martes, 17 de mayo de 2022

ENSÉÑAME A QUERER

 


James Gannon (Clark Gable), maduro editor de un prestigioso diario neoyorkino, periodista autodidacta convencido de que la única forma de aprender el negocio es a través de la escuela de la vida y de los duros golpes que te va propinando, teniendo muy poca consideración por el periodismo enseñado en la universidad, por lo que no está contento cuando el director del periódico le ordena que ayude a Erica Stone (Doris Day), una profesora universitaria, con su clase de periodismo. Sin embargo, James se siente atraído por Erica y para conquistarla, decide asistir a sus clases como un alumno más sin revelar su identidad. A medida que se van conociendo, aparte de la mutua atracción, ambos van desarrollando respeto por el otro y su forma de enfocar la información, pero ¿qué ocurrirá cuando Erica conozca la verdadera identidad de Gannon?


La comedia aborda la dicotomía presente en las sociedades modernas sobre qué tiene más importancia en el mundo laboral: la experiencia o los estudios. Hay una vieja teoría que dice que la universidad no te prepara para la vida laboral, te llena de conceptos teóricos, pero a la hora de comenzar a trabajar, te encuentras con una realidad para la que no estés preparado. Esto es cierto en parte, pero no da la razón a quienes desprecian olímpicamente a los graduados o a quienes vienen del mundo académico, por su falta de preparación práctica. Esa comenzarán a adquirirla cuando desempeñen sus nuevos empleos, pero la base teórica que traen, los conocimientos adquiridos por el estudio, les van a ayudar de forma decisiva, incluída la disciplina y el espíritu de sacrificio que ello conlleva. Hay una frase del protagonista, cuando ya se ha ido convenciendo de que la preparación académica es importante que resume el mensaje de la película: El estudio es el caballo y la experiencia el jinete.


Doris Day, la reina de la comedia en los cincuenta y sesenta y Clark Gable, estrella ya consagrada en el momento del rodaje, protagonizan este film que tiene un cierto fondo social, los viejos dinosaurios del periodismo se aferran a sus ideas de que aquello hay que mamarlo desde abajo y de que los estudios previos de nada sirven para la dura vida que le espera al reportero, para ellos la noticia es lo que vale, despreciando los artículos de opinión o los que reflexionan sobre el porqué de la noticia a base de estudiar datos y bucear en los motivos que han desencadenado la misma. Frente a ellos, las modernas teorías, los nuevos periodistas salidos de academias y universidades, con una educación intelectual superior a la que ellos jamás tuvieron, pero sin experiencia. Ese es el centro de las reflexiones que hace el film, en el que predomina el tono de comedia, aunque no exactamente al uso. Los momentos más divertidos son aquellos en que interviene, junto a los protagonistas, Gig Young, que consigue una magnífica interpretación y nos arranca más de una carcajada, lástima que este buen actor viera truncada su carrera por culpa de su adicción al alcohol. En el resto de la película, mi impresión es que el humor al que recurre ha quedado desfasado, supongo que a los espectadores de la época es posible que les hiciera gracia, pero ahora ya no se la vemos, al menos yo, me ha parecido un humor rancio y algo machista, acorde con las ideas de la época. De cualquier modo, resulta entretenida, ya digo que son impagables las escenas en las que está Gig Young y, el resto, bastante desfasado, salvo su mensaje que, en cierto modo, continúa siendo actual.




6 comentarios:

  1. Hola Trecce!
    Anotada queda. Le sucede a otras mucha películas de la época que se han quedado descolocadas, aun así resultan interesantes de ver y proporcionan un buen entretenimiento.
    Saludos!

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    1. Siempre resulta curioso volver a ver a estos intérpretes.

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  2. Recuerdo haber visto esta película en aquel lejano "Primera sesión" de los sábados por la tarde en TV. Las películas de Doris Day se ven en general muy desfasadas, incluso "El hombre que sabía demasiado" que me parece de las más flojas de Hitchcock y con su exasperante "Qué será, será...".
    Me encanta Gig Young. Prefiero recordarlo en "¿Acaso no matan a los caballos?"
    Saludos!
    Borgo.

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    1. Una pena lo de Young, que acabó repudiado por los estudios a causa de su alcoholismo.

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  3. Desfasada o no, el tándem Doris Day-Clark Gable me parece de lo más atractivo.

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