lunes, 13 de mayo de 2024

UNA BONITA MAÑANA

 


Sandra Kienzler (Léa Seydoux), una joven traductora, madre de una niña de ocho años a la que cría sola, pues su pareja murió hace cinco, visita con regularidad a su padre, quien padece una enfermedad neurodegenerativa. Mientras ella y su familia luchan para conseguir plaza en alguna residencia en la que reciba las atenciones que buscan y les resulte accesible económicamente, Sandra se reencuentra con Clément (Melvil Poupaud), un amigo al que llevaba tiempo sin ver y que atraviesa por dificultades en su matrimonio. A pesar de que él está casado, inician una apasionada historia que no tiene un claro futuro.


Película realista en el sentido de que sus personajes lo son, podemos reconocerlos fácilmente, a ellos, a los problemas por los que atraviesan sus vidas y a algunas de las reacciones y formas en que los enfrentan. Pienso que más de uno y una, pueden verse reflejados, si no en todos, en algunos de los trances que vive la protagonista. Pero el film no se queda en eso, en esa especie de tragedia cotidiana, sino que no renuncia al romanticismo y su encanto que puede hacer que una vida con problemas peliagudos tenga alguna que otra bonita mañana.


Película conmovedora que sabe sortear la sensiblería, con buenas actuaciones de todo el elenco, entre los que destaca Léa Seydoux. Buen trabajo en general de la realizadora y guionista Mia Hansen-Løve que se inspira en episodios autobiográficos, en esta ocasión en la enfermedad de su propio padre y en la ocupación de éste, también antiguo profesor de filosofía.
Una película que emociona, con momentos duros, como lo es la vida y un contrapeso de leve humor, casi siempre en escenas en que aparece la niña, Linn (Camille Leban Martins), que tiene un personaje muy bien dibujado e interpretado con solvencia. 




6 comentarios:

  1. Una gran película, sabiamente adornada con una banda sonora donde brillan en especial varias piezas del sueco Jan Johansson.

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  2. De Mia Hansen-Løve solo conocía su anterior película, LA ISLA DE BERGMAN, que no me gustó como la que ahora comentamos. Ésta adopta una narrativa sin acentos, de suave discurrir, y muy elíptica (merced a un montaje muy ágil, de cada escena solo nos deja ver lo imprescindible para saltar a la siguiente).
    La protagonista, una mujer joven que perdió a su esposo años atrás, con una hija pequeña, vive escindida entre su trabajo, los cuidados que ha de dedicar a su padre que padece un proceso neurodegenerativo y un nuevo proyecto de vida que se le presenta de manera casi inesperada cuando conoce a un hombre casado con el que inicia una relación. Pero me interesó y me emocionó más todo lo relativo a su relación con el padre y su mundo perdido por la enfermedad que esa historia sexual y sentimental que quizá resulta algo más convencional. En cualquier caso, me ha parecido una gran película con una estupenda Lea Seydoux y dos actores rohmerianos, Pascal Greggory (estremecedor) y Melvil Poupaud.

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    1. En efecto la historia con el padre es muy emotiva y entrañable.

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  3. Gracias por la reseña. Tomó nota. Te mando un beso.

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