martes, 4 de junio de 2019

LA ÚLTIMA GUERRA DE ÁFRICA (CAMPAÑA DE IFNI-SÁHARA)

El 23 de noviembre de 1957, varios miles de guerrilleros marroquíes encuadrado en el llamado Ejército de Liberación Marroquí (ELM) se lanzan a la ofensiva contra los territorios españoles en Ifni y luego en el Sáhara. Fue el comienzo de un conflicto que los servicios de información españoles ya preveían, aunque, supongo que por razones sobre todo económicas, habían ido dejando pasar sin tomar todas las precauciones que hubieran sido deseables.
Un conflicto sometido a una férrea censura informativa, del que en la Península se tenían contadas noticias según conviniera al régimen de Franco.
El general Rafael Casas de la Vega, historiador además de militar, maneja multitud de datos, en algún caso casi abrumadores y que le hacen a uno perderse un poco, que le han permitido la redacción de esta interesante obra en la que lo más destacable es, precisamente eso, los numerosos y detallados datos que aporta y el testimonio de personas que estuvieron involucradas directamente en el conflicto, unas veces mediante entrevistas con el autor y otras, por testimonios escritos, como el jugoso diario que escribió el sargento de caballería Antonio Soto García, del Grupo Expedicionario del Regimiento de Santiago nº 1 de Caballería, con base en Alcalá de Henares, llegado a El Aaiún a finales de enero de 1958 y muerto en combate el 10 de febrero del mismo año.
El libro cuenta los antecedentes del conflicto, surgidos a partir de la independencia de Marruecos, cómo era la vida en las colonias, el desarrollo del conflicto y la resolución del mismo. Al mismo tiempo, unas veces de forma explícita y otras leyendo entre líneas, vemos la penuria que había de afrontar el ejército español, mal dotado, pobremente vestido, calzado con alpargatas y, en ocasiones, hasta mal alimentado, a pesar de lo cual, a base de bravura e ingenio, supieron hacer frente con éxito relativo, a esta guerra no declarada en la que una fuerza, con el convencional nombre de "Ejército de Liberación", pretendía expulsar a España de sus dominios en el África Occidental. Un enemigo aún peor armado que los españoles, pero que contaba con la ventaja de un conocimiento perfecto del terreno y una envidiable capacidad de blanco a cargo de sus tiradores, además de la colaboración del las Fuerzas Armadas de Marruecos, en cuyo territorio, tenía sus bases y sus centros de suministro y la más que probable anuencia de los EE.UU.
Solamente la mayor potencia del ejército español que, en su momento llegó a desplegar más de 7.000 efectivos y a contar con apoyo aéreo, pudo doblegar a las bandas insurrectas. Unidades de La Legión, de Tiradores de Ifni, de la Policía Indígena y las Banderas Paracaidistas, que recibieron aquí su bautismo de fuego, llevaron el peso de la acción, apoyadas por unidades de caballería, artillería, zapadores, intendencia, automovilismo, ingenieros, transmisiones, armada, aviación, etc, desplazadas en grupos expedicionarios
El 24 de febrero de 1958, tuvo lugar el último combate entre fuerzas rebeldes y el Batallón de Cabrerizas. Las armas dejaban sitio a la negociación política y acababa la guerra en unos territorios que España terminaría abandonando años después, a pesar de no haber sido derrotada en el campo de batalla.
Algo menos de mil bajas, entre muertos, heridos y desaparecidos, es el triste balance para España de un conflicto, aún más tristemente desconocido y olvidado.



2 comentarios:

  1. Tengo que volver y leer esta entrada con más detenimiento...Ignoro todos estos sucesos

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    1. Aquí en España, es una guerra prácticamente desconocida, a pesar de su relativa cercanía en el tiempo y la generación más joven, no es que no sepa que hubo tal conflicto, es que muchos desconocen que España tuvo posesiones coloniales en el África Oocidental.

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