Un diplomático norteamericano destinado en Londres alquila una lujosa mansión y se enamora de la dueña, una atractiva viuda que es sospechosa de haber asesinado a su esposo. Scotland Yard le pedirá ayuda para que les informe sobre los movimientos de la mujer y, aunque él no quiere, se verá presionado por su jefe para colaborar con la policía so pena de perder su destino.
El guión, nada menos que de Blake Edwards y Larry Gelbart, adapta un relato de la británica Margery Sharp, titulado "The Notorious Tenant".
El vestuario de la protagonista (Kim Novak), con algunos modelos muy modernos, llamativos y glamurosos, fue diseñado por ella misma y confeccionado por Elizabeth Courtney.
Trío de míticos intérpretes (Novak, Lemmon y Astaire), con un buen plantel de secundarios, para dar vida a una historia que podríamos calificar de comedia negra, puesto que hay un asesinato y una investigación policial de por medio. La parte policiaca de la historia, de algún modo parodia al clásico cine de misterio, aunque está muy bien llevada y hasta el final no sabemos exactamente los detalles de lo ocurrido, va decayendo y peca de estirar de manera poco conseguida los hechos que, al final, resultan no demasiado creíbles, pero precisamente por haberlos retorcido más de la cuenta.
En cuanto a la comedia, tiene algo de esas historia de enredo y malos entendidos, con los que juega un poco, pero es lo más logrado del film que resulta muy divertido, con algunos diálogos ingeniosos y una parte final que contiene algunas escenas realmente brillantes, como el descenso de al anciana en silla de ruedas hacia el acantilado que está en la línea de las mejores secuencias cómicas de los clásicos del cine mudo.
Es cierto que le falta algo para equipararse a las grandes comedias de la época, pero aún así resulta entretenida y muy divertida.
Con ese reparto, tiene que ser por fuerza una buena película.
ResponderEliminarMuy atractiva, sin duda.
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