Como cada verano, una doncella debe hacer la ofrenda de las velas en el altar de la Virgen. El rey Töre (Max von Sydow) envía a su hija Karin (Birgitta Pettersson) en compañía de Ingrid (Gunnel Lindblom), una muchacha que odia a Karin en secreto. Antes de cruzar el bosque, Ingrid se detiene y abandona a la princesa, pero la muchacha prosigue su camino y se encuentra con unos pastores, aparentemente afables, que la invitan a compartir su comida.
Ambientada en la Suecia del siglo XIV, está basada en una antigua leyenda sueca. Los pastores violan y asesinan de forma brutal a Karin, tras de que Ingrid invocara una maldición. Por un extraño giro del destino, los asesinos piden comida y refugio a los padres de la joven fallecida, quienes, al descubrir la verdad sobre sus inquilinos, se vengan de forma escalofriante.
El film fue premiado con el Oscar y el Globo de Oro a la mejor película extranjera.
Igmar Bergman hace de esta leyenda medieval un retrato del alma humana y sus contradicciones. Por un lado la pureza, la virtud y la ingenuidad de la princesa y, por otro, la maldad, el odio, la envidia y la venganza de quienes la rodean, ante la mirada de un Dios que no interviene para para proteger a quienes han depositado su fe en Él.
La fotografía de Sven Nykvist adquiere absoluto protagonismo, con imágenes de gran fuerza expresiva y un dominio excelso del claroscuro, dotando del relieve adecuado a las cuidadas composiciones y a los arriesgados planos que el realizador propone.
Una película bella y cruel al mismo tiempo, toda una obra de arte.
El silencio de Dios no impide un pequeño milagro, anunciado en el título.
ResponderEliminarAsí es.
EliminarMuy duro para mi. Un beso
ResponderEliminarEntrañable y dura a un tiempo.
EliminarProbablemente, una de las películas más accesibles de Bergman.
ResponderEliminarLas cosas están bastante claras en ella.
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