie, a mí eso de que ciertas cosas son para intelectuales, nunca me han acabado de convencer, son para quienes gusten de ellas. Con ello quiero decir que quien vaya buscando un cine de entretenimiento (tan digno como cualquier otro), de acción o, simplemente para pasar el rato, que no se moleste en ver este film, le puede aburrir, incluso, si no quiere perder el tiempo, posiblemente no acabe de verlo. Es una película para cinéfilos o para quienes estén dispuestos a dejarse llevar por un mar de silencios, de largas escenas en las que todo es lenguaje cinematográfico puro y duro. Quien sepa apreciar esta forma de hacer cine, disfrutará de esas pequeñas genialidades de Antonioni, de esa larga escena de apertura con Rabal y Vitti sumergidos en el silencio, tensos y cansados tras una noche de disputa, o del final en el que vemos desfilar a los personajes y objetos que han ido apareciendo en segundo plano a lo largo de la película, personas, animales y objetos que cobran nueva vida y que quieren decir algo. ¿Qué, exactamente? Pues cada cual que lo interprete a su manera, como tantas veces, el realizador italiano nos ofrece la oportunidad de ser nosotros los que busquemos el significado. Yo encontré el mío particular y me trajo a la memoria esas ocasiones en las que recuerdas un simple objeto, un paisaje, un árbol, un rincón, una conversación, quizá intrascendente, un momento de ensoñación, algo que puede parecer nimio, pero que se te ha quedado en la memoria para siempre, como una instantánea y que, al menos en mi caso, te trae un recuerdo, no siempre feliz, pero sí único y muy personal.




4 comentarios:

  1. Que tal Trecce!
    Tomo buena nota, añadida a la lista de "pendiente por ver". Cada vez que veo una película italiana de la época me entran unas ganas tremendas de volver a Italia.
    Saludos!

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  2. A menudo se ha dicho de Antonioni que es el cineasta de la incomunicación. Quizá por ahí resultaría algo más sencillo encontrarle un significado a la película.

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    1. Evidentemente ese es uno de sus significados, aunque el espectador puede encontrar más.

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