lunes, 27 de julio de 2020

MALASAÑA 32



La familia Olmedo, abandona su pueblo natal para trasladarse a la gran ciudad esperanzados en hallar una vida más próspera. Son Manolo (Iván Marcos), un agricultor contratado para trabajar en la Pegaso; Candela (Bea Segura), su esposa, que antes era su cuñada y se casó con él al enviudar, que comenzará a trabajar en Galerías Preciados; Pepe (Sergio Castellanos), el hijo mayo, de 20 años, un joven tímido y tartamudo que se siente como un extraño incapaz de encontrar trabajo; Amparo (Begoña Vargas), la hija mayor, de 17 años, obligada a abandonar el pueblo y a su novio Mateo, que sueña con vivir en París, trabajando como azafata de Iberia; el niño Rafael "Rafi" (Iván Renedo), el único hijo de Manolo y Candela, nacido después de que el primer esposo de Candela (el padre de Pepe y Amparo) falleciera; y finalmente, Fermín (José Luis de Madariaga), el anciano padre de Candela, senil y con problemas de memoria. 
Pero hay algo que la familia Olmedo no sabe: en la casa que han comprado, no están solos.


La acción se desarrolla en pleno periodo de la llamada Transición española, en 1976, supuestamente en la calle Manuela Malasaña, aunque para encontrar el edificio donde verdaderamente se rodó el film, hay que ir un poco más allá, hasta el número 3 de la calle San Bernardirno, concretamente al conocido como Edificio Montano. 
Aunque la película señala que está basada en hechos reales, no es que lo que se cuenta sucediera realmente, sino que espiga por aquí y por allá en algunos sucesos de la época, que en realidad poco o nada tienen que ver con el argumento del film.


Aunque pretende ser original, al final acaba echando mano de muchos de los tópicos del cine de terror para dar sustos al espectador, algo que deja de conseguir a la segunda o tercera tentativa, algunos incluso ni sentirán miedo en ningún momento, porque todo se ve venir. 
Hay algunos aspectos colaterales a la historia central, como son el ambiente social de los emigrados desde los pueblos a la gran ciudad y el choque y confusión que esto produce, así como su difícil adaptación a las nuevas tareas que han de desarrollar, que creo que se podía haber explotado un poco más, precisamente en busca de esa originalidad. 
Otros aspecto que podría haber dado juego y que solo se toca de pasada, por cierto, en una escena que esta sí que da miedo, es el de la hipoteca de la casa, a la que la familia está atada de por vida como les advierten desde el banco cuando van a negociar una solución. Así que te puedes morir de miedo, te puedes tener que ir a vivir debajo de un puente porque no tienes ni un ochavo, pero la hipoteca te perseguirá hasta el más allá. 
A los personajes tampoco se les saca mucho jugo y, en general, creo que todo está bastante mal explicado, para llegar a un final que decepciona, así que la película se queda en el intento.
Por  cierto, si van a Madrid, no busquen el número 32, la calle Malasaña acaba en el 30.




2 comentarios:

  1. Hola Trecce!
    Supongo que este es un genero donde sorprender y no echar mano de esos recursos tan trillados es tarea complicada. Otro titulo que tengo pendiente de ver, la critica le metió bastantes palos.
    Siempre interesantes tus reseñas, saludos!

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