Ninguna expedición alemana de las que se produjeron tras el desembarco de Normadía, sería de tan infame recuerdo como la de la 2ª división SS-Panzer, llamada Das Reich, que el 7 de junio recibió la orden de avanzar hacia el norte desde Toulouse.
En Tulle, al oeste de Lyon, los alemanes encontraron 62 cuerpos mutilados de soldados alemanes que se habían rendido al maquis y, en represalia, cuando los alemanes llegaron, seleccionaron al azar a noventa y nueve individuos, a los que colgaron en farolas y balcones y sus cadáveres arrojados al vertedero de la localidad.
El 10 de junio, tropas de las SS entraron en Oradour-sur-Glane, un pueblo agrícola, en plena campaña de vacunación infantil. El pregonero hizo sonar el tambor para convocar a la población en la plaza mayor. Las mujeres y los niños fueron encerrados en la iglesia, a la que los alemanes prendieron fuego con granadas y otros proyectiles. A gritos y empujones, los soldados nazis condujeron luego a los hombres a distintos almacenes y cobertizos sonde los ejecutaron sin piedad antes de quemar el pueblo. Más de seiscientos cuarenta inocentes perdieron la vida en Oradour.
Según el mayor Diekmann, que mandaba las tropas alemanas, al entrar en el pueblo había encontrado una ambulancia alemana con el chófer y su ayudante encadenados a la columna del timón del vehículo, que luego había sido incendiado con los heridos incluidos. Todos estaban totalmente carbonizados.
En apariencia Diekmann había perdido el control y ordenado las ejecuciones de civiles en represalia. De cualquier modo, se había excedido en las órdenes recibidas y fue acusado ante una Corte Marcial para deslindar responsabilidades, pero antes de comenzar la audiencia Diekmann murió en combate en Normandía.
Los edificios derruidos de Oradour, se han conservado así para la posteridad.
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