lunes, 29 de julio de 2019

PASAPORTE PARA PIMLICO

Poco después del final de la Segunda Guerra Mundial, en Miramont Gardens, Pimlico, un barrio del centro de Londres, explota una bomba lanzada durante la guerra por la fuerza aérea alemana. La explosión pone al descubierto una bodega enterrada que contiene obras de arte, monedas, joyas y un antiguo manuscrito. El documento es autenticado por la profesora e historiadora Hatton-Jones (Margaret Rutherford) como una carta real de Eduardo IV que cedió una casa y sus propiedades a Carlos VII, el último duque de Borgoña, cuando se refugió allí después de ser dado por muerto en la batalla de Nancy de 1477.
Tras la llegada de un hombre que afirma ser el duque de Borgoña, reclamando sus derechos al territorio, ya que la carta nunca había sido revocada, se declara que la zona de Pimlico sigue siendo legalmente, parte del territorio de Borgoña, y los habitantes proclaman su independencia del Reino Unido, convirtiéndose así en una micronación. Con el fin de recuperar el control de la situación y quitarse esa "espina" en el mismísimo corazón de la capital, el gobierno británico interrumpe la prestación de todos los servicios dirigidos al barrio e instituye un control fronterizo.
Con la ruptura de las relaciones con el gobierno británico, los "borgoñones" se aíslan y organizan una resistencia; los residentes son invitados a "emigrar" a Inglaterra, pero pocos se van. El agua, la electricidad y las entregas de alimentos son cortados por los británicos en la frontera.
Las soluciones puntuales que van encontrando a sus problemas, originan casi siempre otro más grave.


Resulta muy ilustrativa la dedicatoria de la película ("Dedicada a los años del hambre") en un momento en que las tragedias, penurias y secuelas de la guerra estaban aún presentes en el día a día de la sociedad británica (1949).
En un momento como ese, los autores del film deciden que va siendo hora de dibujar una sonrisa entre tanto desconsuelo y hacen parodia de los cupones de racionamiento, de los edificios devastados por los bombardeos y los solares a que dan lugar, de las restricciones de bienes primarios, etc.
La película es una comedia amable en la que algunos han querido ver también una caricatura sobre los nacionalismos, aunque yo pienso que tampoco hace especial hincapié en este asunto, tan de actualidad ahora en nuestro país y en el mismo Reino Unido con el asunto del brexit.
Bien interpretada por un conjunto de solventes actores, algunos conocidos en la época, pero actualmente casi olvidados todos ellos, comenzando por la dama de la escena inglesa Margaret Rutherford, que interpretó en Miss Marple en la serie de cuatro películas basadas vagamente en el personaje de Agatha Christie y que intervino también en otras conocidas películas.


Quizá la película no está a la altura de las comedias más conocidas de la factoría Ealing, pero es sin duda un film muy entretenido, divertido y que resulta ideal para pasar un rato agradable viendo una comedia sencilla pero muy bien realizada.
Por cierto, magnífico final que pone un broche ingeniosamente cómico al film.




No hay comentarios:

Publicar un comentario