lunes, 24 de junio de 2019

VALS CON BASHIR

El 6 de junio de 1982, Israel invadió Líbano utilizando como excusa la tentativa de asesinato de su embajador en Londres dos días antes. Inicialmente tenían previsto ocupar una franja de 40 kilómetros, a fin de desalojar a la resistencia libanesa y a la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) de la frontera norte de Israel. Pero Ariel Sharon, por entonces ministro de Defensa, decidió proseguir su avance hasta la capital, Beirut. Israel apoyó la elección de Bachir Gemayel, dirigente del Partido Kataeb o Falange, formación de la extrema derecha maronita, quien fue asesinado en septiembre.
La película es un documental animado sobre la matanza de refugiados palestinos en Sabra y Chatila (Líbano) en 1982, ocurrida en el transcurso de esa guerra.
Una noche, en un bar, un viejo amigo le cuenta a Folman una pesadilla recurrente en la que le persiguen siempre 26 perros. Los dos hombres llegan a la conclusión de que la pesadilla tiene que ver con una misión que realizaron para el ejército israelí durante la primera guerra del Líbano a principios de los años ochenta. A Folman le sorprende el hecho de no recordar nada de ese periodo de su vida, él también tiene un sueño recurrente de esa época, pero su memoria le traiciona y quiere saber hasta qué punto ese sueño es real o totalmente imaginado. Intrigado, decide hablar con viejos amigos y antiguos compañeros dispersos por el mundo entero. Necesita saber la verdad acerca de esa etapa y de sí mismo. Poco a poco sus recuerdos reaparecen bajo la forma de imágenes surrealistas.


El director y guionista del film, Ari Folman, fue uno de los soldados del ejército israelí que participó en la invasión del Líbano en 1982.


De una innegable calidad técnica y con un formato que no debe hacer huir al espectador al tratarse de dibujos animados, pues lo que Folman quiere contar, lo cuenta con la misma fuerza y vigor que si se tratara de imágenes reales, imágenes que sí utiliza brevemente al final del film como para remarcar la autenticidad de aquello que cuenta.
El film recibió el aplauso de la crítica y fue alabada por los espectadores, aunque algunos lo tachan de blando y de hacer un relato sesgado de la realidad. Quizá no conocen bien la mentalidad israelí y es que el solo hecho de hablar de aquel vergonzoso episodio ya es un acto de valentía en la cultura judía. Ari Folman es considerado como un izquierdista casi radical entre los suyos, pero este concepto no es el mismo que tenemos nosotros, así que hay que partir de esa base para ver el film. Queda patente en el mismo que durante la matanza, el ejército de Israel se pasó la noche disparando bengalas para facilitar la labor de los falangistas libaneses, pero en todo momento, da la impresión de que las tropas judías, si eran responsables de algo, era de mirar hacia otro lado y que no intervenir para frenar la matanza se debió en buena parte a que desconocían lo que estaba ocurriendo, cuando en realidad no fue del todo así, pues ellas tenían el control total y si la milicia del Líbano entró en los campos, fue con el consentimiento absoluto de los mandos israelíes y cuando estos ordenaron que aquello se detuviera, así sucedió. Previamente, además, las autoridades del Israel incumplieron los acuerdos que tenían con EE.UU. de no avanzar hasta Beirut, haciendo lo que les vino en gana, si los hubieran respetado, nada de esto habría ocurrido, ya que Sabra y Chatila están en los alrededores de la capital libanesa.
De cualquier manera, aún  dando la impresión de que los que sufren, por el sentimiento de culpa, son los soldados de israel y algunos otros peros que se le puedan poner, hay que reconocer que el film es un testimonio valiente por venir de quien viene y una lección de historia para quienes ignoren aquellos acontecimientos, en los que se tomó venganza sobre personas inocentes, cuando los terroristas y combatientes ya habían huido y se sabía que allí solo quedaban civiles.
Los dibujos de Folman tienen gran fuerza visual y verdadera calidad artística y el guión del film está bastante bien estructurado a base de flashback que nos van retrotayendo hacia los años 80 desde el presente, sin que la narración quede afectada ni pierda vigor.
Interesante y recomendable esta especie de "mea culpa" con reparos entonado desde el bando vencedor.




4 comentarios:

  1. no deja de ser valiente claro que sí pero mi sensibilidad hace que no pueda disfrutar de estas cosas aunque se ve que es artística plenamente... fue premiada no? saludos...

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    1. Estuvo nominada al Oscar, obtuvo el Globo de Oro a la mejor película de habla no inglesa y tiene varios premios y nominaciones más.

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  2. De momento una película así desde el bando árabe va a tener que esperar unos cuantos años todavía.

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    1. Eso dicen los israelíes cuando se les acusa de que la película es blanda, argumentando que al menos allí el nivel de democracia permite hacer cosas como esta y que el mismo gobierno israelí la promocionara en su candidatura a los Oscar de aquel año.

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