lunes, 5 de abril de 2021

REBELDE SIN CAUSA



Tres jóvenes, Jim Stark (James Dean), Judy (Natalie Wood) y John 'Platón' Crawford (Sal Mineo), coinciden en una comisaría. Cada uno está allí por un motivo distinto: Jim está borracho, Judy se ha escapado de su casa y Platón acababa de matar a tiros a unos cachorros. El inspector Ray Fremick (Edward Platt) descubre que los tres mantienen una relación conflictiva con sus familias. A Jim y a Judy los van a recoger sus padres, pero Platón, hijo de una pareja divorciada, tiene que conformarse con la visita de la criada negra que vive con él.


Para muchos, incluído él mismo, la mejor película de Dean, no es sorprendente que Nicholas Ray fuera considerado uno de los grandes directores de los años 50. La historia, muy imitada desde entonces, puede parecer simple: un adolescente inquieto de buena familia, no puede evitar meterse en problemas y se relaciona con malas compañías hasta que surge la tragedia, pero lo que hace que la película sea tan poderosa es la atracción que despierta y que se extiende hacia todos los personajes (incluidos los padres aparentemente insensibles) y el expresionismo preciso de la dirección de Ray. Su uso de la luz, el espacio y el movimiento está continuamente al servicio de las emociones de los personajes, mientras que el trío que Dean, Wood y Mineo forman una especie de refugio de la sociedad que se describe explícitamente como una 'familia alternativa'.


Más que de jóvenes rebeldes, la película habla de jóvenes traumatizados. Traumas propios de sociedades avanzadas que harían abrir la boca de estupor a quienes viven en lugares de este mundo en los que saber si vivirás mañana es el principal problema. 
Los tres protagonistas del film pertenecen a familias de clase media alta, incluso ricas, y ni te cuento si lo contemplas desde el punto de vista de los desfavorecidos. Algunos planteamientos tendrían dudosa cabida en nuestra forma de pensar actual, por ejemplo el que se da del padre de Jim, típico de una sociedad machista, cual era la de la época. Hay otras cosas del guión que llaman la atención, que a algunos les parecen fallos o cosas poco trabajadas y que, en ocasiones dan la impresión de que nos están hablando de niños malcriados más que de otra cosa, pero yo creo que reflejan bastante bien que se trata de jóvenes desnortados. 
Es cierto que la película tiene más de mito que de otra cosa, pensemos que Dean murió antes de su estreno y eso la ha convertido en una especie de icono, pero se esté más o menos de acuerdo con la historia y su desarrollo, de lo que yo creo que no cabe duda es que está bastante bien dirigida y que técnicamente demuestra un gran nivel. 
¿Que en la actualidad, seguramente, ya no es una película que refleje del todo el mundo de los jóvenes? Puede ser, pero algunos de sus aspectos continúan teniendo plena vigencia.




10 comentarios:

  1. Así que una película póstuma...Eso le añade más interés pues es muy raro en el cine.

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  2. Hola Trecce!
    Es una gran película, siempre me ha llamado la atención su color, esta llena de escenas inolvidables. Es posible que sin la prematura muerte de Dean no hubiese alcanzado cierto status, pero en todo caso estamos ante un gran titulo.
    Saludos y feliz semana!

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  3. Fíjate si ha creado escuela que hasta el propio título de la película se ha convertido en una frase hecha.

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  4. Hola.
    Yo vi esta peli cuando era adolescente y claro, me encantó.
    Hay cosas, como bien dices, que siguen siendo actuales. Y otras, por ejemplo esos comportamientos machistas, que aunque estén desfasados, me parece muy bien que se vean, así los jóvenes entenderán lo duro que era ser mujer en aquellos años(bueno, y ahora, pero entonces era peor).
    En mi adolescencia me encantaba James Dean, hace poco puse la foto de una colonia que tenía con su cara(guardo el frasco), tenía una carpeta, la camiseta, un bolso...y alquilaba las pelis sin parar, aunque solo fuesen tres.
    Feliz martes.

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  5. La rebeldía de estos personajes es bastante relativa, aunque es fácil entender el impacto de la película en su momento, así como su encanto cinéfilo imperecedero. Su iconografía, esa cazadora roja, constituyen mitos del siglo XX. Y el romanticismo y la violencia de esta tragedia moderna, tan bien contada por Nicholas Ray, son todavía fascinantes.

    Saludos.

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    1. Es que lo mejor de la película no es lo que cuenta (que a veces no tiene mucho sentido), sino cómo lo cuenta.

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