George Eastman (Montgomery Clift), un joven sin recursos, consigue un trabajo gracias a un pariente, el rico industrial Charles Eastman (Herbert Heyes). El empleo es un puesto en su fábrica, pero tan modesto que le impide la entrada en su círculo social, aunque cuando su tío lo promociona en la empresa, comienza a frecuentar reuniones sociales aun sintiéndose incómodo en ellas. El joven conoce a Ángela Vickens (Elizabeth Taylor), una bellísima muchacha de la alta sociedad de la que se enamora. Pero George tiene novia, Alice Tripp (Shelley Winters), una humilde empleada de la fábrica, razón por la cual tendrá que afrontar un espinoso dilema moral.
Diseño de vestuario de Edith Head, que ganó con esta película su tercer Oscar (los tres consecutivos) de los siete que posee.
El guion adapta la novela "An American Tragedy", de Theodore Dreiser, publicada en 1925, de la que ya se había hecho una adaptación anterior en 1931, dirigida por Josef von Sternberg.
Pobres y ricos, ricos y pobres; un mundo luminoso, agradable, refrescante, festivo y, frente a él, la oscuridad, la noche, la apatía, el cansancio, el tedio, el trabajo monótono y mal pagado. Y entre ambos, un ser de moral débil, con una infancia que le tiene algo frustrado, que pretende ascender desde abajo hasta colocarse al nivel de quienes disfrutan del lujo y la vida regalada, incapaz de enfrentarse a sus problemas con valentía que busca un atajo que le llevará a la perdición.
Una triste historia de amor que suaviza alguno de los pasajes de la novela por mor del famoso código de producción hollywoodense, con magníficas interpretaciones, un drama clásico con unas cuantas lecturas secundarias.
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