lunes, 28 de noviembre de 2011

AL ROJO VIVO

Arthur "Cody" Jarrett (James Cagney) y su banda asaltan un tren, llevándose un suculento botín y asesinando a los conductores. Poco después, la policía comienza a perseguir a Jarrett, convencidos de que él es el autor del asalto. Viendo que la escapatoria se le complica, Jarrett prepara una coartada y se entrega a la policía por un crimen menor, por el que es condenado a sólo dos años de prisión. Sin embargo, los federales saben que todo es una farsa y tratarán de tenderle una trampa: Infiltrar a uno de sus agentes, Hank Fallon (Edmond O'Brien), bajo el falso nombre de Vic Pardo, en la prisión y que éste consiga la confesión de Jarrett.

La peli tiene una buena fotografía, una buena ambientación musical y unas actuaciones que están a la altura, pero hay dos cosas que destacan: La dirección y la gran interpretación de James Cagney.

Cagney llevaba unos cuantos años sin aparecer en una peli de gansters, no deseaba que le encasillaran en este tipo de personajes y para reengancharse en el género eligió esta cinta, basada en personajes reales y cuyo guión lleva la firma de Ivan Goff y Ben Roberts, sobre una historia de la autora norteamericana Virginia Kellogg.

Para muchos es la mejor interpretación de James Cagney, en este papel en el que da vida a un delincuente sin escrúpulos de ningún tipo, con una enfermiza fijación por su madre y con episodios de ataques mentales que hacen de él un ser peligroso, de la más baja catadura moral y sin ningún reparo en deshacerse de amigos o enemigos.

Magnífica la realización de Raoul Walsh, con un maravilloso sentido del ritmo, calmado o trepidante dependiendo de lo que pida cada situación, pero siempre consiguiendo atrapar al espectador en una historia que tampoco es nada del otro mundo y que, sin embargo, hace que el tiempo se te pase volando.

Conseguida ambientación y alguna escenas y detalles tanto técnicos como en los diálogos dignos del mejor cine.

Cumplen con su cometido los otros miembros del elenco, con Edmond O'Brien dando la réplica a Cagney y las dos mujeres de la vida de Cody, que salen bien paradas del trance, Virginia Mayo, con su imponente físico y, sobre todo, Margaret Wycherly, la madre, a quien Cody llama "Ma", todo un personaje, dispuesta a lo que sea por su hijo.

Una buena y entretenida película, en la que James Cagney, desde el mismo inicio, se adueña de la función y con final explosivo.




6 comentarios:

  1. Buena película la recuerdo y me gustó. Pero yo creo que para los papeles que interpretaba James Cagney le faltaba un palmo más de estatura. Le ocurría como a Montgomery Clift que vestido de pistolero y con el revolver colgado al cinto daba risa ya que para encarnar estos personajes parecía un muñeco. Saludos Trecce.

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  2. Las dos grandes de Walsh, White Heat y The Enforcer (Sin conciencia). Todo un subgénero dentro del cine negro. Sin duda en la lista de cualquier degustador del cine negro de altos y "violentos" vuelos.

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  3. Sería pequeño, pero era un gran tipo, Rafa.

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  4. Hola Trece: una buena película,es un clásico y con connotaciones freudianas y el protagonista con conductas psicológicas dignas de analizar. La película,bueno el guión, se basó en la vida real de un gánster ,un tal Doc y su madre M. Barker,creo que se llamaban así.Saludos Trece

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  5. En efecto Claudia, así parece, aunque hay quien dice que el personaje de Arthur 'Cody' Jarrett estuvo inspirada por el joven asesino de 19 años de la ciudad de NY, Francis Crowley, quien tuvo una sonada refriega con la policía durante la primavera de 1931 y que fuera ejecutado un año después al grito de : "...enviad mi amor a mi madre"...

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