Tras escapar de prisión, Glenn Griffin (Humphrey Bogart), su hermano Hal (Dewey Martin) y un tercer recluso, Sam Kobish (Robert Middleton), eligen al azar una casa en un suburbio acomodado de Indianápolis para esconderse. La casa pertenece a la familia Hilliard, Dan (Fredric March) y Ellie (Martha Scott), que viven allí con su hija Cindy (Mary Murphy), de 19 años, y su hijo pequeño Ralph (Richard Eyer). Planean quedarse solo hasta la medianoche, ya que Griffin está esperando a su novia que les llevará algo de dinero. Pero ella no llega y su estancia allí se prolonga varios días. Dan Hilliard tratará de encontrar alguna manera de burlar a los secuestradores sin poner en peligro a su familia, ya que es consciente de que si intenta contactar con la policía, sus vidas estarán en peligro.
Basada en una novela publicada en 1954, llevada al teatro un año después, inspirada libremente en un caso real y escrita por Joseph Hayes, que alcanzó el éxito en Broadway, interpretada, entre otros, por Paul Newman y Karl Malden. La representación teatral fue galardonada con el Tony en 1955. El propio Joseph Hayes es el autor del guion y también firma el del remake que en 1990 realizó Michael Cimino, con Mickey Rourke y Anthony Hopkins en el reparto.
El vestuario del film fue diseñado por la mítica Edith Head.
Un buen guion para una historia que no es novedosa, a la que William Wyler sabe darle la suficiente dosis de intriga y tensión para que mantenga la atención del espectador en todo momento a pesar de su previsible final. Con algunas tomas que demuestran el dominio de la técnica y esa minuciosidad con que Wyler aborda sus trabajos, composiciones realmente logradas y magníficamente planificadas y gran dominio de la amplitud de campo con la que compensa el hecho de que gran parte de la trama se desarrolle en un único escenario en el interior de la casa de los secuestrados.
Ello unido al duelo interpretativo entre Fredric March y un Humphrey Bogart soberbio que da vida a un despiadado villano, carente de escrúpulos y malvado, por el que nos hace sentir auténtico odio y un absoluto desprecio.
Un drama de carácter claustrofóbico (unidad de espacio, origen teatral) con una situación de base múltiples veces llevada a la pantalla en todas sus variantes (EL BOSQUE PETRIFICADO, CAYO LARGO, CERCO DE ODIO). En la que ahora se comenta, la realización, con algún acierto aislado, peca de cierto anquilosamiento formal y la consecución del suspense, en mi opinión, resulta mecánica.
ResponderEliminarPor encima de otras consideraciones, destaca el papel de Bogart.
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