Desde su publicación como novela en 1951 (antes había visto la luz cuando apareció parcialmente forma de serial entre 1945 y 1946), el libro de D.J. Salinger siempre ha tenido un hueco en las listas de los más vendidos, transitando por una senda que va desde ser el libro más recomendado en escuelas de secundaria, hasta estar prohibida su lectura por niños y adolescentes en algunos lugares incluso hoy en día, por considerarlo una mala influencia y una apología del tabaquismo, el alcoholismo, el sexo y la rebeldía mal entendida.
Por otro lado, junto a los muchos críticos y lectores en general que alaban la novela, no pocos se sitúan, si no enfrente, al menos a un lado, sin acabar de entender por qué el libro levanta tanto revuelo y viéndose, en ocasiones, defraudados tras leerlo, en parte por las expectativas que su fama despierta.
A esto debe añadirse un halo de misterio y morbo en torno a esta obra, una desgraciada propaganda gratuita que se desprende de algunos acontecimientos trágicos: En la tarde del 8 de diciembre de 1980, John Lennon fue asesinado por Mark David Chapman que mientras esperaba su arresto, se puso a leer una edición de bolsillo de este libro. El 31 de marzo de siguiente año, John Warnock Hinckley Jr., intentó asesinar al presidente Ronald Reagan en Washington. Hinckley declaró que estaba obsesionado con la novela de Salinger y su personaje protagonista.
El libro narra apenas tres días en la vida de Holden Caulfield, un joven de dieciséis años que asiste a clase en Pencey Preparatory Academy, un internado exclusivo en Agerstown, Pennsylvania del que ha sido expulsado por su bajo rendimiento académico. Holden no podrá volver al colegio tras las vacaciones de Navidad para las que faltan unos pocos días, pero él decide irse a Nueva York, donde vive con sus padres y su hermana Phoebe, de 10 años, sin esperar más.
El propio Holden es el narrador de la historia en la que nos cuenta sus problemas y diferencias con profesores y alumnos de este colegio y otros de los que ha sido expulsado anteriormente.
Una vez en Nueva York, tenemos algunas interesantes descripciones de la vida diaria en lugares emblemáticos de la ciudad (Central Park, 5ª Avenida, etc.) y Holden sigue relatándonos, bajo su particular prisma, distintas circunstancias de esos días y de algunos momentos pasados; el recuerdo de su hermano pequeño fallecido; el de su hermano mayor, DB, que vive en Hollywood, donde es guionista; su desafortunado encuentro con una prostituta en una pensión donde pasa la noche; su salida nocturna por la ciudad en la que tiene variopintos encuentros y sus particulares reflexiones sobre personas, hechos y circunstancias que le rodean.
El libro es una especie de retrato de adolescente rebelde y un tanto desubicado que, en algunos momentos se nos hace un tanto repelente por sus actitudes y en otros no deja de despertar cierta ternura por su ingenua visión de la vida.
Sin ser un gran fan del libro, y pensando que está bien pero no es para tanto como algunos dicen... creo que sí es un libro recomendable para adolescentes, y que debe leerse, porque retrata muy bien la angustia y el despiste mental que se tiene en esas edades.
ResponderEliminarSi tanto se manda en escuelas y colegios, algo tendrá, evidentemente.
Eliminarla primera vez que leo el esquema del libro... parece interesante y nunca me imagine que le protagonista sería un adolescente... saludos...
ResponderEliminarPues espero que te sirva para algo.
EliminarOtro saludo para ti.
Que Salinger tiene muchos detractores, es evidente. Pero eso no es óbice para que siga siendo un genio de la literatura norteamericana. En El guardián entre el centeno, nos ha dejado una descripción magistral de los adolescentes que no han sido capaces de adaptarse a la realidad cotidiana, que viven perennemente desorientados y de fracaso en fracaso. El retrato psicológico que hace de los jóvenes desorientados es realmente insuperable. Saludos
ResponderEliminarEn efecto, creo que ese retrato del adolescente desnortado e insatisfecho, es el mayor valor de la novela.
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