jueves, 8 de abril de 2021

DANZAD, DANZAD, MALDITOS

 


Estados Unidos, estamos en 1932, en plena época de la Gran Depresión. En medio de un ambiente de terrible miseria, gentes desesperadas, de toda edad y condición, se apuntan a una maratón de baile con la esperanza de ganar el premio final de 1500 dólares de plata y encontrar, al menos, un sitio donde dormir y comer. Entre los concursantes están Gloria (Jane Fonda) y Robert (Michael Sarrazin), ella, una mujer que ha dejado atrás su juventud, engañada y traicionada en multitud de ocasiones y con un intento de suicidio a sus espaldas, hasta acabar en Hollywood con el sueño de triunfar como actriz y él, desesperado por convertirse en director, algo que sabe que seguramente nunca logrará, que en realidad solo había entrado en la sala para mirar y que es elegido por Gloria para sustituír a su pareja que está enfermo. Mientras los concursantes fuerzan los límites de su resistencia física y psíquica, una multitud morbosa se divierte contemplando su sufrimiento durante días.


El guión adapta una novela de Horace McCoy de 1935, con el mismo título que el original del film (¿Acaso no matan a los caballos?). El libro es todo un clásico del género negro en el que, sin embargo, no hay detectives privados, ni policías, ni mujeres fatales, ni investigaciones, ni persecuciones. En ella Horace McCoy nos va sumergiendo en una especie de corrupción moral y social del sueño americano. Algunos se sabrán condenados, otros no. ¿Qué hacer cuando el caballo tan querido se ha roto una pata? “¿Acaso no matan a los caballos?”.
La terrible y dramática escena final de la novela y también de la película, aclara el porqué del título. 


La película se convierte en toda una metáfora sobre la vida misma. Por un lado, en el sentido darwiniano, sólo el más fuerte sobrevive, como únicamente la última pareja se lleva el premio.
Pero hay más paralelismos, más interpretaciones, las que se pueden hacer con ese cúmulo de reyes, reyezuelos, partidos políticos, asamblearios, nacionalistas, neonazis, grandes empresas que amenazan con el despido porque han ganado menos que el año anterior... Ellos agitan banderas y mueven el avispero para, después, con algún muerto de por medio, que nunca viene mal, pactar con quien sea y dejar con dos palmos de narices a los malditos que han participado en esta danza macabra que ven cómo los otros siguen viviendo del cuento y les siguen jaleando para que continúe la danza.
Diálogos que contienen frases para enmarcar (atención a las réplicas de Jane Fonda cargadas de doloroso sarcasmo y de un humor negrísimo) y unas actuaciones particularmente logradas (pocos secundarios han tenido un papel tan brillante como Gig Young, el maestro de ceremonias), en una película muy difícil de hacer, piensen que la cámara se está moviendo entre personas que, a su vez, no paran de moverse, lo que requiere una sincronización absoluta, una colocación de la cámara que no deje lugar a que lo que hay en el fondo de la escena estropee lo del primer plano y un trabajo de montaje que se me antoja complicadísimo.
Ya no hay maratones de baile, ahora tenemos gots talent que nos hacen creer que buscan al que mejor cocina, al que mejor canta, al que más sabe, pero en el fondo, como en la película, lo que prima es el espectáculo y que los morbosos espectadores estemos entretenidos a base de contemplar el sufrimiento y las lágrimas de quienes bajo el engaño de la competición, están buscando un futuro para su vida, una cama, un lugar donde estar caliente y un plato de comida.




12 comentarios:

  1. ¡Hola!
    Está peli le encantaba a mi madre, tengo la banda sonora en disco de vinilo.
    Muy feliz tarde.

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  2. Muy buena película. La habré visto dos o tres veces y siempre me ha gustado, es de las que envejecen bien.

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    1. El mensaje sigue íntegro y la película está muy bien hecha.

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  3. Otro título mítico, cuya traducción castellana parece más afortunada que el original.

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    1. El título original tiene más que ver con el final de la película y la actitud que toma el protagonista que no se siente culpable por haber "ayudado" de forma trágica a su compañera de baile.

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  4. Hola amigo.
    Esta es la primera vez que conozco la película, pero si la actriz Jane Fonda, cuya profesión también es entrenadora de gimnasia, la conozco desde hace mucho tiempo.

    Saludos

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    1. Una magnífica actriz, sin duda y muy conocida también por su programa de televisión y sus vídeos de ejercicios de gimnasia de mantenimiento, muy populares hace unas décadas.

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  5. El sufrimiento ajeno siempre vende. Desde las ejecuciones en la plaza pública hasta el espectáculo de Rociíto en Telecinco.

    Saludos.

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  6. Hola Trecce!
    Siempre que la he visto me ha dejado una extraña sensación. Sin duda una extraordinaria película que haces bien en reivindicar.
    Saludos!

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