CREATURA

 

Tras mudarse con su pareja a la que fue la casa de veraneo de su abuela, Mila (Elena Martín) se da cuenta de que su pérdida de deseo y apetito sexual se encuentra en sí misma. A partir de ahí, empieza un viaje en el que revisita experiencias de su infancia y adolescencia con la esperanza de reconciliarse con su propio cuerpo.

Hablada exclusivamente en catalán, la película fue rodada y producida en Cataluña y su realizadora, Elena Martín, es también la protagonista y coautora del guion junto a Clara Roquet. 

El film alterna imágenes del presente junto a secuencias que rememoran la infancia y la adolescencia de Mila, a la que dan vida respectivamente Claudia Borràs y Claudia Malagelada.

Mila tiene dificultades para encontrar placer en el sexo y se ve a sí misma como una persona rara, la búsqueda de ese placer y los miedos que atormentan a la protagonista, conforman el relato del film que trata de acercarnos la historia de una manera natural. 

La película ha recibido elogios por atreverse con un asunto poco tratado en el cine, aunque opino que es el problema de Mila el más original de la trama, su circunstancia particular, una situación que tiene mucho de psicosomático y arranca de su infancia con consecuencias físicas sobre su cuerpo cuando intenta llevar a cabo el acercamiento carnal. 

Las otras circunstancias: La influencia del grupo; los calificativos y opiniones negativas que ha de soportar una mujer cuando trata de vivir de forma abierta su sexualidad; las relaciones con los padres; el despertar del amor y los primeros escarceos durante la adolescencia; las preguntas inocentes, muchas veces no respondidas, de la infancia; etc., ya han sido tratados otras veces en el cine, aunque haya sido desde ópticas diferentes.