martes, 1 de febrero de 2022

LA GUERRA DE CHURCHILL

 

Independientemente de consideraciones sobre su forma de ser o sus ideas políticas, creo que pocos pondrán en tela de juicio que hablar de Winston Churchill, es hacerlo de una de las figuras más relevantes del siglo XX a nivel mundial.
Su llegada al poder, casi por casualidad, a los pocos meses de comenzar la II Guerra Mundial, es reconocida casi de manera unánime, como un golpe de suerte para su país, pues era el líder que necesitaba para dirigir sus destinos en aquel trágico y crucial instante de la historia y es esa época de su vida la que retrata el libro de Max Hastings.
Es bastante revelador el subtítulo del libro, "La historia ignorada de la Segunda Guerra Mundial", porque, en efecto, muchos de los asuntos que se tratan en la obra, son obviados o directamente silenciados en otras obras que se centran en aspectos más conocidos del conflicto, asuntos que el libro también recoge, pero aquí, además, conocemos de cerca la influencia de su esposa Clementine; las disensiones en el seno de su consejo de ministros o con los mando militares; la diferencia de perspectivas con Roosevelt; su indignación por la falta de empuje del ejército británico o los duros momentos que pasó en los últimos años de la guerra, pues aunque la victoria estaba cada vez más cerca, resulta obvio que Gran Bretaña perdió protagonismo a partir de la entrada en el conflicto de los EE.UU. y se convirtió en un cero a la izquierda a la hora de tomar decisiones importantes.
Probablemente fuera el mejor actor en el escenario que le tocó vivir y sus discurso,  conversaciones y el fabuloso anecdotario de sus actos durante la guerra, no merma en absoluto el respeto que inspira su figura y la capacidad de movernos al llanto o a la risa por la constante excelencia de su actuación.
El libro estudia las locuras y los errores de juicio Churchill, que fueron muchos y variados, pero que hay que reconocer que fueron como granos de arena comparados con la inmensidad de su hazaña y su éxito durante los primeros años de la guerra, fue tan importante, que parece, cuando menos, cuestionable sugerir que habría de haberse mostrado más dócil, porque, llevado de su obstinación o de su fuerza de voluntad, que era su mayor valor, se dejara llevar hacia objetivos errados entre 1943 y 1945.
La pérdida de las elecciones generales de julio del 45, más que un fracaso, quizá fuera un favor que le hizo su pueblo, que demostró inteligencia suficiente para considerar que el líder que necesitó para que les condujera durante la guerra, no era la persona adecuada para llevar las riendas del país en la inmediata postguerra, pues, aunque nunca perdió el sentimiento de consternación por la muerte y la destrucción que la guerra causó entre los inocentes, a él le seguía encantando el rugido de los cañones.



8 comentarios:

  1. Hola Trecce, espero estes bien!!
    Me gusta el libro parece que muestra ese lado de su vida mas intimo y que pocos conocen.
    Churchill conocia poco de el, habra que leerlo.
    Un abrazo.

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    1. No solo el más íntimo sino aquel que, aunque conocido, es pasado por alto en los libros de historia al uso que se centran más en las batallas.

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  2. Un líder capaz de prometer a su pueblo "sangre, sudor y lágrimas" queda claro que debía de estar hecho de una pasta especial.

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    1. Gran Bretaña apenas tenía peso en las grandes decisiones que se tomaron a partir de la entrada de EE.UU. en la guerra y del avance del Ejército Rojo en Europa, sin embargo, como reconocieron los dirigentes de estos países e incluso los oponentes internos de Churchill, la enorme talla política y personal de éste, fue lo que mantuvo a su país en el círculo en que tales decisiones se tomaron.

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  3. Ese último párrafo acerca de la elección del 45... me ha dejado con la boca abierta... es lapidario. Ahí si podemos decir aquella frase manida ypara mí falsa de "el pueblo no se equivoca".

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    1. Para mí también es falsa, el pueblo se equivoca (nos equivocamos) a veces, pero en este caso, da la impresión de que acertaron. De cualquier modo, le devolvieron su confianza en las siguientes elecciones.

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  4. Que tal Trecce!
    Me lo apunto. Un personaje que con todo lo escrito sigue resultando apasionante.
    Saludos!

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