lunes, 28 de abril de 2025

MANDERLAY

 


Tras abandonar Dogville, la banda de Mulligan (Willem Dafoe) viaja desde las Rocosas, al norte, hasta Alabama, al sur de EE.UU. Por casualidad se detienen ante la verja de una plantación llamada Manderlay. Los trabajadores negros siguen siendo esclavos, aunque la esclavitud fue abolida hace 70 años. Grace (Bryce Dallas Howard), la hija del gánster, ayudada por los secuaces de su padre, desposee de sus derechos a los herederos de la moribunda propietaria, convirtiendo a los esclavos en socios libres de la plantación. Se supone que los antiguos esclavos deben tomar ahora las decisiones, una situación a la que no terminan de acostumbrarse después de toda una vida con una dueña que les decía lo que tenían que hacer, cómo y cuándo.


La película sigue algunas de las claves que se vieron antes en Dogville, como es un escenario reducido a lo esencial, con las paredes de las casas pintadas en el suelo, con decorados muy teatrales y en el que la iluminación juega un papel fundamental. 
Al parecer, una parte de la película se basa en una historia acaecida en Barbados en los años 30 del siglo XIX, cuando un grupo de personas que habían alcanzado la libertad se presentaron en su antigua plantación para pedir a su propietario volver a vivir como esclavos. La historia terminó con el propietario y su familia asesinados por sus antiguos esclavos.


El desarrollo de la historia nos introduce por los caminos de la reflexión política y social. Aunque referida a los EE.UU., puede decirse que el argumento puede considerarse universal mutatis mutandis.
Lars von Trier nos plantea unos cuantos interrogantes referidos a la libertad. ¿La democracia nos hace libres? ¿O resulta que la gente vota llevada por impulsos y no siempre acierta en sus decisiones? 
Desde occidente nos empeñamos en llevar nuestro modelo de vida a otros lugares en el convencimiento de que llevamos el progreso a esos países, que les liberamos de dictadores o de una cultura atrasada, pero quizá deberíamos tener en cuenta los modos de vida de esas personas antes de intentar imponer lo que consideramos como el mejor modelo de libertad, pues a veces, lo que se consigue, casi siempre porque hay intereses de otro tipo, es dejar las cosas peor de lo que estaban.
Situaciones complejas, sin duda, pero reales como la vida misma.




4 comentarios:

  1. No la he visto, y mira que me gustó Dogville, por su originalidad, pero también por la propuesta en general.

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    1. A mi me ocurría otro tanto, también había visto Dogville, pero está no.

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  2. Bonito, complejo y extenso tema que ha escogido hoy: la libertad. Se simplifica mucho diciendo que un estado es libre porque se permite votar y expresarse con libertad... y ya está. Es mucho más complejo y quizás el ejercicio de la libertad, como sugiere la película, sea la elección personal de un tipo de esclavitud.
    Me gustó mucho la película de Dogville, esta no puede evitar perder originalidad.
    Un saludo.

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