jueves, 6 de abril de 2023

HASTA EL ÚLTIMO ALIENTO

 


Gustave "Gu" Minda (Lino Ventura) es un peligroso criminal que, después de escapar de prisión, va a París para reunirse con Manouche (Christine Fabréga) y con algunos de sus socios, pero se ve envuelto en una matanza entre bandas rivales que pugnan por el control del contrabando de tabaco. Antes de abandonar el país, Gu necesita dar un último golpe para conseguir dinero, pero es perseguido por el inspector Blot (Paul Meurisse).


El realizador del film, Jean-Pierre Melville y el escritor Jose Giovanni, considerados padres del "Polar" francés, firman el guión que adapta la novela de este último Le Deuxième Souffle, el mismo título que el original de la película. Giovanni, antiguo miembro del ejército de Vichy durante la ocupación alemana (sí, también hubo franceses que no combatieron en La Resistencia, algo comprensible —¿quiénes somos nosotros para juzgar desde la comodidad de nuestros hogares?—, de no ser por el vergonzoso afán de ocultación que siguió al armisticio. Quien tenga curiosidad que busque, por ejemplo, División Charlemagne de las Waffen-SS, aunque hay muchos más episodios), condenado a muerte por su participación en crímenes mafiosos, aunque acabó librándose de la guillotina, echa mano de sus propias experiencias a la hora de construír sus intrigas literarias, como ocurre en este mismo relato.
La película, al parecer, tuvo algún problema con la censura por las escenas de torturas en los interrogatorios policiales, hasta el punto de que, al comienzo del film, se muestran unos rótulos en los que se advierte específicamente que lo que se muestra, en cuanto a la forma de actuar de la policía, no tiene porqué reflejar exactamente la realidad y que el argumento está basado en una novela.


Con una espléndida fotografía en blanco y negro se despide de este formato el realizador francés en esta historia al más puro estilo noir, sin apenas suspense, pues ya intuímos, desde el comienzo, el final al que está abocado el protagonista, con largas escenas casi sin diálogos, pero que resultan claves cuando los hay, pues nos van dando referencias tanto de los personajes como del desarrollo de la trama; un montaje muy trabajado y estupendas interpretaciones de todos los actores.
El film, además de los asuntos policiacos y de una historia romántica que da cierto protagonismo a la mujer, nos habla de lealtades y traiciones, del código de honor que respetan los viejos hampones frente a las formas menos sutiles de las nuevas generaciones que les están dejando fuera del "negocio".
La acción va in crescendo, muy bien planificada para conseguir que las más de dos horas de película no se hagan pesadas y contiene una de las escenas de atraco mejor rodadas, más sublimes y emocionantes que puedan verse en el cine.




6 comentarios:

  1. Es que Melville, aparte de ser un gran cineasta, poseía una personalidad arrolladora que transmitió a todas sus películas.

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  2. Mala suerte tuvo el ex colaboracionista, porque muchos fueron capaces de pasar de colaborar con los nazis a introducirse en la policía o en el ejército.

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    1. Así fue, ya sabes que tras la guerra, resulta que todos los franceses habían estado en la resistencia.

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  3. Que tal Trecce!
    Otra de las eternas pendientes por ver, anotada queda, me pondré con ella.
    Saludos!

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