Un arquitecto que ha sido llamado para proyectar la ampliación de una casa de campo inglesa, queda un tanto perplejo porque la casa le recuerda a una que aparece en sus sueños, pero esto no es más que el inicio, pues al entrar, encuentra a un grupo de personas a las que ya conoce del mismo sueño, a pesar de no haberlas visto en su vida, entre ellos está un psiquiatra, el Dr. van Straaten (Frederick Valk) que trata de dar una explicación razonable, no solo al sueño del arquitecto, sino a cada una de las historias que relatan otros de los reunidos.
En una de ellas, un piloto de carreras, tiene un accidente y va al hospital. Mientras se recupera, sueña que ve a un conductor de coche fúnebre en un carruaje tirado por caballos que lo llama.
En el segundo relato, Sally O'Hara (Sally Ann Howes) asiste a una fiesta infantil, en la que conoce a un niño pequeño que no ha sido invitado, por haber muerto hace cien años.
En la tercera historia, según cuenta Joan Cortland (Googie Withers) al grupo, poco antes de su boda, ella compra un espejo en una tienda de antigüedades. Poco después de colgar el espejo, Peter (Ralph Michael), su futuro marido, con el que se acaba de prometer, ve cosas reflejadas en el, que no están en la habitación. Joan investiga un poco y descubre que el dueño original del espejo no era un buen tipo y que, al parecer, mató a su esposa.
En otra de las narraciones, dos amigos conocen a una mujer en su club de golf, el St. Andrews. Ambos se enamoran de ella y deciden jugarse su amor a 18 hoyos.
En el quinto relato, un ventrílocuo de cierto éxito que actúa en clubs elegantes, empieza a observar entre el miedo y la sorpresa, que su muñeco parece que está tomando sus propias decisiones.
La película está conformada por cinco relatos basados en obras de E. F. Benson, H.G. Wells, Angus MacPhail y John V. Baines, dirigidas por cuatro de los mejores realizadores que trabajaron para Ealing Studios, el brasileño Alberto Cavalcanti, y los británicos Charles Crichton, Basil Dearden y Robert Hamer.
En realidad son seis relatos, ya que uno de ellos es el que transcurre en tiempo presente y sirve de nexo a los demás. Todos ellos muy bien construídos que tocan temas relacionados con lo sobrenatural, lo psicológico o lo paranormal y que a mí, por su estructura y por lo interesantes que resultan, me ha recordado alguna serie mítica de televisión como aquella de "Alfred Hitchcock presenta...".
El relato del medio, el de los dos amigos jugadores de golf, tiene mucho de humorístico todo él, mientras los otros, si acaso, destilan alguna nota de humor negro, pero no es su característica fundamental.
El primero de ellos, en el que el corredor automovilista se salva de una muerte segura gracias a una críptica advertencia premonitoria, es el más corto, pero precisamente por esa brevedad en el metraje y lo perturbador, resulta muy atractivo, aunque el más recordado es el de la marioneta.
Quien espere una película de terror puro y duro, no encontrará lo que busca en esta, donde todo es más sutil, no hay sobresaltos, ni se recurre a truculencias de apariciones sorpresivas o de personajes terroríficos, sin embargo, pienso que los aficionados al género la encontrarán muy gratificante, por la inteligencia con que están construídos y narrados los relatos.
La historia se cierra completando una especie de círculo que el espectador se pregunta si se repetirá indefinidamente. Vuelven a aparecer personajes que han estado presentes en cada una de las historias y queda una sensación perturbadora y de incógnita en un final muy conseguido.
Como anécdota, contar que los exhibidores norteamericanos consideraron el film demasiado largo y cortaron las historias de la fiesta infantil y la del campo de golf, una de esas "gracias" que se le hacen a veces al espectador y que lo único que consiguió fue que el público no entendiese qué pintaban en ese final algunos personajes que no había visto antes por mor de los cortes.
Estupenda película, bien hecha, bien interpretada y muy entretenida.
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